No subestime al genio adolescente

¡°Luis, si vivieses en Estados Unidos te habr¨ªan dado un mill¨®n de d¨®lares¡±. Esa frase es una cantinela en la vida de Luis Iv¨¢n Cuende. A los 12 a?os cre¨® una distribuci¨®n Linux para Asturias, Asturix, que se han instalado 30.000 usuarios en 20 pa¨ªses. Un ¨¦xito empresarial que no corresponde con su presupuesto o su reconocimiento social y medi¨¢tico. ¡°Se nos margina por la edad. Ninguna Administraci¨®n se ha interesado por mi sistema que es gratuito, no he conocido a ning¨²n pol¨ªtico, cuando buscaba financiaci¨®n se re¨ªan¡­¡±, cuenta. El premio a mejor hacker adolescente de Europa 2011, otorgado en el concurso de programaci¨®n HackNow, le hizo subir enteros como profesional y ahora junto al murciano Alberto El¨ªas de Ayala, de 16, busca inversores para su empresa Holalabs. Les separan 1.000 kil¨®metros, pero no la ilusi¨®n de lanzar un nuevo escritorio o posicionar su proyecto Incubator. Este canaliza en la Red cinco proyectos de j¨®venes ambiciosos, enfrascados en crear un Twitter para v¨ªdeos o un competidor de Google.

Con 12 a?os, Luis creo un ¡®software. ¡°Cuando buscaba fondos se re¨ªan¡± dice

Ellos no son el futuro sino el presente. ¡°El futuro pertenece a las sociedades que faciliten el despliegue de la capacidad emprendedora de los ciudadanos ¡ªaquellas que defienden y fomentan la libertad¡ª porque alumbrar¨¢n las nuevas empresas que convertir¨¢n los problemas actuales en oportunidades para mejorar la calidad del sistema productivo¡±, afirman el economista ?ngel Pes y el fil¨®sofo Norbert Bilbeny en Emprender con responsabilidad (Lid).

¡°Entre mis compa?eros hay mucho talento, pero est¨¢n dormidos. Les animo, pero les puede el miedo o les aburre¡±, lamenta Cuende. En vacaciones no se despega del ordenador y durante el curso saca seis horas diarias para sus proyectos. Con su pantal¨®n corto y su camiseta azul, se diluye en la masa. Pero no es uno m¨¢s. Es un inspirational speaker. Piensa que no es positivo que se fuerce a la gente a ser emprendedora, pero que se frena la originalidad en las escuelas. ¡°Con los a?os se gana experiencia y se pierde creatividad¡±.

Se entiende, pues, que este peque?o Bill Gates autodidacta, al que ayudan una veintena de personas, se sienta un incomprendido, aunque reconfortado tras compartir d¨ªas con 240 estudiantes del bachillerato internacional (BI). Una conferencia de futuros emprendedores de m¨¢s de 30 pa¨ªses que se ha celebrado en la IE University de Segovia. Su objetivo: que estos chicos aprendiesen herramientas para levantar empresas sociales que sirvan de veh¨ªculo para cambiar lo que les rodea. La imagen opuesta a los denigrados ni-nis. Potenciar esta creatividad es tarea de Max Oliva, cofundador de HubMadrid, un espacio de trabajo que comparten emprendedores empe?ados en mejorar el mundo¡±. ¡°Hay 4.000 millones de personas que viven con dos o cuatro d¨®lares al d¨ªa y pagan m¨¢s por productos y servicios que, adem¨¢s, son de peor calidad. Dar un 0,6% del PIB en ayuda al desarrollo es caridad. Hay que apostar por poner en valor real su budget (presupuesto) y no olvidar su dignidad¡±, resalta el cofundador la cooperativa de educaci¨®n Teamlab.

Oliva coordina en la IE los talleres de Design Thinking, el mismo proceso de creaci¨®n al que se enfrentan los dise?adores para desarrollar productos o servicios. El primer paso es descubrir las necesidades del usuario. Despu¨¦s, generar ideas tangibles que den soluci¨®n. Luego se crea un storyboard, en el que se relata su vida y la estrategia a seguir. Y, finalmente, un v¨ªdeo. As¨ª, para afrontar la integraci¨®n de las minor¨ªas en un instituto de California, los adolescentes del BI decidieron organizar una fiesta con eventos deportivos en el que cada uno mostraba su cultura. Un festejo sufragado con la venta de camisetas y de entradas.

