La gen¨®mica revoluciona el estudio de las enfermedades
Las nuevas t¨¦cnicas permiten comparar ADN de forma r¨¢pida para encontrar mutaciones El m¨¦todo se aplica al c¨¢ncer, pero puede servir tambi¨¦n para las dolencias raras
La gen¨®mica no es una meta, es el punto de partida. Una vez secuenciado el primer ADN completo del ser humano hace ya una d¨¦cada, la medicina y la investigaci¨®n individualizadas son el siguiente paso. Para ello hacen falta t¨¦cnicas que permitan obtener el orden de los nucle¨®tidos (las letras qu¨ªmicas que forman el ADN) de una manera r¨¢pida y barata. Y, si no es posible hacerlo de todas, que sea al menos de las partes m¨¢s importantes, las que tienen la informaci¨®n clave. En este abordaje se basa el proyecto ICGC (Consorcio Internacional para el Genoma del C¨¢ncer en ingl¨¦s), una iniciativa internacional que busca las mutaciones que corresponden con cada uno de los tipos de tumores, seg¨²n ha explicado Carlos L¨®pez-Ot¨ªn, catedr¨¢tico de la Universidad de Oviedo que dirige el grupo dedicado a la leucemia linf¨¢tica cr¨®nica. Con este abordaje de secuenciaciones masivas ya ha identificado m¨¢s de 67 genes relacionados con la enfermedad.
Sin embargo, el propio L¨®pez Ot¨ªn ha admitido esta ma?ana, en un encuentro en la sede de la Fundaci¨®n BBVA, que ha tenido que alterar algo el abordaje. Empez¨® con cuatro pacientes, y tard¨® dos a?os en tener sus genes. Ahora no analiza el genoma completo, sino los exomas (la parte m¨¢s activa). Con esta simplificaci¨®n espera cumplir los plazos, y el a?o que viene tener descritos los 500 genomas que se comprometi¨®.
Los resultados han demostrado la gran variedad de este tumor. De todos los genes implicados, el m¨¢s frecuente, el Notch1, solo est¨¢ presente en el 15% de los pacientes. Aun as¨ª, ya es un hallazgo, porque se corresponde con una de las variantes de peor pron¨®stico, lo que, seg¨²n el investigador, ya es una ayuda para los pacientes, porque saben qu¨¦ pueden esperar y a qu¨¦ tratamientos deben acudir.
Lo bueno del m¨¦todo (una especie de acumulaci¨®n masiva de datos que, posteriormente, se procesan cuidadosamente para encontrar coincidencias que puedan indicar futuras dianas terap¨¦uticas) es que se puede aplicar, a priori, a cualquier enfermedad. L¨®pez Ot¨ªn relata que su grupo se vio, sin buscarlo, envuelto en la investigaci¨®n de algo tan diferente como el envejecimiento. Fue al ensayar una mutaci¨®n en un rat¨®n transg¨¦nico, y ver que en cuatro meses parec¨ªa un roedor de tres a?os (un anciano en t¨¦rminos de estos animales de laboratorio). Eso permiti¨® hallar una mutaci¨®n causante de la progeria (el envejecimiento prematuro), y un tratamiento ya se est¨¢ ensayando para esta enfermedad rara (afecta a menos de un ni?o cada cuatro millones).
El caso extremo es el del s¨ªndrome de N¨¦stor y Guillermo. Estos dos espa?oles (un madrile?o y un canario) tienen progeria, pero la sorpresa vino cuando no les encontraron la mutaci¨®n correspondiente. Por tanto, no eran candidatos a recibir a medicaci¨®n que se est¨¢ ensayando. Pero el an¨¢lisis gen¨¦tico descubri¨® la causa de su enfermedad: un cambio en un nucle¨®tido. ¡°Uno entre los 3.000 millones¡±, recalca L¨®pez Ot¨ªn. Eso s¨ª, en un gen, el Banf1, relacionado ¡°con la armon¨ªa del n¨²cleo celular¡±. Toda esta informaci¨®n forma parte de la conferencia que va a dar en el congreso de la Sociedad Espa?ola de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular que empieza el 7 en Sevilla.
El hallazgo es el primer paso para un tratamiento, aunque el investigador admite que es posible que para los dos espa?oles que han dado nombre a la enfermedad en 2011 sea tarde. Pero al menos se ha podido hacer un consejo gen¨¦tico a los familiares para que sepan qu¨¦ riesgo tienen de transmitir la mutaci¨®n a sus descendientes. ¡°Hay que conocer para curar¡±. Pero el primer paso es conocer, dice L¨®pez Ot¨ªn.
Una casualidad relacion¨® un oncog¨¦n con la progeria
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