¡°El arte, m¨¢s que respuestas son preguntas¡±
El cr¨ªtico publica el libro por el que es Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas

La c¨¦ntrica plaza madrile?a de Callao fue el punto de encuentro. Entre el bullicio de decenas de turistas, Sergio Rodr¨ªguez Blanco, a pesar de ser madrile?o, de Vallecas para ser m¨¢s exactos, se considera un visitante m¨¢s. Es que este periodista, escritor y cr¨ªtico de arte de 32 a?os lleva m¨¢s de una d¨¦cada viviendo en M¨¦xico, pa¨ªs que lo ha acogido como un hijo y cuyo amor se ha visto recompensado con el Premio Nacional de Bellas Artes para Cr¨ªtica de Artes Pl¨¢sticas que obtuvo en 2009 por su libro, Alegor¨ªas capilares, un ensayo sobre la obra de Gabriel de la Mora.
La elecci¨®n del restaurante corre por su cuenta: mexicano, por supuesto. ¡°Salud por el periodismo y por el libro¡±, brinda a modo de celebraci¨®n, ya que es uno de los pocos textos de artes pl¨¢sticas premiados que logra ser publicado, y el cual tiene previsto presentar este verano en Espa?a.
Y mientras espera unos nachos con guacamole, Sergio comienza a relatar su experiencia de c¨®mo fue escribir un ensayo sobre la obra de un artista que utiliza el cabello humano como base de sus composiciones. No es conversaci¨®n f¨¢cil durante un almuerzo, claro est¨¢. Pero lo intentamos. ¡°Es un libro para un p¨²blico especializado aunque tambi¨¦n para uno sensible que sienta curiosidad y un poquito de morbo. El tema del material es pol¨¦mico y puede pasar con el libro lo que pasa con la obra: ves un papel con im¨¢genes, algunas de ellas incluso perversas, y cuando te acercas notas que es pelo y surge una sensaci¨®n de atracci¨®n / repulsi¨®n¡±.
En ¨¦poca de crisis hay que buscarse la vida en el mundo¡±
Sergio comenz¨® a escribir el libro mientras hac¨ªa la maestr¨ªa sobre arte contempor¨¢neo en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). Conoci¨® a Gabriel de la Mora durante una feria en 2004 e inmediatamente surgi¨® el inter¨¦s, primero como periodista, despu¨¦s como cr¨ªtico. ¡°El arte m¨¢s que respuestas, son preguntas¡±, afirma el joven con un ya perceptible deje mexicano. Agrega que abord¨® el libro desde el punto de vista de la dial¨¦ctica de Walter Benjamin que resume as¨ª: las obras primero y, a partir de ellas, la teor¨ªa. ¡°A veces, el cr¨ªtico se encuentra con una teor¨ªa muy interesante y trata de adaptarla al mundo. En mi caso, el abordaje fue a partir de las obras, por lo interesante del material: pelo y papel¡±.
Durante su investigaci¨®n comenz¨® a descubrir otros significados, por ejemplo, que el pelo usado en la obra es del mismo retratado en vida, o ha sido extra¨ªdo ya muerto. ¡°No basta con mirarla como cualquier obra de arte, sino que vas tirando, m¨¢s que de un hilo de un pelo, y van saliendo todas las historias y relaciones. El pelo gana significado¡±.
Su entusiasmo por la obra ¡ªy el pelo¡ª es enorme, pero lo deja de lado cuando llegan el pollo flor de calabaza y la tinga de guajolote. Reconoce que irse a M¨¦xico cuando ten¨ªa 22 a?os fue dif¨ªcil. Sin embargo, asegura que ¡°en tiempos de crisis hay que buscarse la vida en el mundo¡±. ¡°?Qu¨¦ pierdes con cumplir tu sue?o? Tal vez para lograrlo te tienes que ir; si te va mal, vuelves¡±, recomienda. Sobre el futuro, revela que seguir¨¢ con sus Alegor¨ªas. Investigar¨¢, como parte de un doctorado en Nueva York, las obras de los mexicanos Sandra Polidori, Daniela Edburg, Daniel Lezama y m¨¢s de De la Mora.
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