417 medicamentos saldr¨¢n de la financiaci¨®n p¨²blica el 1 de septiembre
Sanidad espera ahorrar m¨¢s de 450 millones con la medida Antidiarreicos, preparados para la tos, hemorroides, varices y herpes salen de la cartera p¨²blica de f¨¢rmacos 97 seguir¨¢n estando financiados para tratar enfermedades graves o cr¨®nicas
Era, probablemente, la medida m¨¢s sencilla del paquete de ahorro del Ministerio de Sanidad: dejar de financiar un n¨²mero reducido de medicamentos para ahorrar unos 458 millones de euros. La lista definitiva que ha publicado hoy el BOE ha quedado en 417. Aunque m¨¢s que hablar de f¨¢rmacos, habr¨ªa que decir que se trata de 417 presentaciones, porque el n¨²mero de mol¨¦culas que dejan de pagarse con fondos p¨²blicos es mucho menor. La diferencia est¨¢ en que un compuesto puede venderse de muchas formas, aunque siempre sea con el mismo fin. Por ejemplo, la lista incluye m¨¢s de 30 presentaciones de acetilciste¨ªna (en polvo, efervescentes, sobres, granulados; de 100 miligramos, 200, 600) un tratamiento para reducir la mucosidad durante los enfriamientos, y otras treintena de aciclovir, que se usa para combatir el herpes labial, sobre todo.
En Espa?a hay aprobadas una 26.000 presentaciones, de las que 18.600 son financiadas p¨²blicamente. De ellas, unas 5.000 son de uso exclusivamente hospitalario, lo que deja en unas 13.500 las que se recetaban en ambulatorios y consultas.
Aunque los excluidos son pocos (un 3% de las 13.500), la importancia de la medida estriba en que son productos muy populares. Jos¨¦ Mar¨ªa Molero, miembro del Consejo Asesor de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), calcula que pueden suponer entre el 10% y el 15% de las prescripciones de un m¨¦dico de atenci¨®n primaria. Entre los f¨¢rmacos, los hay para la mucosidad y la tos (acetilciste¨ªna, Codeisan), antidiarreicos (Fortasec), l¨¢grimas artificiales (Acuolens), antiinflamatorios (diclofenaco, Voltar¨¦n), protectores estomacales y anti¨¢cidos (Almax) y promotores del bolo digestivo (plantago).
Seg¨²n ha explicado el ministerio ¨Cy as¨ª lo recoge la orden- para elaborar la lista se han atendido los siguientes criterios: que haya uno equivalente m¨¢s barato, que ya existiera uno con ¡°el mismo principio activo y dosis¡± pero que se pudiera conseguir sin receta (y que, por tanto, estuviera no financiado), que ¡°en el entorno europeo se trate de un producto considerado publicitario¡± (los que se pueden anunciar y que, por tanto, no necesitan receta ni son financiados por la sanidad p¨²blica), ¡°que principio activo cuente con un perfil de seguridad y eficacia favorable y suficientemente documentado a trav¨¦s de a?os de experiencia y un uso extenso¡± y ¡°por estar indicados en el tratamiento de s¨ªntomas menores¡±.
A estas consideraciones se a?ade una mucho m¨¢s general: ¡°Que su financiaci¨®n no se considere necesaria para cubrir las necesidades b¨¢sicas de la poblaci¨®n espa?ola¡± o que ¡°no respondan a las necesidades terap¨¦uticas actuales¡±. Un caso claro podr¨ªan ser los que se han quedado anticuados porque haya una alternativa mejor. Molero calcula que esto afecta a algo m¨¢s del 10% de los excluidos. ¡°Eso no quiere decir que no quede alg¨²n m¨¦dico que los use, pero son los menos¡±. Entre ellos sit¨²a alg¨²n potenciador de la memoria, algunos mucol¨ªticos, digestivos y los dedicados a las afecciones venosas superficiales.