Es dif¨ªcil conseguir financiaci¨®n, pero no gente dispuesta a colaborar gratis

Naufragar en un proyecto de negocio es muy com¨²n y Oliva lamenta que en Espa?a el fracaso est¨¦ mal visto. ¡°Lo omites en tu curr¨ªculum, mientras que en Estados Unidos ofreces una explicaci¨®n de qu¨¦ ha fallado¡±. Jos¨¦ Pic¨®, de la ONG Iniciador, comparte este punto de vista: ¡°A Estados Unidos llegaron emprendedores dispuestos a dejar su pa¨ªs para ganarse la vida. El emprendimiento lo llevan en su c¨®digo gen¨¦tico. En Espa?a es un problema de timidez y verg¨¹enza. En un aula con ni?os de dos a?os todos cantan una canci¨®n si se les pide. A los ocho cantan la mitad y, si se pidiese en la universidad, si acaso lo har¨ªa uno. Por eso hay que aprender a hablar en p¨²blico¡±.

En Iniciador no quieren ense?ar a los ni?os a ser empresarios, sino transformar su sue?o en realidad y este pasa a veces por crear su propia empresa. Ofrecen talleres para aprender herramientas en campamentos en los que no falta la diversi¨®n, y ponen en contacto a j¨®venes con empresarios. A uno acudi¨® Nestor Palao, fundador de Sluik, una gu¨ªa de viajes por smartphone escrita y usada por los viajeros. Talentoso, confiesa que le daba miedo crear su empresa. All¨ª le guiaron y pusieron en contacto con otra gente. ¡°Con la crisis es muy dif¨ªcil conseguir financiaci¨®n, pero hay gente dispuesta a ayudarte gratis, por ejemplo, con temas de contabilidad o redes sociales. Nestor es un genio, pero no sabe programaci¨®n y ha encontrado quien le ayude¡±, cuenta Pic¨®. Los j¨®venes tienen claro que para triunfar hay que tejer una red de contactos, ya no funciona la base piramidal. ¡°Antes de la Revoluci¨®n Industrial los conocimientos se transmit¨ªan de una generaci¨®n a la otra. El trabajo en cadena acab¨® con ello y ahora se est¨¢ recuperando el compartir¡±, subraya Pic¨®.

David Alva, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de J¨®venes Empresarios, que congrega a 18.500 personas, da fe del nuevo emprendimiento. ¡°Algunos estudios hablan de un 20% m¨¢s. Ha nacido el emprendedor por necesidad¡±. Entre sus socios no hay adolescentes, pero ¡°hemos sugerido que en la Ley de Apoyo a Emprendedores se contemple que desde los primeros ciclos educativos se ense?e a crear una cooperativa, pedir un cr¨¦dito, llevar las cuentas... En Brasil hay grandes futbolistas porque tienen un bal¨®n desde peque?os¡±. Alva, como Pic¨®, piensa que m¨¢s que fomentar pol¨ªticas para j¨®venes, lo que hay que hacer es no poner zancadillas burocr¨¢ticas. ¡°Es imposible crear una empresa y pagar desde el primer d¨ªa 250 euros de aut¨®nomos al mes. En Alemania son 20 euros en total hasta que no facturas 18.000¡±.

A diferencia de Palao, estos adolescentes del IB parecen no temer el descalabro y encuentran en Am¨¦rica su referente. Cuende no estudiar¨¢ inform¨¢tica en Espa?a ¡ª¡°usan tecnolog¨ªa de hace 30 a?os¡±¡ª y coquetea con la idea de ir al Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts o la Universidad de Stanford en California. Recomendaciones nunca le faltar¨ªan. Mientras que el marroqu¨ª Ziyad el Mouniri, de 19 a?os, no duda en dejar sus ONG en manos de otros para estudiar matem¨¢ticas financieras en Chicago, la mejor plataforma para conseguir fondos. ¡°Con Internet y un tel¨¦fono, da igual d¨®nde se est¨¦¡±.

No hay sue?o imposible. Fundan ONG y las dirigen desde cualquier sitio

Los ¨²ltimos dos a?os los ha pasado en la African Leadership Academy, una instituci¨®n panafricana que modela gobernantes. ¡°En esa escuela se oyen muchas historias como la m¨ªa¡±, asegura. A los 16 a?os comenz¨® a rastrear becas estadounidenses y descubri¨® que necesitaba estar involucrado en proyectos sociales. Impartiendo clases conoci¨® a Rashida, que apenas acud¨ªa a la escuela. Su padre solo pensaba en casarla. Mouniri habl¨® con ¨¦l, escribi¨® cartas en los peri¨®dicos y tras amenazar con denunciarle consigui¨® que volviese. La llama solidaria prendi¨®.

