Reino Unido debate la creaci¨®n de hijos de tres ¡®padres¡¯ gen¨¦ticos

La agencia brit¨¢nica encargada de la fertilidad (HFEA, siglas en ingl¨¦s) ha lanzado una consulta p¨²blica para saber la opini¨®n de los brit¨¢nicos sobre posibles nuevos procedimientos m¨¦dicos dise?ados para evitar futuras enfermedades gen¨¦ticas graves. Los resultados de la encuesta saldr¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 7 de diciembre.

Las nuevas t¨¦cnicas no est¨¢n extensas de pol¨¦mica, ya la ley brit¨¢nica proh¨ªbe la modificaci¨®n gen¨¦tica de embriones, aunque la c¨¢mara de los comunes tiene la intenci¨®n de discutir la propuesta el a?o que viene.

Al menos 12.000 personas en Gran Breta?a tienen enfermedades gen¨¦ticas producidas por las mitocondrias, que son los ¨®rganos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energ¨ªa necesaria para la actividad celular.

Las mitocondrias se transmiten a los hijos solo por las madres, de manera que para evitar posibles enfermedades hereditarias, las nuevas t¨¦cnicas planteadas por la agencia de fertilidad, tienen por objeto remplazar las mitocondrias de la madre enferma por las de una donante sana. Hay s¨®lo 37 genes en las mitocondrias, aproximadamente 0,2% de nuestra composici¨®n gen¨¦tica total.

Cuando una mitocondria es defectuosa puede producir una amplia gama de trastornos que suelen afectar a los ¨®rganos y tejidos que necesitan m¨¢s energ¨ªa para funcionar, como por ejemplo, el cerebro o los m¨²sculos del coraz¨®n.

Aproximadamente una de cada 200 personas tienen alg¨²n tipo de mutaci¨®n mitocondrial, en la mayor¨ªa de los casos esto no conlleva una enfermedad aunque en otros casos pueden ser fatales.

Existen dos tipos de procedimientos para eliminar las mitocondrias defectuosas de los embriones. En uno, llamado transferencia de eje materno, los m¨¦dicos utilizan t¨¦cnicas de fecundaci¨®n in vitro para recoger ¨®vulos de la mujer afectada. A continuaci¨®n, se retira el n¨²cleo de uno de esos ¨®vulos enfermos y se coloca en el ¨®vulo sano de la donante. El nuevo ¨®vulo lleva todos los cromosomas de la madre [en el n¨²cleo] y las mitocondrias sanas [con el correspondiente ADN de la donante], se coloca de nuevo en la madre y se fertiliza con el esperma del padre.

El segundo procedimiento, se conoce como transferencia pronuclear, es similar pero realizado en un embri¨®n en fase inicial en lugar de un ¨®vulo.

Las nuevas t¨¦cnicas se est¨¢n desarrolladas en la universidad de Newcastle, bajo la supervisi¨®n de Doug Turnbull, y la agencia de fertilidad.

"Si al final esto se permite, debemos tener en cuenta todos los puntos de vista, ya que tiene consecuencias a perpetuidad", comento Lisa Jardine, presidenta de la agencia. "Una vez que tenemos la modificaci¨®n gen¨¦tica tenemos que estar absolutamente seguro de que se puede conseguir la felicidad de los pacientes, porque no se trata de nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos sino de muchas generaciones y hay que pensar en las consecuencias que puede tener a largo plazo¡±.

Aproximadamente una de cada 200 personas tienen alg¨²n tipo de mutaci¨®n mitocondrial

Una de las preguntas m¨¢s controvertidas del cuestionario es si el donante debe ser an¨®nimo, como con la donaci¨®n de sangre, o al contribuir estos en el ADN de los ni?os deben estar reconocidos con nombres y apellidos. ?Qu¨¦ significar¨ªa para un ni?o, en su sentido de identidad, saber que su ADN ha sido gen¨¦ticamente modificado? "?Y para las siguientes generaciones?", preguntan en el cuestionario.

"Queremos cambiar las vidas de nuestros pacientes que conviven con enfermedades relacionadas con mitocondrias defectuosas¡±. Estos pueden afectar seriamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias y a varias generaciones. Si logramos que nos den el visto bueno podemos conseguir que cientos de personas puedan llevar una vida digna ", dijo Mary Herbert, profesor de biolog¨ªa reproductiva que trabaja con Turnbull en Newcastle.

"Ahora estamos realizando experimentos para probar la seguridad y eficacia de las nuevas t¨¦cnicas y esperamos que esto incline para bien la toma de decisiones de la agencia de fertilizaci¨®n brit¨¢nica¡± agrega Herbert.

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