¡°El reto no es que la saud¨ª compita, es que haga deporte¡±

?Pide quedar en un restaurante de comida mediterr¨¢nea y con vistas al mar. Comprensible viniendo de Riad, en medio del desierto Ar¨¢bigo. Reservo en el Bar?a de la Palmera de Dub¨¢i. Le gusta el sitio, que toma el nombre del equipo de f¨²tbol de la ciudad que considera ¡°la cima de la gesti¨®n deportiva¡±. Joaqu¨ªn Mart¨ªnez (Murcia, 1981) se traslad¨® a Barcelona desde Burdeos con su M¨¢ster en Gesti¨®n y Marketing Deportivo, para seguir form¨¢ndose y empezar a trabajar.Pero, ?c¨®mo acaba un chico de Alcantarilla siendo el responsable de la Estrategia Nacional del Deporte Escolar nada menos que en Arabia Saud¨ª? Mart¨ªnez sonr¨ªe y reconoce que ¨¦l mismo se ha hecho la pregunta.

Sin mirar mucho la carta, elige unos penne con alb¨®ndigas y compartimos una ensalada. Con la comida no es tan lanzado como en su vida. Al saber que la ensalada contiene quinoa (un cereal andino), opta por una con queso. A pesar de la insistencia de la camarera, rechaza la carta de vinos y pide agua. ¡°Ya me he acostumbrado¡±, dice en referencia a la ley seca que impera en Arabia Saud¨ª.

Visi¨®n de futuro, sentido de la oportunidad y ganas de comerse el mundo se entrelazan en la historia que va desgranando con detalle este profesional lleno de proyectos. Habla de curiosidad por Oriente Medio, de su convicci¨®n de que ¡°el deporte es lo ¨²nico que une a todo el mundo¡± y de un conocido que le puso en contacto con un responsable del Ministerio de Educaci¨®n saud¨ª. A partir de ah¨ª, su empe?o personal convierte lo que parec¨ªa un ¡°sue?o ¨¢rabe¡± en un contrato para elaborar una estrategia para el deporte escolar.

Ganado el concurso, la empresa con la que particip¨® le env¨ªa a Riad como director local. Con 30 a?os se encuentra un presupuesto de 1,8 millones de euros y un pa¨ªs completamente desconocido. ¡°A los cinco d¨ªas envi¨¦ un e-mail a mis amigos dici¨¦ndoles que no sab¨ªa si iba a soportar el calor, la situaci¨®n de la mujer, la falta de transporte p¨²blico y la lejan¨ªa de familia y amigos¡±, conf¨ªa.

La duda dur¨® poco. Empez¨® a relacionarse con saud¨ªes y descubri¨® ¡°un pa¨ªs lleno de contradicciones¡±. ¡°Arabia Saud¨ª me ha ayudado a saber estar solo. Si no le fallas a un saud¨ª, la amistad con ¨¦l es para siempre¡±, se?ala. Y ¨¦l no fall¨®. As¨ª que cuando a principios de este a?o entreg¨® su informe, le ofrecieron quedarse para poner en marcha las reformas que propon¨ªa y no lo dud¨®.

Admite que en el ministerio, como en el pa¨ªs, hay una lucha entre partidarios y contrarios a las reformas. Interpreta que se hayan aceptado sus propuestas como una prueba de que los reformistas est¨¢n en ascenso. Pero, ?tambi¨¦n incluyen esos cambios a la mujer que en Arabia Saud¨ª tiene vedada la educaci¨®n f¨ªsica?

¡°Estamos empezando con el deporte en la familia, y la familia est¨¢ formada por hombres y mujeres. Lo importante ahora no es que las mujeres compitan, sino que empiecen a hacer ejercicio, y para ello hay que involucrar a la familia¡±. Entre tanto, ve un mundo de posibilidades para las empresas deportivas espa?olas. ¡°Les acabamos de vender 40 carros de combate y no s¨¦ cu¨¢ntos aviones. ?Por qu¨¦ no dise?o de infraestructuras, equipamiento, tecnolog¨ªa o gesti¨®n de organizaciones? Ellos tienen un vac¨ªo y nosotros somos buenos. Adem¨¢s, la marca Espa?a vende. Les encantan el Bar?a y el Real Madrid¡±, concluye.