?Y si cierran todos los peri¨®dicos de la ciudad?
La prensa local sufre con especial virulencia los efectos de la crisis publicitaria La desaparici¨®n de cabeceras pone en peligro la libertad de informaci¨®n y empobrece la democracia
Acosados por un espectacular descenso de las ventas y de los ingresos publicitarios, los diarios locales desaparecen lenta e inexorablemente. En los pa¨ªses avanzados, la prensa se ha convertido en uno de los sectores industriales m¨¢s azotados por la crisis. Solo en Estados Unidos, el a?o pasado desaparecieron 152 cabeceras, casi tantas como un a?o antes. La prensa local, la m¨¢s cercana al ciudadano, arraigada en pueblos y ciudades, est¨¢ amenazada tambi¨¦n en Espa?a. Pese a la abundancia de t¨ªtulos (134 en 2010) hay ya provincias que se han quedado sin peri¨®dicos. Guadalajara es una de ellas.
?C¨®mo vive una ciudad sin la cobertura de un diario local? ?Est¨¢n controlados los poderes p¨²blicos? ?Hasta qu¨¦ punto se deteriora la democracia? Los peri¨®dicos no son solo instrumentos de informaci¨®n. Configuran la opini¨®n p¨²blica, forjan ciudadanos cr¨ªticos y fortalecen las sociedades democr¨¢ticas. Los ciudadanos no se resignan a su desaparici¨®n. La ciudad de Nueva Orleans se ha levantado en pie de guerra por la p¨¦rdida en los quioscos de la edici¨®n diaria de uno de los peri¨®dicos m¨¢s veteranos de Norteam¨¦rica, The Times-Picayune. Fundado en 1837, ese diario lleva 175 a?os informando de la vida en la capital de Luisiana, con momentos de celebraci¨®n como el carnaval que cada a?o se convoca entre febrero y marzo, y con graves crisis como el paso del hurac¨¢n Katrina, que hundi¨® a la ciudad en el caos y la desesperaci¨®n y que se llev¨® por delante 1.833 vidas.
La empresa propietaria del Times-Picayune, Advance Publications, que controla la multimillonaria familia Newhouse, ha anunciado que a partir de oto?o el diario se publicar¨¢ en la Red y que se imprimir¨¢n solo tres ediciones de papel, los mi¨¦rcoles, viernes y domingos. Los Newhouse son due?os de casi 40 cabeceras y de la editorial de revistas Cond¨¦ Nast, que publica Vogue, Vanity Fair y The New Yorker, entre otros. Han aplicado medidas similares en otros diarios locales de Misisipi y Michigan.
Solo ha habido tres d¨ªas en la historia reciente del Times-Picayune en los que no ha llegado al quiosco: el 30 y 31 de agosto y el 1 de septiembre de 2005, los d¨ªas de devastaci¨®n posterior al paso del Katrina. Las oficinas de la Redacci¨®n estaban inundadas. Un peque?o grupo de valientes periodistas locales se qued¨® en Nueva Orleans para relatar la miseria que se viv¨ªa en lugares como el estadio del Super Dome. La redacci¨®n se traslad¨® temporalmente a Baton Rouge. El peri¨®dico se sigui¨® ofreciendo en versi¨®n descargable en la Red, y por su cobertura de aquellos d¨ªas gan¨® dos premios Pulitzer.
Despu¨¦s de 175 a?os, Nueva Orleans puede perder el diario "The Times-Picayune"
Ahora, Nueva Orleans al un¨ªsono le pide a la familia Newhouse que reconsidere su decisi¨®n. Si no lo hace, la capital de Luisiana ser¨¢ la primera gran zona metropolitana de EE UU (340.000 habitantes) sin un peri¨®dico de papel diario. El alcalde, el dem¨®crata Mitch Landrieu, ha dicho: ¡°Anticipo que habr¨¢ intentos feroces y muy agresivos para comunicarles a los due?os lo importante que es este diario para la ciudad de Nueva Orleans¡±.
Los profesores de la Universidad de Navarra Francisco J. P¨¦rez-Latre y Alfonso S¨¢nchez-Tabernero han indagado en los retos a los que se enfrentan los medios de comunicaci¨®n tradicionales en el reciente libro La ruta del cambio (Eunsa) y observan c¨®mo en Espa?a se est¨¢ produciendo un fen¨®meno similar al de Estados Unidos. ¡°Sin contar Madrid y Barcelona, hay ciudades que ten¨ªan hasta cinco peri¨®dicos. Despu¨¦s se pas¨® al duopolio, luego al monopolio y ahora hay capitales de provincia que se han quedado sin peri¨®dico local¡±, expone S¨¢nchez-Tabernero. Para el sector esta es una mala noticia. ¡°Una ciudad sin dos peri¨®dicos¡±, alerta el profesor, es ¡°una ciudad sin debate pol¨ªtico¡±. Es cierto que la sociedad digital contribuye a paliar este d¨¦ficit con un torrente de informaci¨®n. Pero hay quienes consideran que buena parte de lo que reciben los ciudadanos por la Red es puro ruido. ¡°Hay mucho acceso a informaci¨®n no profesional, a informaci¨®n que es de peor calidad¡±, advierte S¨¢nchez-Tabernero. Los autores sostienen que a las empresas del sector les ha faltado disciplina para mantener el ritmo de innovaci¨®n, adaptarse a los cambios y convertir el aprendizaje en una actividad constante y prioritaria.