En cualquier caso, como ha dicho el director general de la Cartera B¨¢sica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Agust¨ªn Rivero, estos medicamentos podr¨¢n seguir siendo prescritos por el m¨¦dico. La diferencia es que el paciente deber¨¢ abonarlo ¨ªntegramente, y no solo la parte que le corresponda por el copago, como hasta ahora (es decir, el paciente compensar¨¢ con su aportaci¨®n el ahorro a las Administraciones).
Sanidad recalca que se trata de productos, en general, baratos (y que, por tanto, son asumibles por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n). Aproximadamente un 80% cuesta menos de siete euros, seg¨²n el c¨¢lculo que ha hecho este peri¨®dico. Pero para un paciente polimedicado que tenga que tomar varios de los m¨¢s caros el impacto puede ser importante. En cualquier caso, ¡°siempre hay un medicamento que est¨¢ financiado que se puede utilizar¡± como alternativa, ha indicado Rivero.
La lista original del ministerio era algo m¨¢s amplia (456 en el primer borrador que se envi¨® a las comunidades, 426 en el anterior a la orden cerrada), pero, al final, algunos medicamentos se han mantenido. Es el caso del Imiquimod y la podofidotoxina, unas cremas que se utilizan para tratar condilomas genitales. La Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial, entre otros, aleg¨® que estas lesiones eran precancerosas, por lo que al final se han mantenido en la lista.
Habr¨¢ excepciones para enfermos cr¨®nicos (c¨¢ncer, s¨ªndrome de Sj?gen)
Otro cambio respecto al proyecto inicial es que se mantienen excepciones en algunos casos. Es decir, aunque est¨¦n en la lista, hasta 97 de las presentaciones podr¨¢n seguir us¨¢ndose en algunos casos. Por ejemplo, los formadores de volumen se mantendr¨¢n financiados para pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, colon irritable y diverticulosis. Los laxantes osm¨®ticos se financiar¨¢n para casos de encefalopat¨ªa portosist¨¦mica y paraplejia. Los antagonistas del receptor opioide perif¨¦rico (analg¨¦sicos) estar¨¢n financiados para pacientes de c¨¢ncer. Otros vasodilatadores perif¨¦ricos conservar¨¢n la financiaci¨®n en casos de claudicaci¨®n intermitente (el dolor que produce la arterosclerosis en las extremidades, sobre todo las inferiores). Adem¨¢s, los alcaloides del opio y derivados se mantendr¨¢n para pacientes con c¨¢ncer que sufran tos persistente, y los oftalmol¨®gicos estar¨¢n financiados en casos de s¨ªndrome de Sj?gren (del ojo seco).
Este es uno de los aspectos que critican los m¨¦dicos de familia. Molero cree que se deb¨ªa haber sido m¨¢s generoso con las excepciones. Por ejemplo, indica que hay casos de personas con c¨¢ncer u otras patolog¨ªas que, aparte de analg¨¦sicos, pueden necesitar laxantes, ya que el estre?imiento es uno de los efectos adversos de su medicaci¨®n. Aunque el m¨¦dico indica que la mayor¨ªa de los medicamentos tienen una utilidad terap¨¦utica media o baja, no debe descartarse su uso en todos los casos. ¡°Tambi¨¦n con los antitus¨ªgenos har¨ªa alguna excepci¨®n m¨¢s. Por ejemplo, si una persona est¨¢ reci¨¦n operada, puede venirle bien para evitarle las molestias al toser y que no se le salten los puntos¡±, o ¡°son convenientes en una persona que se va a operar de cataratas¡±.
