¡°Los pol¨ªticos me arrancaron la vida¡±

Seraf¨ªn Mar¨ªn (Moncada y Reixach, Barcelona, 1983), el ¨²nico matador de toros catal¨¢n en activo, no olvidar¨¢ f¨¢cilmente aquella ma?ana del 28 de julio de 2010, cuando el Parlamento de Catalu?a aprob¨® por 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones la abolici¨®n de los festejos taurinos en esa comunidad. Desde la tribuna de invitados, asisti¨® con cara de sorpresa, incredulidad y desolaci¨®n, a la decisi¨®n final. ¡°Fue una jornada muy triste¡±, dice. ¡°Sent¨ª c¨®mo los pol¨ªticos me arrancaban la vida¡±.

Aquel d¨ªa se pon¨ªa fin a una larga e intensa relaci¨®n entre Catalu?a y la fiesta de los toros, nacida all¨¢ por el a?o 1387. Tiempo despu¨¦s, en 1834, se inaugur¨® la primera plaza en Barcelona, y la fiesta alcanz¨® tal apogeo que se produjo la extraordinaria circunstancia de que entre 1914 y 1923 funcionaron simult¨¢neamente tres plazas en la capital. M¨¢s tarde, aparecer¨ªa Pedro Bala?¨¢, el empresario taurino m¨¢s importante de la historia, y convirti¨® a Barcelona en la capital mundial del toreo. Pero cambiaron las costumbres, y lo que parec¨ªa bien cimentado se desplom¨®, ayudada por el nacionalismo, que aprovech¨® el decaimiento de la afici¨®n y la desidia de los taurinos para iniciar una furibunda campa?a que ha desembocado en la prohibici¨®n.

Seraf¨ªn Mar¨ªn se convirti¨® por derecho propio en el s¨ªmbolo del taurinismo catal¨¢n. As¨ª, el 19 de mayo de 2010, en plena Feria de San Isidro, se present¨® en Las Ventas envuelto en la se?era a modo de capote de paseo, y tocado con la barretina en un claro gesto reivindicativo. De tal guisa fue aclamado tambi¨¦n en La Monumental de Barcelona; especialmente, la tarde del 25 de septiembre de 2011, cuando ¨¦l, Juan Mora y Jos¨¦ Tom¨¢s protagonizaron el ¨²ltimo pase¨ªllo antes de que se cerraran definitivamente las puertas del ¨²nico coso catal¨¢n que celebraba festejos taurinos.

No soy un ilegal, pero me siento como si lo fuera. Solo puedo entrenar¡±

¡°Aquella fue una corrida muy triste¡±, recuerda Mar¨ªn. ¡°Fueron muchas emociones encontradas y, la verdad, es que lo pas¨¦ mal. No ten¨ªa que haber ido¡±.

Habla Seraf¨ªn Mar¨ªn con una honda melancol¨ªa, muy dolido, a pesar del tiempo transcurrido. Tanto es as¨ª que confiesa que a¨²n no ha descartado el exilio de Catalu?a, donde sigue viviendo en su Moncada natal, en la casa de sus padres, originarios de Ja¨¦n.

¡°No soy un ilegal, pero me siento como si lo fuera¡±, a?ade. ¡°Lo ¨²nico que puedo hacer es entrenar, que no est¨¢ prohibido, y lo hago cada d¨ªa junto a un grupo de siete u ocho novilleros que no pierden la ilusi¨®n de que vuelvan los toros a esta tierra¡±.

?l tambi¨¦n quiere estar convencido de ello, y aunque mantiene la esperanza de que fructifiquen el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP o las 500.000 firmas que ya est¨¢n en el Congreso de los Diputados con el fin de declarar la fiesta de los toros como Bien de Inter¨¦s Cultural, reconoce que es muy dif¨ªcil que los festejos taurinos retornen a Catalu?a.

Cree, sin embargo, que son muchos los aficionados catalanes que a?oran tiempos pasados, y que la decisi¨®n del Parlamento no tiene otra raz¨®n que no sea la pol¨ªtica. ¡°Est¨¢ claro¡±, afirma, ¡°que la intenci¨®n de los que votaron en contra de los toros no era proteger a los animales, porque hubieran prohibido tambi¨¦n la caza, la pesca y los correbous; no persegu¨ªan m¨¢s que la independencia de Espa?a, y no hay nada m¨¢s espa?ol que los toros¡±.

El torero hace de tripas coraz¨®n y sigue adelante en una temporada que se le ha puesto muy cuesta arriba. Solo y en una tierra que le ha negado el pan. Pero Seraf¨ªn Mar¨ªn est¨¢ acostumbrado; a fin de cuentas, ning¨²n torero le acompa?¨® en su cruzada a favor de los toros. ¡°S¨ª, la verdad es que ech¨¦ en falta alg¨²n cable; y no solo de los toreros, sino de otros sectores¡±.