El copago farmac¨¦utico se calcula con datos desfasados del paciente
Pensionistas recientes denuncian que les cobran como si a¨²n estuvieran en activo
Sergio Rescalvo, pensionista de 61 a?os, se fue el martes de la farmacia de su barrio, en M¨®stoles (Madrid), sin los medicamentos que hab¨ªa ido a comprar. ¡°Sin las pastillas y muy cabreado¡±, apostilla. Cuando present¨® las recetas que ¨¦l y su esposa, beneficiaria de su tarjeta sanitaria de pensionista, necesitan para sus distintos tratamientos m¨¦dicos, el farmac¨¦utico le dijo que le correspond¨ªa pagar el 50% del coste. ¡°Eso no puede ser; he consultado la ley y los pensionistas pagamos un 10%¡±, afirma. El ordenador le atribu¨ªa el c¨®digo TSI 004, el de un trabajador activo con una renta de entre 18.000 y 100.000 euros. Ese era su caso antes de jubilarse hace unos meses, pero ya no, protesta Rescalvo mostrando la resoluci¨®n de la Seguridad Social con la prestaci¨®n por jubilaci¨®n.
Farmacias y centros de salud de toda Espa?a est¨¢n detectando numerosos casos de personas a las que se ha atribuido un c¨®digo ¡ªy, por tanto, un porcentaje de pago de medicamentos¡ª que no les corresponde. En muchos casos, como el de Rescalvo, se trata de pensionistas recientes, lo que indica que la base de datos que recoge la informaci¨®n con la que se clasifica a los ciudadanos ¡ªse llama BADAS y cruza datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), Hacienda y los servicios de salud regionales¡ª no est¨¢ actualizada. El nuevo copago se aplica desde el pasado d¨ªa 1.
El Ministerio de Sanidad no se explica esta situaci¨®n. Una portavoz asegura que la actualizaci¨®n de las pensiones ¡°debe ser autom¨¢tica¡±, aunque no puede precisar cu¨¢ndo se produjo la ¨²ltima. Para ello remite al INSS, que a su vez devuelve la patata caliente al ministerio de Ana Mato. ¡°Los casos que se puedan estar produciendo son irregularidades¡±, se?ala la portavoz de Sanidad. Fuentes de la Administraci¨®n explican que estos datos se actualizan mes a mes, pero admiten que la base BADAS pueda estar desfasada.
Cientos de quejas. ?Qui¨¦n las atiende?
C¨®digos err¨®neos, desacuerdo en el porcentaje de pago que se ha asignado, recetas antiguas. Los servicios de salud y los boticarios de toda Espa?a est¨¢n recibiendo a diario cientos de quejas sobre el nuevo sistema de copago farmac¨¦utico. Y la mayor¨ªa no sabe qu¨¦ hacer con ellas. El Ministerio de Sanidad, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y las comunidades aut¨®nomas se pasan la pelota: los afectados no tienen claro ad¨®nde dirigirse. Tampoco ofrecen datos sobre cu¨¢ntos ciudadanos reclaman por el desfase entre su situaci¨®n actual y la que figura en la base de datos que permite a las boticas conocer su nivel de renta.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad asegura que la soluci¨®n de las discrepancias es competencia de las autonom¨ªas. Una tarea con la que algunas no est¨¢n de acuerdo. Aunque son los ambulatorios quienes atienden al ciudadano, las consejer¨ªas no tienen ni voz ni voto en el fichero que recoge los datos fiscales de los beneficiarios, que est¨¢ a cargo del INSS. Un ejemplo de la improvisaci¨®n es la Consejer¨ªa de Sanidad madrile?a, que en un principio dio instrucciones a los centros de salud para derivar a las oficinas del INSS a los pacientes que no estuvieran de acuerdo con el c¨®digo asignado. El mi¨¦rcoles, sin embargo, los centros recibieron un correo interno, revisado por este diario, en el que se modifica el procedimiento: ¡°No debe derivarse a ning¨²n ciudadano al INSS ni a ning¨²n otro organismo¡±.
La consejera andaluza de Salud, Mar¨ªa Jes¨²s Montero (PSOE), inst¨® ayer al Gobierno a abrir una l¨ªnea telef¨®nica. ¡°Estamos recibiendo muchas quejas, pero nosotros no podemos tocar los datos del usuario¡±, lament¨®. El 80% de las 1.134 consultas al servicio de atenci¨®n telef¨®nica de la Junta son de personas que no est¨¢n de acuerdo con el c¨®digo por renta adjudicado. Tambi¨¦n la consejera de Sanidad canaria, Br¨ªgida Mendoza, afirm¨® ayer que ni Sanidad ni el INSS est¨¢n resolviendo la ¡°desinformaci¨®n¡± y rechaz¨® que sean los servicios regionales quienes centralicen las quejas porque tienen nula capacidad de maniobra. Lo que deja al ciudadano ¡°indefenso¡±, afirm¨®.
