Patxi L¨®pez: ¡°No aceptaremos ni el 1% de marcha atr¨¢s en educaci¨®n¡±
Pa¨ªs Vasco y Catalu?a rechazan la ¡°recentralizaci¨®n¡± educativa de Wert Los docentes estudian llevar a los tribunales el cambio en sus condiciones laborales
Los Gobiernos del Pa¨ªs Vasco y Catalu?a han rechazado este viernes de plano que el Ejecutivo central recorte el margen de actuaci¨®n de las comunidades a la hora de fijar los contenidos escolares, como dice el borrador de reforma educativa en el que est¨¢ trabajando el Ministerio de Educaci¨®n, y al que ha tenido acceso este peri¨®dico. El m¨¢s contundente fue el lehendakari vasco, Patxi L¨®pez. ¡°No aceptaremos ni el 10% ni el 1% de marcha atr¨¢s¡± en educaci¨®n, dijo. ¡°La recentralizaci¨®n ideol¨®gica¡±, adem¨¢s de ¡°una invasi¨®n de competencias¡±, supone ¡°desvirtuar la formaci¨®n ciudadana cr¨ªtica, ¨¦tica, solidaria e integradora¡±, a?adi¨®.
Seg¨²n el borrador de la propuesta (sobre el que no han querido pronunciarse ni el Ministerio de Educaci¨®n ni la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢ez de Santamar¨ªa), el Estado fijar¨¢ ¡°los contenidos comunes necesarios para la adquisici¨®n de las competencias b¨¢sicas¡±, los cuales requerir¨¢n ¡°el 65% de los horarios escolares en comunidades aut¨®nomas que tengan lengua cooficial y el 75% para aquellas que no la tengan¡±. Actualmente, la ley establece unos porcentajes del 55% y el 65%, respectivamente.
Algunos maestros temen un retroceso en los m¨¦todos de ense?anza
La propuesta no ha gustado tampoco nada a la Generalitat Catalana (CiU), que opt¨® por la prudencia a la espera de ver c¨®mo queda el texto. Pero s¨ª advirti¨® de modo tajante que rechazar¨¢ cualquier intento de reducir el margen de actuaci¨®n auton¨®mico, como lo es tambi¨¦n ¡ªdenunciaron¡ª la implantaci¨®n de una rev¨¢lida igual para alumnos de todo el Estado. ¡°No estamos dispuestos a aceptar una invasi¨®n de competencias¡±, dijo una portavoz. Por su parte, la consejera de Educaci¨®n de Andaluc¨ªa, Mar Moreno (PSOE), pidi¨® al ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, que no realice ¡°una reforma de manera arrebatada; la educaci¨®n merece mucho di¨¢logo, la opini¨®n de muchos expertos y la mayor participaci¨®n social¡±, se?al¨®. Su hom¨®loga en el Pa¨ªs Vasco, Isabel Cel¨¢a, lleg¨® a pedir la dimisi¨®n de Wert, porque ¡°no es capaz de gestionar la educaci¨®n¡±.
Otras comunidades, como Galicia (gobernada por el PP como el Ejecutivo central) declinaron comentar este punto de la reforma hasta tener el texto en sus manos. El borrador todav¨ªa no se ha aprobado, justific¨® el vicepresidente valenciano, Jos¨¦ Ciscar (PP).
El plan del Gobierno apuesta por ¡°la educaci¨®n como selecci¨®n y no como mejora¡± y por la ¡°segregaci¨®n¡±. Las palabras son de Patxi L¨®pez, pero coinciden con la visi¨®n de numerosos especialistas sobre esta reforma legal que adelanta la elecci¨®n de los alumnos hacia la FP, crea un nuevo t¨ªtulo de formaci¨®n profesional dentro la ense?anza obligatoria (FP B¨¢sica), y establece rev¨¢lidas al final de la ESO y el bachillerato. Otros, sin embargo, aplauden esa elecci¨®n temprana y los ex¨¢menes como base para la mejora.
La letra peque?a
- Adelanto de la FP a los 15 a?os, un nuevo ciclo que se llamar¨¢ FP B¨¢sica y que dar¨¢ lugar a un t¨ªtulo propio.
- El Gobierno definir¨¢ el 75% de los contenidos que se estudien en toda Espa?a (el 65% si se trata de comunidades aut¨®nomas con lengua cooficial). La intervenci¨®n del ministerio es ahora 10 puntos menor.
- La Administraci¨®n puede obligar a un profesor a trasladarse a otro centro distinto del suyo. Se les indemnizar¨¢ cuando ocurra.
- Habr¨¢ dos rev¨¢lidas, tras la ESO y tras el bachillerato. El examen final de primaria servir¨¢ solo como ejercicio de supervisi¨®n.
- La reforma enmienda al Tribunal Supremo y permite que los centros que separan por sexo al alumnado reciban dinero p¨²blico.
Pero sin duda uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos del borrador es ese cambio en los contenidos comunes que fija el Estado. ¡°En realidad, en comunidades sin lengua cooficial, como Madrid, ese margen tampoco significa mucho en el d¨ªa a d¨ªa de los centros¡±, explica el director de instituto madrile?o F¨¦lix Torres. Sin embargo, a?ade, en las comunidades con lengua cooficial quiz¨¢ s¨ª afecta m¨¢s, no solo en los enfoques de materias como Historia o Filosof¨ªa, sino porque realmente necesitan tiempo para encajar la ense?anza de tres idiomas (castellano, la lengua propia y la lengua extranjera) o incluso cuatro: ¡°En Baleares est¨¢n apostando muy fuerte por el ingl¨¦s y el alem¨¢n¡±, explica Torres.
Desde Catalu?a, el director de la escuela Joan Sallar¨¨s i Pla de Sabadell (Barcelona), Francisco Salmer¨®n, duda de que un incremento de control por parte del Estado implique que se impartan menos horas de Historia o Literatura catalana. ¡°En cambio, s¨ª te pueden obligar a dar m¨¢s horas de Lengua o de Matem¨¢ticas. Tambi¨¦n pueden marcar el camino de retroceso hacia clases m¨¢s magistrales y te¨®ricas¡±. Algunos directores, que prefieren no aparecer con nombres y apellidos, de hecho quitan hierro al intento del Gobierno de aumentar su influencia sobre el sistema educativo, pues los centros siempre tienen su propio margen de autonom¨ªa para acabar haciendo lo que crean conveniente.
CC OO y UGT rechazan de forma general un cambio que, aseguran, significa una marcha atr¨¢s. ¡°Supone un retroceso a un modelo escolar trasnochado, m¨¢s propio de los ¨²ltimos a?os del franquismo que del siglo XXI¡±, dec¨ªa CC OO en una nota. Tambi¨¦n rechazan la idea plasmada en el borrador de que la Administraci¨®n podr¨¢ cambiar de funci¨®n, de etapa y de centro a los docentes de la ense?anza p¨²blica, incluso contemplando los que impliquen ¡°traslados forzosos¡± de domicilio. ¡°Esto significa que el profesorado estar¨¢ al servicio del Gobierno y no al de la sociedad¡±, dice Carlos L¨®pez Corti?as, responsable de Educaci¨®n de UGT, que asegura que llevar¨¢ el tema a sus servicios jur¨ªdicos porque ese punto requerer¨ªa ¡°cambiar el Estatuto del Empleado P¨²blico¡±. Tambi¨¦n advierte Nicol¨¢s Fern¨¢ndez Guisado, de Anpe, que esa iniciativa ¡°puede acabar en litigios¡±.
Con informaci¨®n de Manuel Planelles y J. A. Auni¨®n.
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