?Y los astronautas para cu¨¢ndo?
El primer viaje con humanos a bordo a Marte a¨²n no tiene fecha La expedici¨®n podr¨ªa durar dos a?os China podr¨ªa jugar un papel clave en la expedici¨®n tripulada
Habr¨¢ que esperar, y bastante, si no se da al asunto el impulso pol¨ªtico necesario y la financiaci¨®n imprescindible, para que un grupo de astronautas emprendan un viaje, que durar¨ªa un par de a?os, al planeta rojo. El director de la NASA record¨® ayer la "visi¨®n" del presidente Obama de enviar seres humanos al mundo vecino en la d¨¦cada de los treinta, aunque nunca se ha dicho expl¨ªcitamente cu¨¢l es el objetivo de tan costosa y arriesgada excursi¨®n. Destac¨® que la misi¨®n del Curiosity es un paso en esa senda.
Esa senda es incierta y, por ahora, m¨¢s bien un sue?o o un horizonte lejano. Lo que es una realidad es el programa de exploraci¨®n de Marte de la NASA, que, aunque con altibajos por la apretada financiaci¨®n, se desarrolla con notable continuidad y va cosechando ¨¦xitos y adquiriendo cada vez m¨¢s conocimientos del mundo vecino.
La exploraci¨®n rob¨®tica
Los programas de exploraci¨®n planetaria y cient¨ªfico de la agencia estadounidense reciben una peque?a fracci¨®n del presupuesto de la NASA, que dedica su mayor esfuerzo al programa de astronautas. Misiones de exploraci¨®n avanzadas y telescopios en ¨®rbita se suceden a lo largo de los a?os para satisfacci¨®n de los investigadores, mientras que el programa tripulado, de gran importancia para la industria aeroespacial estadounidense, se atasca una y otra vez. Ahora mismo, Estados Unidos no dispone de una nave de transporte para sus astronautas y tiene que depender de las naves rusas.
Si el hito hist¨®rico de la exploraci¨®n de Marte se alcanza ahora con el Curiosity, como se alcanz¨® antes con cada una de las misiones anteriores, el hito del programa tripulado sigue siendo la llegada a la Luna con las misiones Apolo, en los a?os sesenta. Lo que no quiere decir que sea en absoluto desde?able el conocimiento acumulado en todos los programas tripulados posteriores, incluida la Estaci¨®n Espacial, pese a los bandazos de estrategia pol¨ªtica que sufre.
Que ambos programas, el de exploraci¨®n con robots y el de tripulantes humanos, deben confluir en alg¨²n momento es obvio, y la experiencia y conocimientos adquirida en el primero ser¨¢n imprescindibles para el segundo. Pero no hay fecha para ese encuentro y, mientras tanto, las misiones autom¨¢ticas permiten a la ciencia profundizar cada vez m¨¢s en el conocimiento del mundo vecino (y, por comparaci¨®n, del nuestro).
Por ahora no cabe imaginar la exploraci¨®n de Marte con astronautas sin el liderazgo determinante de la NASA, aunque puede contar con la colaboraci¨®n de Europa y otras potencias espaciales.
El avance de China
En cuanto a China, a d¨ªa de hoy, est¨¢ notablemente detr¨¢s en cuanto a nivel y experiencia tecnol¨®gicos, pero avanza con pasos de gigante. Tal vez China precisamente juegue en el futuro un papel clave en un programa marciano y tripulado de la NASA espoleando su financiaci¨®n y puesta en marcha efectiva si se convierte en contendiente que amenace con llegar primero.
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