Vicente Baixauli, responsable de la Sociedad Espa?ola de Farmacia Comunitaria, explica que cuando encuentra casos de desfase en los datos dirige a los usuarios a los centros de salud y reconoce que no sabe ¡°de cu¨¢ndo son esos datos¡±.
Rescalvo cree saber por qu¨¦ sigue constando como activo pese a estar ya jubilado: ¡°En el centro de salud me han explicado que los datos con los que nos han clasificado son los de la declaraci¨®n de la renta de 2010. ?Imag¨ªnese cu¨¢nta gente puede haber cambiado de situaci¨®n desde entonces!¡±.
Jos¨¦ Aguirre, tambi¨¦n madrile?o, pag¨® el lunes 95 euros por sus medicamentos. Este pensionista de 67 a?os vio en ese momento que est¨¢ clasificado con el c¨®digo 5, que implica que tiene unos ingresos anuales superiores a 100.000 euros y que por tanto debe abonar un 60% de los f¨¢rmacos. No es as¨ª. Est¨¢ jubilado desde hace a?o y medio y sus ingresos no son ni mucho menos esos. En 2010 s¨ª cobraba m¨¢s de 100.000 euros. Pero ahora la realidad es otra, con lo que si la base de datos reflejara datos actuales, le corresponder¨ªa pagar el 10% de los f¨¢rmacos con un tope de 18 euros al mes. ¡°Yo puedo hacer el desembolso, pero es intolerable que le suceda a alguien que no pueda¡±.
Rescalvo no se resign¨® a pagar en la farmacia y tratar de reclamar despu¨¦s. El mi¨¦rcoles se present¨® en su centro de salud cargado de documentaci¨®n y explic¨® el problema a la administrativa de la ventanilla. ¡°Lo siento, pero no s¨¦ ad¨®nde mandarle¡±, le contest¨® ella, y reconoci¨® que estaban llegando m¨¢s casos como el suyo. Finalmente, le entreg¨® dos hojas de reclamaciones. ¡°A saber si me van a contestar y cu¨¢ndo. Es indignante ver c¨®mo nos est¨¢n enga?ando¡±, se queja Rescalvo.
En Andaluc¨ªa, las centenares de quejas recibidas han provocado las cr¨ªticas del Gobierno regional. La consejera, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, detall¨® que muchas de ellas son de pensionistas recientes que figuran como activos, o de parados que han agotado su prestaci¨®n y que siguen constando como perceptores de un subsidio, lo que les impide obtener la medicaci¨®n gratuita, como marca la nueva ley. ¡°No es solo que la informaci¨®n est¨¦ mal, es que no se sabe qui¨¦n ni c¨®mo se soluciona el problema¡±, se?al¨® Montero, que explic¨® que las comunidades desconocen cada cu¨¢nto se actualizan los datos de los pacientes.
¡°Lo que no puede ser es que el ciudadano se entere de su nivel de aportaci¨®n cuando vaya con sus recetas¡±, critica Carmen L¨®pez, secretaria de Pol¨ªtica Social de UGT. ¡°Si se clasifica a los ciudadanos por su nivel de renta, se les tiene que notificar su c¨®digo y darles tiempo para que verifiquen si es correcto¡±, insiste. Un argumento con el que coincide Jos¨¦ Mar¨ªa Mor¨¢n, vicepresidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Inspecci¨®n de Servicios Sanitarios. ¡°La situaci¨®n de los ciudadanos cambia a diario, por eso la actualizaci¨®n debe ser constante¡±, dice, e insiste en que los mecanismos de reclamaci¨®n deben ser veloces.
Para Agust¨ªn Aguilar no lo han sido. El lunes se fue de la farmacia sin comprar su medicaci¨®n. Este valenciano de 55 a?os cobra desde hace seis una pensi¨®n no contributiva. Pero ahora figura como si percibiera una contributiva. ¡°Me quer¨ªan cobrar el 10%. Me di la vuelta y me fui¡±, cuenta. Volvi¨® al m¨¦dico, que le insisti¨® en que comprara las medicinas. ¡°Me dijo que ya me devolver¨ªan el dinero cuando se arreglara el fallo. Pero no me f¨ªo. Hace un a?o compr¨¦ cuatro pr¨®tesis y a¨²n estoy esperando que me devuelvan lo que me corresponde¡±, dice. Aguilar ha puesto una queja. Tampoco sabe qu¨¦ ser¨¢ de ella.
Con informaci¨®n de Reyes Rinc¨®n.?
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