La oncolog¨ªa personalizada obliga a cambiar hasta los ensayos
La especificidad de las nuevas terapias reduce los posibles voluntarios Las ventajas de los f¨¢rmacos biol¨®gicos hacen que los pacientes abandonen
Las nuevas terapias personalizadas, dise?adas para atacar tumores en funci¨®n de par¨¢metros biol¨®gicos (un gen, un receptor) no solo est¨¢n revolucionando el tratamiento del c¨¢ncer. Hasta los ensayos cl¨ªnicos se ven afectados por el conocimiento. Son tan espec¨ªficas que la selecci¨®n de voluntarios es m¨¢s dif¨ªcil, y los de los grupos de control ¨Clos que tomen el tratamiento tradicional; por ejemplo, una quimioterapia- abandonan para pasarse a lo novedoso.
La primera sesi¨®n del domingo solo para la prensa del congreso de la Asociaci¨®n Americana de Oncolog¨ªa (ASCO) que se est¨¢ celebrando en Chicago (al que EL PA?S acude invitado por Roche) es una perfecta demostraci¨®n de esta tendencia. En ella se hace un resumen de lo m¨¢s destacado del d¨ªa en funci¨®n del comit¨¦ cient¨ªfico del congreso. Y, aparte de las ventajas concretas de cada producto, el dise?o de los ensayos ya debe contar con estos sesgos.
La complicaci¨®n empieza desde la selecci¨®n de los candidatos. Por ejemplo, en el primero de los ensayos expuestos se comparaba una mol¨¦cula, el regorafenib de Bayer. En el trabajo se quiere compara su acci¨®n frente a los ¨²nicos dos f¨¢rmacos que existen para los tumores de estroma gastrointestinal, un determinado tipo de tumores estomacales, el imatinib de Novartis y el sunitinib de Pfizer. Pues ya no se toma el grupo de voluntarios y se divide por la mitad. Como se trata de pacientes que ya han recibido tratamiento est¨¢ndar, la proporci¨®n es de uno en el grupo de control por cada dos que recibir¨¢n el nuevo f¨¢rmaco. La idea es que si ensayo funciona, se beneficien m¨¢s voluntarios.
El resultado demuestra que este enfoque es adecuado. Seg¨²n los datos presentados por George Demetri, del Dana Farber Cancer Institute, la mediana de supervivencia libre de tumor fue para el regorafenib fue de 4,8 meses, frente a los 0,9 del placebo.
Este estudio, elegido como ejemplo, sufre otro de los efectos de este abordaje. Como el tratamiento iba tan bien, el 85% de los pacientes del grupo placebo se cambi¨® al otro. Esto ha hecho que los resultados de supervivencia total (retraso en la mortalidad) no se han podido medir de una manera que fuera estad¨ªsticamente significativa, dijo Demetri.
Algo parecido sucedi¨® con otros ensayos presentados, tanto para melanoma (tanto los asociados al gen BRAF como los asociados a las kinasas, identificados por las prote¨ªnas MEK), como para pulm¨®n. En este ¨²ltimo, que expuso Caroline Robert, del Instituto Gustave Roussy (Villejuif, Francia) solo se cont¨® con 322 pacientes, y para ello se dividieron en dos grupos en proporci¨®n uno a dos. Este ensayo es una muestra de la velocidad a la que va la investigaci¨®n. En ¨¦l se compara un f¨¢rmaco nuevo, el trametenib, de GSK, con uno que es a su vez tan nuevo que est¨¢ presentando resultados en este congreso, el venurafenib de Roche. Este est¨¢ dirigido a una mutaci¨®n en el gen BRAF. El resultado en este tipo de tumores tan agresivo es una reducci¨®n del 55% del riesgo de progresi¨®n de la enfermedad, dijo Robert.
De nuevo, hubo un trasvase de pacientes entre el grupo de placebo y el otro, con lo que las mediciones de supervivencia perdieron validez.
Prueba de la revoluci¨®n que estos f¨¢rmacos suponen, en la misma sesi¨®n se dieron los resultados positivos del dabrafenib comparado con la quimioterapia, tambi¨¦n para melanoma. Y, de nuevo, hubo traspaso de pacientes: el 68%, seg¨²n Axel Hauschild, de la universidad de Kiel (Alemania). En este caso la mejor¨ªa fue del 77%.
Claro que no todos los ensayos se programan as¨ª. Por ejemplo, en el TML de Roche para c¨¢ncer de colon metast¨¢sico, la proporci¨®n de voluntarios fue de uno a uno, dijo Javier Sastre, del hospital Cl¨ªnico de Madrid. Este trabajo es otra prueba de que los expertos est¨¢n ya reba?ando todas las posibilidades a los f¨¢rmacos existentes. En esta patolog¨ªa aproximadamente el 50% de los pacientes va a tener reca¨ªdas, y lo que se ha estudiado es si las dos partes de la terapia de primera l¨ªnea (quimioterapia m¨¢s bevacizumab) fracasan por igual y a la vez. El resultado es que no, por lo que est¨¢ indicado mantener el bevacizumab (u otro antiangiog¨¦nico, que impiden que se formen vasos sangu¨ªneos) cambiando la quimioterapia.
Este ensayo tambi¨¦n ejemplifica algo que en el congreso se repite en muchas presentaciones. Con los f¨¢rmacos biol¨®gicos, hay otro criterio tradicional que pierde sentido: medir la eficacia por la reducci¨®n del tama?o del tumor. Sastre explica que muchos de ellos frenan el avance de la enfermedad, sin destruir el tumor. De hecho, de los ensayos expuestos, en todos ellos se destac¨® que esa reducci¨®n era peque?a, pese a los buenos resultados.
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