A solas con el test del VIH
EE UU aprueba la primera prueba casera del sida La idea preocupa a los expertos por la falta de asesoramiento inmediato La ventaja: sacar a la luz la infecci¨®n oculta
Desde la prevenci¨®n a los tratamientos, no hay pr¨¢cticamente un aspecto que tenga que ver con la infecci¨®n por VIH (o con el sida que esta puede causar) que no est¨¦ rodeada de pol¨¦mica. Cada paso que se da respecto a la ¨²ltima gran pandemia, que en poco m¨¢s de 30 a?os ha llegado a todos los rincones del planeta y que afecta actualmente a 34 millones de personas en el mundo (unas 150.000 en Espa?a), levanta una polvareda. Y el ¨²ltimo, la autorizaci¨®n por la Agencia del Medicamento estadounidense (FDA por sus siglas en ingl¨¦s) de un test r¨¢pido de venta en farmacias para que cualquier persona se pueda hacer la prueba en casa, no ha sido una excepci¨®n.
Hasta ahora, hay dos maneras para saber si una persona est¨¢ infectada por el VIH: un an¨¢lisis de sangre, cuyos resultados tardan d¨ªas, o una prueba en la que un dispositivo similar al de los test de embarazo detecta los anticuerpos a partir de una muestra de saliva del interesado. Una prueba fiable casi al 100% si da negativo, pero que necesita ser confirmada con la anal¨ªtica tradicional si da positivo, indica Olivia Castillo, jefa del ?rea de Prevenci¨®n (el mayor cargo a falta de que el Gobierno nombre a un responsable), del Plan Nacional para el Sida espa?ol.
Es este ¨²ltimo tipo de prueba ¡ªla de la saliva¡ª, la que EE UU ha aprobado para su venta sin receta. Se comercializar¨¢ con el nombre de OraQuick, tendr¨¢ un precio de entre 28 y 48 euros y est¨¢ dise?ada, seg¨²n la FDA, para que cualquiera pueda hac¨¦rsela a solas. Aunque este organismo advierte de que los resultados deben confirmarse con otros an¨¢lisis adicionales. ¡°Autorizamos su uso dom¨¦stico porque, para la persona, conocer su estado de salud es un factor esencial a la hora de prevenir esta enfermedad. Saber es el primer paso para combatir¡±, dice Karen Midthun, directora del centro para la Evaluaci¨®n e Investigaci¨®n Biol¨®gica de la FDA en un comunicado.
Algunos creen es hora de ser menos conservadores para combatir el sida
Pero ese argumento, el de la importancia de que cada vez m¨¢s gente se haga las pruebas para que aflore la infecci¨®n oculta, no convence a todos. Los expertos se muestran divididos entre quienes creen que cualquier tipo de prueba ¡ªcasera o no¡ª es buena y los que consideran que un test como el del VIH debe hacerse con asesoramiento m¨¦dico.
En Espa?a, la prueba r¨¢pida solo se hace por el sistema sanitario o por organizaciones de atenci¨®n al afectado. Aunque su venta libre en farmacias para una autoprueba ¡°no ser¨ªa ilegal¡±, pero ning¨²n laboratorio lo ha solicitado, dice Castillo. Tampoco es complicada. Los ensayos que se han hecho muestran que m¨¢s del 90% de los voluntarios hac¨ªa e interpretaba bien la prueba, explica.
Pero la controversia de este an¨¢lisis casero es otra. De alguna manera, la gravedad que durante sus primeros 15 a?os acarre¨® la infecci¨®n con su consecuencia, el sida, y su asociaci¨®n con las conductas sexuales ¡ªlo que le ha dado a¨²n m¨¢s visibilidad¡ª hicieron que alrededor del VIH se montaran unas estructuras y pautas que ahora pueden quedar en entredicho. Es lo que en el lenguaje del activismo se llama ¡°counselling [asesoramiento] y apoyo¡±, admite Castillo.
La idea es que antes de hacer la prueba, durante los 20 minutos que se tarda en obtener el resultado y en el momento de dar el diagn¨®stico se puede hacer una importante labor de informaci¨®n al afectado. Si da negativo, para reforzar conductas de prevenci¨®n; si no, para dar orientaci¨®n y apoyo, que, en el caso de una ONG como Apoyo Positivo, llega a ofrecer terapias individuales y grupales o servicios de acompa?amiento al sistema sanitario, como indica su responsable del ?rea de Prevenci¨®n, Iosu Azqueta.
Ferran Pujol, de la ONG Hispanosida, que dirige el centro Bcn Chackpoint, un referente a la hora de hacer la prueba r¨¢pida, con m¨¢s de 3.000 al a?o, es un firme defensor de las ventajas de este sistema. ¡°Sinceramente, la venta libre no me parece admisible¡±, dice tajante. Organizaciones como la Plataforma del VIH en Europa afirman rotundamente que ¡°la prueba, si no est¨¢ vinculada al acceso al tratamiento, no es ¨¦tica¡±.
