P¨¢jaros que levantan pueblos
El turismo ornitol¨®gico crece en Espa?a Miles de visitantes extranjeros sustentan la econom¨ªa de pueblos que parec¨ªan abocados al abandono
Martin Kelsey, doctor en Ornitolog¨ªa por la Universidad de Oxford, ha recorrido ?frica y Am¨¦rica estudiando aves. En 1992, durante una nueva expedici¨®n, descubri¨® el Parque Natural de Monfrag¨¹e. Diez a?os despu¨¦s, con los p¨¢jaros extreme?os en la cabeza, este ingl¨¦s abandonaba el nomadismo cient¨ªfico para instalarse en Trujillo (C¨¢ceres). ?El motivo? ¡°En menos de 60 kil¨®metros hay muchos ecosistemas diferentes con distintos p¨¢jaros: el r¨ªo Ti¨¦tar, la dehesa extreme?a, los llanos de C¨¢ceres, la Sierra de Las Villuercas, las vegas del Guadiana... Y, en invierno, ?el espect¨¢culo de las grullas, que vienen de Escandinavia!¡±, dice entusiasmado en un castellano con tanto acento ingl¨¦s como l¨¦xico sudamericano. Kelsey, que es gu¨ªa de la naturaleza a sus 52 a?os, aprendi¨® castellano en el Amazonas colombiano, donde estudi¨® aves tropicales durante tres a?os.
¡°Vine para pasear y volv¨ª para trabajar¡±, recuerda diez a?os despu¨¦s de haber comprado un inmueble en Trujillo (C¨¢ceres), uno de los principales destinos ornitol¨®gicos en Europa, que desde 2005 es casa de hu¨¦spedes. Aquel a?o, Extremadura dispon¨ªa de 2.769 plazas de turismo rural y desde entonces se han incrementado en un 127%, hasta alcanzar las 6.277 plazas de este a?o, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Los extranjeros que visitan la regi¨®n han pasado de los 756 for¨¢neos que llegaron en mayo de 2005 ¨Cuno de los mejores meses para el avistamiento de aves-, a los 1.223 del mismo mes de este a?o, con datos de la misma fuente. La llegada de turistas desde fuera de Espa?a se ha incrementado un 29% respecto del curso pasado.
¡°El turista se queda muy sorprendido por la gran diversidad de p¨¢jaros¡±, explica Kelsey por tel¨¦fono, y a?ade que m¨¢s de la mitad de sus visitantes proceden de Gran Breta?a. ¡°Tambi¨¦n vienen holandeses, estadounidenses, chinos, australianos...¡±, enumera este cient¨ªfico que lleva toda su vida mirando al cielo. ¡°Con cinco a?os, ya acompa?aba a mi padre. Sal¨ªamos de Londres para ir a r¨ªos cercanos a ver c¨®mo volaban los patos y las garzas¡±, recuerda.
El Estudio de Demanda Real de Turismo Ornitol¨®gico en Extremadura, encargado por el Gobierno regional, revela que los extranjeros que llegan a la Comunidad para conocer sus p¨¢jaros proceden del Reino Unido en casi el 30% del total, seguidos de los holandeses, que rozan el 25%. Alemania, B¨¦lgica y Francia abarcan en su conjunto una cuarta parte de los turistas llegados de fuera.
¡°El turismo ornitol¨®gico tiene much¨ªsima tradici¨®n en otros pa¨ªses europeos, aunque en Espa?a se ha avanzado mucho. Se debe a que el conservacionismo tiene m¨¢s arraigo en Europa¡±, explica Ram¨®n Mart¨ª, coordinador territorial de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO), que cuenta con unos 8.000 socios, cifra que contrasta con el mill¨®n de miembros de su equivalente en Reino Unido. Son tantos los aficionados brit¨¢nicos que la actividad ha sido bautizada con el anglicismo ¡®birding¡¯ ¨C de ¡®bird¡¯, que significa p¨¢jaro en ingl¨¦s-. Otro pa¨ªs, Alemania, ha emitido m¨¢s de medio mill¨®n de carn¨¦s, y los Pa¨ªses Bajos, que apenas poseen un tercio de la poblaci¨®n espa?ola, cuentan con 153.000 miembros.
