Yo tengo hepatitis C
Unas 800.000 personas padecen en Espa?a esta enfermedad hep¨¢tica El libro 'Voces de la enfermedad silenciosa' recoge los testimonios de 12 de ellos
Tres o cuatro millones de personas contraer¨¢n este a?o la hepatits C alrededor del mundo, seg¨²n la OMS. Algunos ni siquiera se dar¨¢n cuenta. Otros quiz¨¢s ya la tienen y no lo saben. El car¨¢cter silencioso de este virus es una de las principales dificultades en la lucha en su contra. En Espa?a, entre 400.000 y 760.000 personas han sufrido esta infecci¨®n viral del h¨ªgado, la que puede llevar al organismo a desarrollar una cirrosis o un c¨¢ncer hep¨¢tico.
Con la idea de prevenir esta situaci¨®n, esta ma?ana fue presentado el libro Voces de la enfermedad silenciosa, en el que se recogen 12 testimonios de personas que han padecido este mal. A continuaci¨®n un resumen de algunos de ellos:
"Cuando voy en el metro pienso: 'Alguno de ellos tiene hepatitis"
Josefina Crist¨®fol se enter¨® de que ten¨ªa hepatitis C por casualidad. O quiz¨¢s por vanidad. Pesaba veinte kilos m¨¢s que hoy y por eso decidi¨® empezar una dieta. Fue al doctor. Le solicitaron los an¨¢lisis de sangre de rigor. Se los hizo. Y la hepatitis qued¨® a la vista.
Sin entender demasiado sobre lo que le pasaba a su h¨ªgado, fue al m¨¦dico. Este le advirti¨® que tendr¨ªa que hacerse un tratamiento muy duro y que quiz¨¢s era mejor ni siquiera considerarlo. Pensando en sus hijos, ella hizo lo contrario. "Llegu¨¦ a casa, busqu¨¦ informaci¨®n en internet y ped¨ª hora para ir al gastroenter¨®logo", narra. El especialista le plante¨® que el procedimiento ten¨ªa un 50% de probabilidades de ¨¦xito. Ella lo acept¨® y se someti¨® a la terapia. Pero las estad¨ªsticas ten¨ªan raz¨®n: su tratamiento no funcion¨®.
Reconoce que entonces se march¨® a su casa, se sent¨® en un sof¨¢ y se qued¨® all¨ª por tres d¨ªas, sin ganas de salir. Hasta que, nuevamente pensando en su familia, decidi¨® levantarse.
Y aunque admite que por la enfermedad ha tenido que dejar de hacer algunas cosas, tambi¨¦n ha empezado a hacer actividades nuevas, como viajar o estudiar ingl¨¦s. Adem¨¢s se involucr¨® en la Asociaci¨®n de Enfermos de Hepatitis de Catalu?a (ASSCAT), de la cual ahora es secretaria.
Hoy est¨¢ empe?ada en darle visibilidad a la enfermedad.?"Cuando voy en el metro pienso: 'alguno de ellos tiene hepatitis'", reflexiona y le preocupa que esos posibles afectados no sepan que padecen este mal. O que se enteren, como ella, por casualidad.
"He intentado vivir a gusto, pero no siempre lo he conseguido"
La hepatitis C lleg¨® a la vida de Antonio Garc¨ªa incluso antes de que este virus fuera descubierto como tal. En 1986 fue la primera vez que not¨® un color extra?o en su orina, lo que lo llev¨® a consultar al m¨¦dico de su empresa.
"No le di mucha importancia y pens¨¦ que me recomendar¨ªan hacer reposo", comenta Garc¨ªa. Todo lo contrario, el diagn¨®stico solo fue el inicio de a?os agitados. Lo remitieron a la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra, donde se someti¨® al primer tratamiento. Y al segundo, despu¨¦s de que el primero fracasara. Este ¨²ltimo tampoco tuvo ¨¦xito y la enfermedad sigui¨® entonces escalando hasta convertirse en una cirrosis. "Recuerdo cuando me comunicaron que ten¨ªa cirrosis como un d¨ªa muy duro. A partir de ese momento pens¨¦ en el trasplante de h¨ªgado como ¨²ltima soluci¨®n", asegura.
