Arena en el ojo

El d¨ªa que llegue la verdadera p¨ªldora antigrasa ser¨¢ una fiesta para la medicina. Todo el mundo sabe ya que la gordura es la antesala del desorden metab¨®lico y la diabetes, que a su vez son las grandes causas del infarto, la enfermedad vascular y buena parte de los c¨¢nceres, entre otros jinetes del Apocalipsis. El secreto de una vida saludable es comer con moderaci¨®n, y el de una vida larga es comer menos a¨²n. Todo eso est¨¢ claro. Pero tambi¨¦n lo est¨¢ que fumar es malo, y la gente sigue haci¨¦ndolo.

Las campa?as de informaci¨®n sobre los males del sobrepeso no han evitado que los pa¨ªses occidentales vivamos en un permanente festival de la grasa, ni evitar¨¢n que exportemos al mundo en desarrollo ese estilo de vida. El progreso de una sociedad, por todo lo que sabemos, consiste en dejar de morirse de infecciones y empezar a hacerlo por comer bollos.

Por eso la verdadera p¨ªldora antigrasa, la que te permitir¨¢ comer sin engordar, est¨¢ destinada a salvar m¨¢s vidas que cien campa?as. Y a salvarlas en el buen sentido: en el sentido de no pasar hambre. Toda la Big Pharma est¨¢ detr¨¢s de esa p¨ªldora. Quien gane esa carrera se forrar¨¢, pero tambi¨¦n habr¨¢ hecho un gran bien a la humanidad. No est¨¢ mal que las dos cosas vayan juntas por una vez.

Toda la Big Pharma est¨¢ detr¨¢s de la p¨ªldora que permita comer sin engordar

El lorcaserin de Arena Pharmaceuticals no es esa p¨ªldora. Ni los cient¨ªficos del panel que ha recomendado su aprobaci¨®n a la agencia del medicamento norteamericana (FDA), y que por tanto ser¨¢n los responsables ¨²ltimos de que el f¨¢rmaco se comercialice en todo el mundo en los pr¨®ximos a?os, muestran el menor entusiasmo por la pastilla de Arena. Ni siquiera es una novedad farmacol¨®gica: funciona igual que el fen-phen, una combinaci¨®n de dos medicamentos que ya fue retirada en 1997 por sus riesgos cardiovasculares.

El resto de los f¨¢rmacos que han sido aprobados hasta ahora tampoco ha sido para tirar cohetes. A uno de ellos lo llamaban, con escaso tacto, el manchabragas, porque imped¨ªa que el intestino absorbiera las grasas, pero no que las echara por alguna otra parte.

De hecho, la FDA ya rechaz¨® el f¨¢rmaco de Arena en 2010. Y, aunque Arena ha calmado sus reparos con algunos nuevos datos, el cambio de opini¨®n de los expertos se debe m¨¢s bien a la percepci¨®n cada vez m¨¢s aplastante del enorme coste en vidas humanas, y en gastos sanitarios, que implica el sobrepeso. M¨¢s vale una mala pastilla, piensan ahora, que otra buena campa?a.