Godfried Schreur, de 42 a?os, es uno de ellos. En 1990, con 22 a?os y reci¨¦n graduado en Ingenier¨ªa Ambiental, lleg¨® a Extremadura. Tres a?os despu¨¦s, volvi¨® para ser gu¨ªa ornitol¨®gico. Despu¨¦s de casi dos d¨¦cadas trabajando en la regi¨®n, coincide con Kelsey en que "el turismo ornitol¨®gico sustenta, en gran parte, la econom¨ªa rural de C¨¢ceres". En su opini¨®n, el inter¨¦s por el turismo de naturaleza en pa¨ªses del norte, como Inglaterra y Holanda, se debe a que ¡°el desarrollo industrial ha machacado tanto el medio ambiente que pronto -a principios de siglo XX- apareci¨® el movimiento ecologista. Pero en Espa?a no surgi¨® hasta los primeros a?os de la democracia¡±.
Sin embargo, el delegado de SEO en Extremadura, Marcelino Cardalliaguet, considera que el gran inter¨¦s del turismo ornitol¨®gico en otros pa¨ªses europeos tiene su origen en el sistema educativo. ¡°En Europa hay una tradici¨®n educativa que acerca la naturaleza a la escuela. En Espa?a, hasta hace pocos a?os ning¨²n colegio iba al bosque de al lado para observar animales o plantas¡±. Kelsey y Schereur imparten cursos de educaci¨®n ambiental a ni?os y adultos extreme?os durante la temporada baja.
Pero existe un inter¨¦s creciente entre j¨®venes nacionales por los p¨¢jaros. Es lo que Gorka Gorospe, t¨¦cnico asesor del programa Birding Navarra, llama ¡°la generaci¨®n de F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente¡±. ¡°Son personas en torno a los 30 a?os, que crecieron con los documentales de animales de la Pen¨ªnsula y que tienen una gran conciencia medioambiental¡±, explica el naturalista navarro.
Navarra es otro buen ejemplo de turismo de naturaleza con proyecci¨®n creciente en el extranjero. En 2007, el mismo a?o en que se puso en marcha el proyecto de turismo ornitol¨®gico dise?ado por Gorospe, esta comunidad recibi¨® 2.064 turistas extranjeros. En 2011, esta cifra se multiplic¨® por cuatro al alcanzar los 8.288 visitantes for¨¢neos, seg¨²n el INE. Aunque los expertos advierten que la ornitolog¨ªa es solo un complemento m¨¢s de la oferta de turismo rural -sobre todo en una comunidad con un atractivo tan grande como el Pirineo-, esta actividad creci¨® en Navarra un 401% en tan solo cuatro a?os, favorecida tambi¨¦n por la proximidad de Francia. Extremadura increment¨® sus visitas en un 21% en el mismo periodo, pasando de recibir 5.691 en 2007 a los 6.879 de 2011.
No ha sido f¨¢cil que las autoridades locales abran los ojos al turismo natural, despu¨¦s de d¨¦cadas cegados por el desarrollismo. Ram¨®n Mart¨ª, coordinador territorial de SEO, explica que ¡°la explotaci¨®n de un recurso fr¨¢gil¡± como las aves requiere de una gran labor de sensibilizaci¨®n tanto del turista como de la administraci¨®n local. Por ello, asegura que ¡°todos los gu¨ªas de la naturaleza conocen bien las normas¡± para proteger el entorno y no teme que las aves se puedan ver afectadas. ¡°Es un proceso paralelo, porque el desarrollo local requiere de la conservaci¨®n de las aves. Y este nos ayuda a que el discurso proteccionista se consolide¡±.
Kelsey y Schereur, de 52 y 42 a?os respectivamente, fueron pioneros en una regi¨®n ¨²nica en Europa por su patrimonio natural. Se cruzaron en sus proyectos con miles de extreme?os que, sin expectativas de empleo, se vieron abocados a emigrar. La regi¨®n, con 337 especies de aves catalogadas, 194 de ellas reproductoras, de acuerdo con la clasificaci¨®n de SEO publicada en 2008, se erige en meca del turismo ornitol¨®gico. Sus pueblos reciben m¨¢s de 17.000 visitantes al a?o para conocer las aves, seg¨²n el Gobierno regional, y combaten as¨ª la despoblaci¨®n y el des¨¢nimo imperante. Hab¨ªa, pues, alternativa: bastaba con mirar al cielo.
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