El problema del diagn¨®stico tard¨ªo
est¨¢ en quienes no
se creen en riesgo
Pujol cree que el diagn¨®stico del VIH es lo suficientemente grave o preocupante como para que lo d¨¦ alguien preparado. ¡°Se dice que es lo mismo que con un embarazo, pero no es as¨ª. Para empezar, el embarazo no es una enfermedad. Para seguir, si el embarazo no es deseado tiene soluci¨®n; con el VIH no es as¨ª¡±, afirma. ¡°Pero nadie aceptar¨ªa que un m¨¦dico le diera un diagn¨®stico de c¨¢ncer por SMS, por ejemplo¡±, a?ade Pujol. Es un diagn¨®stico que debe ser comunicado por un experto que pueda orientar los siguientes pasos a quien d¨¦ positivo, dice.
El coordinador del Plan Antisida del Pa¨ªs Vasco, Daniel Zulaika, tambi¨¦n se muestra cr¨ªtico con que se vendan en la farmacia o por Internet pruebas caseras capaces de detectar en VIH. ¡°No son unas pruebas como las de los embarazos o la glucosa. El del VIH no es el test m¨¢s adecuado para autoadministr¨¢rselo; ni tiene la misma trascendencia ni una carga emocional tan potente¡±, opina. El experto en planes antisida recalca que la informaci¨®n es vital a la hora de afrontar el an¨¢lisis: ¡°Hemos comprobado que las personas llegan preocupadas y que alguien tiene que explicarles que existen falsos positivos y que la prueba hay que hac¨¦rsela tres meses despu¨¦s del posible contacto de riesgo, el periodo ventana¡±.
Azqueta, el responsable de la prueba en Apoyo Positivo, tambi¨¦n defiende las ventajas del modelo actual. ¡°Si una persona llega hist¨¦rica a hacerse la prueba la dejamos en paz, pero, si no, es el momento de revisar qu¨¦ pasa con su comportamiento, por qu¨¦ ha tenido una pr¨¢ctica de riesgo. Y, si sale positivo, es el momento de aclarar las primeras dudas. A¨²n hay muchos que lo primero que preguntan es si se van a morir, y hay que explicarles que no, que hay tratamiento¡±, cuenta.
Esta idea de que es un diagn¨®stico en el que hay que estar acompa?ado de alguien con ciertos conocimientos es lo que hab¨ªa hecho que, hasta ahora, lo m¨¢s lejos que se hab¨ªa llegado hab¨ªa sido a facilitar la prueba r¨¢pida a ONG ¡ªen Madrid, por ejemplo, es la propia Comunidad la que coordina el reparto y lo hace gratis¡ª o a que se haga en farmacias; como en el Pa¨ªs Vasco, Catalu?a, Castilla y Le¨®n o Ceuta. Donde funciona muy bien, seg¨²n Castillo.
El caso vasco es claro. El modelo se implant¨® buscando un equilibrio entre accesibilidad, el anonimato y el consejo; y con el objetivo de lograr una mayor detecci¨®n temprana de casos. Los test r¨¢pidos para la detecci¨®n del virus ¡ªse usan unas gotas de sangre en lugar de saliva¡ª realizados en m¨¢s de 30 farmacias han sido un ¨¦xito, seg¨²n Osakidetza, el sistema vasco de salud. Desde 2009 y por cinco euros, 9.500 personas se han hecho la prueba con el resultado de 95 positivos. Adem¨¢s, en las boticas se les asesora y se les deriva a centros especializados; una de las ventajas que aducen los impulsores de que se hagan all¨ª las pruebas, que no tienen las caseras, donde el temor y el mal trago se afrontan en soledad. O no.
El an¨¢lisis costar¨¢ entre
28 y 48 euros y tardar¨¢
20 minutos en dar el resultado
Pero la cuesti¨®n es si este abordaje es suficiente. Los ensayos m¨¢s recientes indican que el tratamiento es la mejor prevenci¨®n para la transmisi¨®n del virus. Pero sin diagn¨®stico, no hay tratamiento posible. Y ese es el gran argumento de quienes creen que ha llegado la hora de ¡°ser menos conservadores¡±, como dice la propia Castillo. En Espa?a se calcula que alrededor del 30% de las personas con VIH no sabe que est¨¢ infectada. ¡°Y la infecci¨®n oculta es el gran problema¡±, apunta Pere Domingo, presidente del Grupo de Estudio de Sida de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica (Gesida). ¡°Cualquier actuaci¨®n que contribuya a desenmascarar la infecci¨®n oculta es buena. Lo mejor es saberlo cuanto antes, y si es con este an¨¢lisis casero, me parece bien¡±, afirma.
Domingo admite que ¡°si se hace en casa, la situaci¨®n es m¨¢s compleja¡±. Pero lo tiene claro: ¡°Compensa¡±. ¡°Y, como si sale positivo luego hay que repetir la prueba en un centro de salud, lo ¨²nico que sucede es que se dilata un poquito el asesoramiento. Son muchos los beneficios¡±, dice.