As¨ª, tras asistir a una cumbre de j¨®venes en Londres organizada por el British Council, Mouniri y otras siete chicas crearon en 2010 Women Empowerment: Walk Across the Borders. ¡°Las mujeres pueden llegar a su m¨¢ximo potencial si creen que no son inferiores. Hemos mandado con esta intenci¨®n conferenciantes por pueblos de Marruecos, Pakist¨¢n, China, Indonesia, Israel...¡±. Ese a?o organiz¨® en Rabat con 600 d¨®lares (490 euros) un encuentro de j¨®venes dispuestas a emprender. En 2011 contaron con 3.000 ¡ª¡°tomamos fotos y v¨ªdeos y fuimos a las ONG diciendo: mirad qu¨¦ brillantes¡­¡±¡ª y este a?o, con 20.000.

Sin las nuevas tecnolog¨ªas no se entender¨ªa el auge de este movimiento ¨¢gil, cambiante, fresco e innovador. Un ejemplo es Sebastian Lindstr?m. ¡°En 2007 cruzamos ?frica con una c¨¢mara, en transportes p¨²blicos y durmiendo con la gente a la que grab¨¢bamos. Las ONG nos encargaban v¨ªdeos y con ese peque?o dinero sac¨¢bamos a la luz otras historias¡±, cuenta. Desde entonces, este sueco licenciado en Hong Kong ha rodado en 40 pa¨ªses. Habla en Segovia horas antes de planear en un barco con su equipo sus siguientes v¨ªdeos en YouTube. Sudam¨¦rica es su destino.

En Ghana, Lindstr?m ha creado una ONG que asiste a 50 ni?os con sida; con el movimiento The What Took You So Long Foundation ayuda a sentar las bases de proyectos en cualquier lugar del mundo¡­ Pero, sin duda, su proyecto m¨¢s peculiar es la promoci¨®n del queso de leche de camello con un documental en la Red. ¡°Conoc¨ª sus grandes propiedades en Mongolia y decid¨ª ayudar a esos n¨®madas¡±.

Est¨¢n convencidos de que la mejora llegar¨¢ con una red de peque?os proyectos

Los bachilleres en Segovia escuchan con devoci¨®n a estos inspirational speakers y tratan en grupo de desarrollar su proyecto. A veces se atascan y llaman a los ¡°dinamizadores¡±, los portugueses Jo?o Brittes y Diego Silva, que en un momento les ponen a bailar para recargar bater¨ªas. Ambos son cofundadores del Transformers Project y protagonistas de una historia que dar¨ªa para una emotiva pel¨ªcula de superaci¨®n. ¡°Hasta los 16 a?os mi vida era solo dos cosas: nadar y la escuela. Con mi club en relevos fuimos campeones nacionales¡±, recuerda Brittes, de 21 a?os. ¡°Entonces me plante¨¦: ?quiero dedicar tanto esfuerzo a nadar? ?Por qu¨¦ no aplicarlo a algo elegido por m¨ª? Decid¨ª bailar break- dance con los amigos en las calles. Fue una decisi¨®n muy dura. Mis entrenadores y mis padres no lo aprobaron¡±.

Brittes aprendi¨® ¡°un baile en el que se cambian lar armas por el contacto f¨ªsico¡± y con varios compa?eros fund¨® su organizaci¨®n con un brazo ya en Oporto. Imparten clase de break-dance, percusi¨®n o producci¨®n musical a 250 ni?os en barrios, reformatorios y hospitales. ¡°Si hay algo que te gusta mucho puedes usarlo para conseguir cambios. Tienes superpoderes. Por ejemplo, el mensaje de que no hay que pelearse o drogarse¡±, sostiene Silva. ¡°No somos profesores, somos mentores. Nos interesamos por su historia¡±.

Los bachilleres cierran el d¨ªa con una fiesta. Una adolescente agarra el micr¨®fono y emocionada dice: ¡°En Grecia no tenemos dinero, pero tenemos cultura¡±. Baja, une sus manos con las de sus compatriotas y se marcan un sirtaki. Hay esperanza para el emprendimiento.