Los narcos aprenden qu¨ªmica
Espa?a detecta tres nuevas drogas legales en 2012 Estas sustancias imitan la composici¨®n y los efectos de las prohibidas, pero a¨²n no est¨¢n clasificadas
Al contrario que los camellos b¨ªblicos, que no cab¨ªan por el ojo de una aguja, los camellos de la qu¨ªmica ¡ªlos narcos¡ª han encontrado resquicios para colarse. En este caso, legales. El mercado de la droga se reinventa d¨ªa a d¨ªa para aprovechar vac¨ªos normativos, y proliferan las nuevas sustancias legales. Drogas que se obtienen a partir de una peque?a reformulaci¨®n de aquellas ya conocidas y tipificadas como prohibidas. No se pueden perseguir, pero son igual de peligrosas que el resto. En lo que va de a?o se han detectado en Espa?a tres: yayo hard, APBD y 4metilanfetamina. Entre 2010 y 2011 se localizaron en toda la Uni¨®n Europea 90. Sustancias que en su mayor¨ªa se venden en la clandestinidad y el trapicheo, aunque tambi¨¦n pueden encontrarse en Internet o en ciertas tiendas, en forma de c¨¢psulas o polvos alegres que se suelen comercializar con el reclamo de que ayudan al subid¨®n.
Julia Gonz¨¢lez, directora de la Unidad de Informaci¨®n del Plan Nacional Sobre Drogas, alerta del incremento de estos nuevos estupefacientes. ¡°Entre 1997 y 2004 se detectaron 36, y solo en 2011 se encontraron 49. El salto ha sido inmenso¡±, dice. Un aviso que tambi¨¦n lanza la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes de la ONU, que en su ¨²ltimo informe hablaba de la proliferaci¨®n de estas sustancias y la dificultad de perseguirlas.
Gonz¨¢lez explica que la mayor¨ªa de esas drogas recientes se detectan gracias a los propios consumidores, a organizaciones que se dedican a analizarlas o a trav¨¦s de la polic¨ªa. Toda esa informaci¨®n, una vez se ha estudiado la sustancia, se canaliza a trav¨¦s de una red de alerta europea que eval¨²a su riesgo y ¡ªsi lo considera¡ª propone que ese producto hasta ese momento desconocido pase a formar parte del cat¨¢logo de drogas ilegales. Un listado en el que se encuentran, por ejemplo, la coca¨ªna, la hero¨ªna o la metanfetamina.
Tienen m¨¢s riesgo que las ya vetadas porque sus efectos a¨²n no se han estudiado
Pero la rapidez del mercado es pasmosa y es imposible hacer constante la actualizaci¨®n de las sustancias controladas. La ¨²ltima inclusi¨®n fue en verano de 2010, con la mefedrona, una sustancia de efectos estimulantes similares a los de las anfetaminas o la coca¨ªna, que se comercializaba en forma de polvo, sales de ba?o o incluso fertilizante para plantas. Antes de esa incorporaci¨®n al cat¨¢logo, sin embargo, pa¨ªses como Reino Unido ya la hab¨ªan prohibido despu¨¦s de detectar varias muertes asociadas a su consumo.
Los camellos de la qu¨ªmica, sin embargo, se dieron prisa por encontrarle sustituta. Y surgi¨® la nafirona, a¨²n sin legislar en la mayor¨ªa de la UE. Josep Rovira, coordinador del ¨¢rea de drogas de la asociaci¨®n Bienestar y Desarrollo ¡ªresponsables del proyecto Energy Control, que analiza sustancias en muchos puntos de Espa?a¡ª, tambi¨¦n habla del incremento de estas sustancias. Y de sus peligros. ¡°El problema es que tienen muchos m¨¢s riesgos que las ya conocidas porque no se han estudiado. No hay conocimiento de los da?os que pueden causar¡±, dice. ¡°Adem¨¢s, son sustancias de dif¨ªcil manejo que se suelen consumir en microdosis, con lo que la posibilidad de equivocarse es habitual¡±, a?ade. Tambi¨¦n Gonz¨¢lez, que explica que se va a crear un comit¨¦ de expertos europeo para analizar los nuevos hallazgos, alerta sobre esto: ¡°Nos preocupa porque, como son nuevas, no sabemos c¨®mo se comportan en el organismo¡±.
Lo que buscan estas sustancias es imitar los efectos de aquellas m¨¢s comunes y ya ilegales. Como la yayo hard, descubierta por primera vez este a?o, precisamente en Espa?a, una sustancia similar a la ketamina que produce una alteraci¨®n de la realidad. O la APBD, una droga parecida a un alucin¨®geno que se detect¨® en una tienda de Madrid donde se vend¨ªa en forma de c¨¢psulas. Y es que no es dif¨ªcil hallar establecimientos donde se venden sustancias psicoactivas como incienso o material de jardiner¨ªa. Tampoco encontrarlas en la Red; en 2011, el Observatorio Europeo sobre Drogas encontr¨® 440 p¨¢ginas web que aprovechaban el vac¨ªo legal para ofrecerlas.
Una hero¨ªna el doble de mala
Por si la dependencia de la hero¨ªna no fuera bastante problema, los usuarios de Europa se enfrentan a otra amenaza: la circulaci¨®n de una partida contaminada con esporas de carbunco (¨¢ntrax). Desde el principio de junio, el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en ingl¨¦s) ha registrado siete casos de intoxicaci¨®n: tres en Alemania, dos en Dinamarca, uno en Francia y otro en Reino Unido. Uno de los afectados de Alemania y otro de los de Dinamarca han fallecido.
Los an¨¢lisis de todos los casos no han concluido, pero los que se han hecho hasta ahora, los de los cinco primeros casos, han dado como resultado que se trata de una sola partida que se est¨¢ moviendo por Europa. Tanto, que la Delegaci¨®n del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha emitido una nota en la que afirma que ¡°es posible que la hero¨ªna contaminada est¨¦ circulando por otros pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a; aunque hasta el momento no se ha detectado ning¨²n caso¡±.
Seg¨²n este organismo ¡ªdependiente del Ministerio de Sanidad¡ª, no hay forma de saber a priori si la droga est¨¢ contaminada. Su color y olor es como el habitual. As¨ª, lo ¨²nico que pueden hacer los usuarios es estar pendientes por si aparecen s¨ªntomas de intoxicaci¨®n: "Dolor de garganta, fiebre leve y dolor muscular, tos, malestar en el pecho y dificultad para respirar en el caso de que la hero¨ªna contaminada se haya inhalado o fumado". En esos casos, debe irse r¨¢pidamente al m¨¦dico, ya que la ¨²nica soluci¨®n es un tratamiento antibi¨®tico precoz.
No es la primera vez que se produce una alerta similar. Hace dos a?os, una partida contaminada de la misma manera caus¨® 23 intoxicaciones graves, 21 en Reino Unido y dos en Alemania. Uno de los brit¨¢nicos y los dos alemanes murieron. Se desconoce si los casos est¨¢n relacionados, y c¨®mo se produce la contaminaci¨®n, aunque se supone que es accidental y no intencionada.
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