En sus alegaciones a la orden original, a las que tuvo acceso este peri¨®dico, la OMC se?alaba que alguno de estos productos ten¨ªan incuso un efecto placebo, ¡°lo que dificulta su retirada¡±. Adem¨¢s, la OMC criticaba que la decisi¨®n de qu¨¦ f¨¢rmacos se inclu¨ªan en la lista obedece a definiciones tan poco rigurosas como la definici¨®n de ¡°dolencia leve¡± o ¡°amplia tolerancia¡±. Usando un ejemplo que se ha repetido durante el debate previo a la orden, una acidez de est¨®mago puede ser fruto de una comida fuerte, una ¨²lcera, un c¨¢ncer o una medicaci¨®n. En todos los casos puede recibirse el mismo tratamiento, pero en unos casos est¨¢ m¨¢s justificado que en otros.
Precisamente el caso de los anti¨¢cidos es uno de los que ha puesto el consejero catal¨¢n de Sanidad, Boi Ruiz, para oponerse a la medida. Seg¨²n Ruiz, se va a producir un desv¨ªo en la prescripci¨®n hacia otros productos tambi¨¦n para el est¨®mago, como la ranitidina (Losec) o el omeprazol. La OMC recoge estas cr¨ªticas en sus alegaciones, al indicar que ¡°todas las medidas macro, tendentes a reducir el gasto farmac¨¦utico mediante la retirada de la financiaci¨®n p¨²blica de listas de medicamentos, hist¨®ricamente han supuesto un repunte final del gasto farmac¨¦utico¡±.
Un peligro que haya un desplazamiento y se receten productos m¨¢s caros
El director de la Asociaci¨®n para el Autocuidado de la Salud (Anefp), Rafael Garc¨ªa Guti¨¦rrez, coincide con una portavoz de Sanidad en que esto no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. ¡°Si se han excluido todos los medicamentos de un mismo grupo terap¨¦utico, el m¨¦dico, en conciencia, tiene que indicar uno de ellos¡±, afirma. Anefp es de las asociaciones m¨¢s partidarias de este tipo de medida. Sus siglas originales corresponden a Asociaci¨®n Nacional de Especialidades Farmac¨¦uticas Publicitarias ¨Ces decir, las sin receta-, un grupo que despu¨¦s de esta resoluci¨®n va a crecer. Garc¨ªa se?ala que, adem¨¢s, para evitar este deslizamiento, ¡°hay que acelerar la implantaci¨®n de la receta electr¨®nica¡±.
Anefp ha sido, tradicionalmente, la que m¨¢s ha defendido esta desfinanciaci¨®n, sobre todo en el supuesto de que convivieran medicamentos con el mismo principio activo y dosis, unos de ellos con receta y otros sin ella, ya que, para ahorrar, el paciente siempre prefer¨ªa el primero.
Garc¨ªa tambi¨¦n sale al paso de otra de las cr¨ªticas al proceso: que los medicamentos que ya no quedan bajo el paraguas de la sanidad p¨²blica suban de precio. La resoluci¨®n indica que los fabricantes de los medicamentos que han quedado fuera del sistema deber¨¢n notificar los cambios de precio, pero, al no pagarlos ya ni siquiera en parte la Administraci¨®n, en teor¨ªa su importe es libre. ¡°Eso no ha pasado nunca desde 1981. Nosotros tenemos el m¨¢s riguroso de los controles: el de la competencia¡±, afirma.
Los 400 millones de ahorro (si se cumplen) representan aproximadamente el 22% del gasto farmac¨¦utico de las comunidades. Las dudas sobre la medida empezar¨¢n a aclararse a partir del 1 de septiembre, cuando entre en vigor. Si el mercado se comporta como ante el anuncio del copago, previsiblemente habr¨¢ un acaparamiento de f¨¢rmacos antes de fin de mes, y subir¨¢ la inflaci¨®n.
Los m¨¦dicos de familia creen que hay que ser m¨¢s flexibles en los criterios
M¨¢s a largo plazo, habr¨¢ que ver si no hay ese efecto de desplazamiento de las recetas hacia productos m¨¢s caros, y en qu¨¦ quedan los ahorros despu¨¦s de reducir la lista e incluir las excepciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.