En Espa?a, la prensa ha experimentado una burbuja similar a la de la construcci¨®n. Y el estallido ha empezado a arrastrar a los peri¨®dicos. Guadalajara es un caso paradigm¨¢tico. Con una poblaci¨®n de 85.000 habitantes, la ciudad castellano-manchega ten¨ªa hace pocos a?os tres diarios locales de pago, un peri¨®dico gratuito, revistas, media docena de emisoras de radio y tres televisiones locales. ¡°Era una situaci¨®n at¨ªpica e il¨®gica, una oferta un tanto desmesurada¡±, apunta el periodista Antonio del Abril, que durante 25 a?os dirigi¨® Guadalajara Dos Mil, un peri¨®dico bisemanal (se publicaba lunes y viernes). En 2009 se suprimi¨® la edici¨®n del lunes y dos a?os m¨¢s tarde pas¨® a editarse solo en digital. En abril suspendi¨® definitivamente sus actividades.
Los diarios locales se apoyaban en la publicidad institucional, que ¡°ha pasado a ser pr¨¢cticamente cero¡±, se?ala Del Abril. Tambi¨¦n se han desplomado los anuncios relacionados con la construcci¨®n y los ligados al autom¨®vil, que contribu¨ªan a financiar estas cabeceras. ¡°Que se muera un peri¨®dico es una gran tristeza. No es bueno para la sociedad. Pasar del todo a la nada tampoco parece razonable¡±, se lamenta el periodista.
Guadalajara ten¨ªa tres diarios impresos; ya no tiene ninguno. Sobrevive el bisemanal "Nueva Alcarria"
Hasta hace tres a?os conviv¨ªan en el quiosco La Tribuna de Guadalajara, El D¨ªa de Guadalajara y Nueva Alcarria. Los dos primeros rotativos han cerrado y el tercero se ha transformado en bisemanal: se edita el lunes (con informaci¨®n deportiva) y el viernes (con contenidos de ocio). El D¨ªa, que se elabora en Cuenca, tiene ahora cobertura regional. El alcalde de Guadalajara, Antonio Rom¨¢n (del PP), percibe una situaci¨®n ¡°desoladora¡± que conduce ¡°a un deterioro de las relaciones de las instituciones, de los comerciantes y de los empresarios, que utilizaban los peri¨®dicos como soporte para la promoci¨®n de sus productos¡±. La ausencia de diarios ¡°cambia el panorama de la informaci¨®n, la comunicaci¨®n y la publicidad¡±, anota, consciente de que ¡°muchos medios no estaban en manos de empresarios de la comunicaci¨®n, sino que eran herramientas de otras empresas ligadas a la construcci¨®n¡±.
De momento, puede decirse que la ciudad ha perdido todos los diarios, pero no todos los peri¨®dicos. A¨²n queda en pie el bisemanal Nueva Alcarria. ?Y si cae tambi¨¦n? Recuerda Rom¨¢n que en los a?os ochenta se editaba el peri¨®dico municipal Calle Mayor y el bolet¨ªn mensual Esta es tu Ciudad. ¡°Cuando hubo pluralidad de medios se lleg¨® a la conclusi¨®n de que ya no ten¨ªa sentido que el Ayuntamiento dedicara recursos a editar su propio medio¡±, dice el alcalde. ?Podr¨ªa el Consistorio volver a poner en marcha la rotativa? ¡°Prefiero los medios externos¡±, matiza. Si prospera el plan de un grupo de profesionales para lanzar un nuevo peri¨®dico a lo largo de este a?o ya no ser¨¢ necesaria la iniciativa municipal.
La desaparici¨®n de medios provoca, adem¨¢s, una disminuci¨®n del control pol¨ªtico de los ciudadanos. ¡°Solo pueden criticar aquello que conocen de manera directa¡±, apunta Rom¨¢n, que percibe una merma de la libertad de expresi¨®n. ¡°A trav¨¦s de las cartas al director se puede criticar o aplaudir al poder. Sin medios de comunicaci¨®n independientes se pierde la relaci¨®n de ida y vuelta con los vecinos¡±, a?ade. Para la clase pol¨ªtica, el fin de la prensa local equivale a privarles de un importante altavoz de la acci¨®n de Gobierno (o de la oposici¨®n). Y, en no pocas ocasiones, pol¨ªticos de cualquier signo se ven sumidos en la desolaci¨®n ante conferencias de prensa sin apenas asistencia.