Pero Garc¨ªa necesitaba un h¨ªgado especial: su sangre es B+, lo que siginifca que solo le servir¨ªa un ¨®rgano de alguien con un tipo sangu¨ªneo poco frecuente como el suyo. Entr¨® a la lista de espera y solo pasaron cuatro meses hasta que encontraron un h¨ªgado para ¨¦l. La llegada del transplante trajo consigo algunos problemas adicionales... Despu¨¦s de la intervenci¨®n, Garc¨ªa tuvo un trombo en la arteria hep¨¢tica, que lo mantuvo hospitalizado por dos meses. "Los m¨¢s duros de mi vida", recuerda.
Y una vez que el trombo qued¨® en el pasado, vino una nueva complicaci¨®n: una obstrucci¨®n en la v¨ªa biliar que se agrav¨® por una bacteria hospitalaria y que lo llev¨® al hospital por m¨¢s de un mes.
Han pasado seis a?os desde entonces y Garc¨ªa todav¨ªa prefiere no darle vueltas a la enfermedad. Hoy, tiene trabajo y trata de llevar una vida normal. "He intentado vivir a gusto, pero no siempre lo he conseguido", confiesa. Y agrega que si ha salido adelante ha sido gracias a que su mujer se convirti¨® en su bast¨®n en los momentos duros.
Contagiada por accidente
Merc¨¨ Pons, pas¨® de pronto, de ser enfermera a estar enferma. Trabajaba en la atenci¨®n primaria y accidentalmente se pinch¨® con la jeringuilla de un paciente con hepatitis C. ¡°Me hab¨ªa pinchado en otras ocasiones y, como nunca hab¨ªa pasado nada, pens¨¦ que todo iba a ir bien¡±. Y de hecho, al principio todo fue bien. La enfermedad se manifiesta despu¨¦s de un tiempo, por lo que inicialmente no hubo indicios de hepatitis.
El cansancio que empez¨® a sentir al pasear en bicicleta le hizo encender las alertas. Se realiz¨® otro an¨¢lisis y su h¨ªgado apareci¨® inflamado: ten¨ªa hepatitis C. Fue a otro m¨¦dico, se realiz¨® m¨¢s ex¨¢menes, le advirtieron que el tratamiento era tan duro como t¨®xico y la derivaron al Hospital de Bellvitge.
El procedimiento empez¨® en septiembre de 2010 y termin¨® 11 meses despu¨¦s, en agosto de 2011. ¡°Tuve que dejar de trabajar, de montar en bicicleta y me encontraba permanentemente muy cansada porque ten¨ªa anemia y no pod¨ªa hacer las actividades a las que estaba acostumbrada¡±, comenta.
Lo que s¨ª decidi¨® hacer fue seguir el tratamiento al pie de la letra. Se apunt¨®, adem¨¢s en clases de dibujo y de pintura, como una forma de sobrellevar el proceso.
¡°Lo pas¨¦ muy mal, porque me cambi¨® much¨ªsimo la vida y me bajaron mucho las defensas. Ten¨ªa fuertes dolores de cabeza, que nunca hab¨ªa tenido. Muchos s¨ªntomas gripales, con escalofr¨ªos y molestias g¨¢stricas durante muchos d¨ªas seguidos¡±, relata.
En todo caso, vali¨® la pena. Una semana antes de conceder su testimonio para el libro se le comunic¨® que estaba curada. Estar sana le ha permitido volver a su trabajo con m¨¢s ganas y con el conocimiento de lo que necesita el paciente cuando se le diagnostica la hepatitis C.
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