Enrique Ortega, presidente de la Sociedad Espa?ola Interdisciplinaria del Sida (Seisida), una organizaci¨®n que a diferencia de Gesida incluye tambi¨¦n a ONG, est¨¢ de acuerdo con que ¡°teniendo en cuenta el problema del diagn¨®stico tard¨ªo¡±, esta ser¨ªa ¡°una forma m¨¢s de luchar contra el VIH¡±. Eso s¨ª, Ortega cree que tiene que haber una ¡°muy buena coordinaci¨®n con una unidad de enfermedades infecciosas¡±. Para ¨¦l, la gran utilidad de la prueba casera est¨¢ en que con ella se podr¨ªa llegar a una poblaci¨®n a la que no se accede normalmente, porque est¨¢ sana y no van a los centros de salud. Para asegurar que los afectados no se pierden por el camino, cree que quiz¨¢ se podr¨ªan poner unos tel¨¦fonos de atenci¨®n para las personas a las que la prueba les diera positivo en las farmacias. En EE UU, el fabricante de la prueba, OraSure Technologies, ha asegurado que pondr¨¢ en marcha un centro de informaci¨®n abierto 24 horas del d¨ªa.
Esa importancia de la informaci¨®n a la hora de hacerse la prueba y despu¨¦s es algo que menciona tambi¨¦n Castillo: ¡°Habr¨ªa que cambiar los prospectos, probablemente para dar m¨¢s informaci¨®n pr¨¢ctica¡± de ad¨®nde ir o qu¨¦ hacer si sale positivo, admite.
Tambi¨¦n Zulaka, el responsable del plan antisida vasco, reconoce que el sistema tendr¨ªa algunas consecuencias beneficiosas. ¡°Quiz¨¢ un mayor anonimato y poder hacer la prueba en la intimidad sea algo que pueda ser ventajoso para alg¨²n usuario de los an¨¢lisis caseros, pero creemos que no compensa las otras desventajas¡±, concluye.
¡°No es como un test
de embarazo, esto requiere
apoyo¡±, dice un experto
Esta idea de que algunos podr¨ªan aprovecharse ¡ªen el buen sentido de la palabra¡ª de un acceso a¨²n m¨¢s f¨¢cil tambi¨¦n la comparte el responsable de Apoyo Positivo, Iosu Azqueta. Aunque defiende su modelo, en el que se atiende gratis a personas que piden cita previa. Para ¨¦l no hay duda de que ¡°comercializar la prueba puede ser cuantitativamente bueno: a m¨¢s gente que se haga la prueba, m¨¢s casos positivos [en el an¨¢lisis] se van a identificar, y m¨¢s se va a paralizar la epidemia¡±, admite.
Pero, por otra parte, esa misma idea de la comercializaci¨®n de la prueba le parece un inconveniente. ¡°Estamos hablando de un problema de salud p¨²blica, y deber¨ªa ser gratuito¡±, opina Azqueta. Porque al cobrar se introduce otro factor de distorsi¨®n. ¡°Si la prueba se vende, se produce una discriminaci¨®n hacia quienes tienen menos medios, y eso disminuye su capacidad para decidir¡±.
Tambi¨¦n Pujol, el m¨¢s reacio a que se cambie el actual sistema, pone el dedo en la llaga del dinero. ¡°?Qui¨¦n se beneficiar¨¢ con la venta? Tenemos un sistema que funciona y que sale barato a la Administraci¨®n. Se puede incidir de manera voraz en el diagn¨®stico precoz, pero sin olvidar la ¨¦tica¡±, insiste. Al ¡°banalizar¡± la prueba, dice, se corre el riego de que se use de manera ¡°abusiva¡±. ¡°Se puede forzar a hacer la prueba en el ¨¢mbito dom¨¦stico para comprobar una infidelidad. O las redes de trata pueden obligar a las mujeres a hac¨¦rsela para seguirlas explotando y cobrar m¨¢s a los clientes al asegurarles que la persona no tiene el VIH¡±.
Aun as¨ª, Pujol admite que para algunas personas ¡°con suficiente formaci¨®n¡± la autoprueba es una opci¨®n. ¡°Pero a estas personas ya llegamos. El problema del diagn¨®stico tard¨ªo est¨¢ en aquellos que no se reconocen como gais, o que tienen una relaci¨®n con una transexual y llevan una doble vida¡±. Para Pujol, por tanto, la autoprueba podr¨ªa crear otro grupo de afectados: los que sabiendo que han dado positivo, se lo niegan o no llegan al sistema sanitario. ¡°Hasta nosotros perdemos a algunos con nuestro sistema¡±, dice, indicando que personas que reciben un diagn¨®stico positivo luego no acuden a los centros de salud para confirmar el resultado o, si su estado lo recomienda, al hospital a por medicaci¨®n.
El asunto a¨²n no ha llegado a Espa?a. Pero las alternativas est¨¢n ah¨ª. Ni solo ni acompa?ado el sapo de un diagn¨®stico positivo es f¨¢cil de tragar. La ventaja es que actualmente hay oferta suficiente para enmendar casi cualquier decisi¨®n que, por miedo o ignorancia, se tome al principio. Lo ¨²nico es no dejarlo pasar.
Con informaci¨®n de Carolina Garc¨ªa.
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