El periodista Javier del Castillo, que inici¨® su trayectoria en Guadalajara, Diario de la Ma?ana (corr¨ªa 1978), recuerda los tiempos en los que la provincia contaba con una abundante cobertura period¨ªstica nacida del boom de la construcci¨®n. ¡°Ninguno de los que montaron peri¨®dicos eran editores profesionales. Los fundaron como plataformas para beneficiarse de las ayudas del poder pol¨ªtico. Les interesaba la recalificaci¨®n de los terrenos y les sobraba el dinero¡±. Esta falta de profesionalidad ha sido claramente nociva. ¡°Si los medios de comunicaci¨®n son int¨¦rpretes de lo que est¨¢ pasando y estos no existen, estamos creando una sociedad menos plural y un empobrecimiento de la democracia. Si nadie ejerce una labor de control de los poderes p¨²blicos, estos pueden comportarse con total impunidad¡±, dice Del Castillo.
El dinero de la construcci¨®n alimentaba el sector en Espa?a. El pinchazo del ladrillo ha rebotado en la prensa
En algunos casos sobreviven diarios locales gratuitos, muchos de ellos circunscritos a barrios. Son publicaciones de servicio que no contribuyen al debate democr¨¢tico, no invitan a la reflexi¨®n y la informaci¨®n no pasa de la epidermis. Los diarios locales cumplen, en opini¨®n del profesor P¨¦rez-Latre, una funci¨®n institucional. Sus contenidos est¨¢n muy diferenciados y tienden a hablar de ¡°experiencias compartidas por los ciudadanos¡±. Por eso, afirma, cuando los medios est¨¢n mal, ¡°la sociedad est¨¢ mal servida¡±. ¡°Adem¨¢s de ser un negocio y de perseguir la rentabilidad los peri¨®dicos tienen una responsabilidad social¡±, a?ade.
As¨ª parece entenderlo Warren Buffett, el inversor cuya fortuna personal se estima en 44.000 millones de d¨®lares (27.400 millones de euros), un salvador al que miran los editores y los ciudadanos de EE UU. En mayo compr¨®, de un golpe, 63 peri¨®dicos locales, a los que salv¨® de una desaparici¨®n casi segura con un pago de 142 millones de d¨®lares. En su adolescencia, este inversor comenz¨® ganando dinero como repartidor de diarios. Y es consciente del riesgo que ahora asume. En una conferencia celebrada en 2009 dijo que no ve¨ªa una forma de hacer rentables los diarios locales en el futuro cercano: ¡°Deparan la posibilidad de convertirse en p¨¦rdidas permanentes¡±. Aun as¨ª, el millonario dijo recientemente que hab¨ªa algo que pesaba m¨¢s en su conciencia que los beneficios inexistentes. ¡°En los pueblos y ciudades donde hay un fuerte sentimiento de comunidad, no hay una instituci¨®n tan importante como el diario local¡±, explic¨® al anunciar la compra de los 63 diarios. ¡°Los muchos escenarios a los que sirven los diarios que hemos comprado entran dentro de esa categor¨ªa¡±.
Con esas adquisiciones en la mente, un grupo de residentes de Nueva Orleans le ha pedido a Buffett que compre el diario local para salvarlo de la casi desaparici¨®n en los quioscos. El m¨²sico local Evan Christopher ha liderado el esfuerzo, con una carta dirigida al inversor. ¡°Cuando usted nos visit¨®, hace un a?o, habl¨® ante emprendedores y due?os de negocios, y dijo que nuestra ciudad tiene agallas, y que se nos reconoce por nuestra riqueza de energ¨ªa y talento¡±, escribi¨®.
Los editores tienden a mantener las cabeceras vivas en la Red. ¡°Los Newhouse ¡ªdue?os del Times-Picayune¡ª y todos los due?os de otros diarios que se enfrentan al mismo cambio radical en la distribuci¨®n de noticias se deben dar cuenta de que no forman parte solo del negocio de los diarios de papel o del negocio del periodismo, que es esencial para el buen funcionamiento de la democracia¡±, explica Larry Lorenz, profesor em¨¦rito de Comunicaci¨®n en la Universidad de Loyola en Nueva Orleans.
