¡°Ver un hospital en Par¨ªs fue como estar en el cielo¡±
La matrona ugandesa promueve la campa?a 'Stand up for african mothers' para reducir la mortalidad durante el parto
La ugandesa Esther Madudu (1980) naci¨® prematuramente a los seis meses de gestaci¨®n. Su madre tuvo que ser ingresada. Y ella habr¨ªa muerto si su abuela, una partera tradicional, hubiera hecho caso a la gente del pueblo que le dec¨ªa que se deshiciera de ella porque una ¡°cosilla as¨ª¡± no iba a sobrevivir. Pero sali¨® adelante. ¡°Quiz¨¢ por eso me hice matrona¡±, cuenta. ¡°Solo soy una empleada del Gobierno, pero como a m¨ª me salvaron creo que tengo que salvar a otros¡±, a?ade. Y tiene tarea. En su pa¨ªs, el 58% de los partos se realizan sin atenci¨®n m¨¦dica y la mortalidad materna es 70 veces superior a la espa?ola, seg¨²n datos de las Naciones Unidas. ¡°Pero las cosas est¨¢n cambiando, ahora las mujeres saben que tienen que ir al hospital¡±, incide.
Madudu solo ha viajado tres veces fuera de Uganda. Las dos ¨²ltimas para impulsar en Europa la campa?a Stand up for African Mothers, que promueve AMREF (Fundaci¨®n Africana para la Medicina y la Investigaci¨®n). El objetivo es recaudar fondos para formar a 15.000 matronas en ese continente. Meses antes de su reciente llegada a Espa?a, Madudu estuvo en Par¨ªs, donde visit¨® la maternidad de un hospital. ¡°Las madres estaban felices con sus beb¨¦s. Era como estar en el cielo¡±. Y revisa una libreta llena de anotaciones. ¡°?Hab¨ªa 10 doctores!¡±, encuentra el dato y silba al darlo. ¡°En mi pueblo muchas mujeres vuelven a casa con los brazos vac¨ªos¡±.
Pese a lo dram¨¢tico de sus palabras, no pierde la sonrisa ni siquiera mientras mastica el jam¨®n. ¡°A mi abuela le encantar¨ªa¡±, elogia el manjar. Solo el recuerdo del fallecimiento de una buena amiga y su beb¨¦ durante el parto le empa?a los ojos. ¡°Pero conseguiremos reducir la mortalidad materna¡±, recobra el optimismo. Para ello, Madudu dice trabajar 24 horas. Su pasi¨®n por su trabajo le ha separado de su familia. Su marido la dej¨® ¡ª¡°pasaba todo el tiempo solo¡±, r¨ªe al contarlo¡ª. Sus dos hijos viven con su madre en otro pueblo. ¡°Les echo de menos¡±, se emociona.
A m¨ª me salvaron. Tengo que salvar a otros¡±, explica la matrona ugandesa
AMREF propondr¨¢ a Madudu como candidata al Premio Nobel de la Paz en 2015. ¡°En representaci¨®n de todas las matronas de ?frica¡±, defiende. ?Cree que ganar¨¢? ¡°S¨ª¡±, no duda ni un segundo. Es optimista y piensa que el reconocimiento servir¨¢ para que sus compa?eras que han dejado de ejercer, desanimadas, recobren la esperanza y vuelvan. ¡°Hay mucho trabajo por hacer¡±, recuerda.
Todos sus esfuerzos se centran en realizar un sue?o: ¡°Un sistema que salvara a m¨¢s madres y ni?os, con mejores centros y equipos. Con eso ser¨ªa feliz¡±. Para que su ilusi¨®n se convierta en una realidad, Madudu considera esencial que los pol¨ªticos apoyen la labor de los profesionales sanitarios. ?Lo hacen? ¡°S¨ª, s¨ª y s¨ª¡±, recalca. ¡°Hasta los peces gordos tienen beb¨¦s¡±, bromea. Pero la crisis, dice, ha ralentizado los avances que se estaban haciendo a nivel interno y se hace m¨¢s necesaria la ayuda externa. Por eso Madudu aprovecha los ¨²ltimos pinchazos a su quiche para pedir el respaldo ciudadano a la campa?a por las madres africanas. ¡°Todos somos humanos, tenemos la misma sangre. Solo el color es distinto. Cualquiera con sensibilidad por los derechos humanos es capaz de renunciar a algo para salvar una vida¡±. Por su parte, Madudu seguir¨¢ pagando de su bolsillo, cuando las familias no puedan, la gasolina de la ¨²nica ambulancia del pueblo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.