¡°Es importante destacar que hay una gran clase marginada de ciudadanos de Nueva Orleans que necesita la informaci¨®n del mismo modo que la necesitan las clases m¨¢s acomodadas que pertenecen a los clubes cercanos de Canal Street [mucho m¨¢s acomodados]. Son esa gente que vimos en televisi¨®n durante el paso del Katrina, hacinados fuera del Centro de Convenciones de Nueva Orleans y que, cuando los periodistas les daban copias del Times-Picayune, se aferraban a los diarios como si fueran su alimento¡±, explica el profesor Lorenz. ¡°Esa gente puede que no tenga acceso a Internet del mismo modo en que hoy tienen acceso a los diarios¡±.
Para atender una poblaci¨®n de 95.000 habitantes, dispersos en los 10.000 kil¨®metros cuadrados que ocupa la provincia y 513 n¨²cleos de poblaci¨®n, Soria tiene en circulaci¨®n dos peri¨®dicos, una de las tasas m¨¢s altas de Espa?a. ¡°Soria siempre ha tenido un arraigo importante en la prensa, desde los tiempos de Machado¡±, comenta el diputado socialista por esa provincia F¨¦lix Lavilla. En los tiempos del poeta de Campos de Castilla conviv¨ªan hasta tres cabeceras: El Avisador Numantino, La Voz de Soria y El Porvenir Castellano, donde escrib¨ªa Machado. Ahora se editan dos peri¨®dicos de pago, Heraldo de Soria y Diario de Soria, que favorecen una ¡°pluralidad en los enfoques tambi¨¦n en los temas pol¨ªticos y una diversidad de temas¡±, agrega Lavilla.
Adem¨¢s, est¨¢ la cercan¨ªa. ¡°La gente quiere leer cosas que tienen que ver con su entorno inmediato y los diarios locales ponen el foco en esa idiosincrasia. Conocen a fondo la realidad que les rodea y tienen capacidad para conectar con la ciudadan¨ªa¡±, dice el diputado. Los monopolios period¨ªsticos tampoco son recomendables desde el punto de la pluralidad. ¡°No traen nada bueno¡±, afirma Lavilla, que defiende una diversidad de criterios como base para que el ciudadano pueda acceder al derecho a la informaci¨®n plural. Si el ciudadano no est¨¢ informado o lo est¨¢ unilateralmente ¡°puede ser m¨¢s manipulable¡±.
Cementerio de cabeceras
En Estados Unidos desaparecieron el a?o pasado 152 cabeceras, solo una menos que en 2010, seg¨²n el informe anual de la consultora Vocus. Hay incluso una p¨¢gina web dedicada a seguir los cierres de peri¨®dicos, NewspaperDeathWatch.com, un cementerio virtual de diarios en los que se recuerda a los desaparecidos, como el Tucson Citizen, el Baltimore Examiner, el Cincinnati Post, el Albuquerque Tribune y el Oakland Tribune.
¡°El de los diarios es el sector industrial que m¨¢s se ha contra¨ªdo en Am¨¦rica¡±. Con ese lapidario titular explicaba en abril la Casa Blanca las conclusiones de un informe de su Consejo de Asesores Econ¨®micos, en el que se llegaba a la conclusi¨®n de que el sector ha perdido un 28% de puestos de trabajo en los pasados cinco a?os. La que m¨¢s creci¨®, en m¨¢s de un 20%, fue la industria de Internet. En un extremo y otro, un modelo de informaci¨®n creado en el siglo XIX, basado en el papel, y otro que avanza, imparable, en el siglo XXI, construido en un mundo virtual.
En Espa?a las cosas no han ido mejor. Hasta septiembre de 2011, la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid (APM) ten¨ªa contabilizados 9.973 periodistas en paro, de los cuales el 44% hab¨ªan pasado a engrosar la lista en el ¨²ltimo a?o.
El desplome del mercado publicitario est¨¢ detr¨¢s de este incremento en el n¨²mero de parados. Desde 2007 hasta 2011, la facturaci¨®n de los diarios ha ca¨ªdo a la mitad. De 1.461 millones de euros ha pasado a 729. Y para este a?o las previsiones no son nada halag¨¹e?as. El retroceso ronda el 20% en los diarios. La ca¨ªda de la inversi¨®n publicitaria para 2012 ser¨¢ en Espa?a de un 12%, seg¨²n las estimaciones de ZenithOptimedia.
Estados Unidos no es ajeno a esta tendencia. En solo ocho a?os, los ingresos por publicidad en sus diarios impresos de han descendido en 24.000 millones de d¨®lares (unos 15.000 millones de euros), un 54%, seg¨²n el estudio anual The State of the News Media. Los de los diarios en Internet han aumentado en un 167%. El problema para ese nuevo modelo es que, hoy por hoy, los ingresos por publicidad en papel son de 20.600 millones y los de la Red son 3.249 millones. Los ingresos por ventas en quiosco y suscripci¨®n de los diarios norteamericanos se han mantenido planos la ¨²ltima d¨¦cada, sobre todo, porque, aunque han descendido las ventas, los precios han aumentado notablemente.
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