La supernova del a?o 1006 se debi¨® a la fusi¨®n de dos estrellas enanas blancas

Hace m¨¢s de mil a?os, exactamente en 1006, un ins¨®lito estallido de luz en el cielo sorprendi¨® a las gentes en todo el mundo. Fue el fen¨®meno estelar m¨¢s brillante jam¨¢s registrado en la historia y lo observaron distintas civilizaciones. Los astr¨®nomos chinos dijeron que se vio durante tres a?os y el egipcio Ali Ridwan apunt¨® que fue tres veces m¨¢s brillante que Venus. Se sabe que fue una explosi¨®n de supernova, una cat¨¢strofe estelar ocurrida en la V¨ªa L¨¢ctea, nuestra galaxia, a una distancia de unos 7.000 a?os luz de la Tierra. En ese lugar del cielo se observa a¨²n una burbuja de gas hinch¨¢ndose a gran velocidad. Ahora, unos cient¨ªficos espa?oles afirman haber descubierto la causa de la explosi¨®n: la colisi¨®n y fusi¨®n de dos estrellas enanas blancas.

Las explosiones de supernova, estallidos estelares cuya luminosidad supera durante un tiempo a la de toda la galaxia en la se producen, se generan de diferentes maneras. Si un astro tiene una masa superior a ocho o diez veces la del Sol, cuando se agota su combustible nuclear, colapsa y explota; en su lugar queda una compacta estrella enana blanca. Si la masa es mayor a¨²n, el remanente ser¨¢ una densa estrella de neutrones o incluso un agujero negro.

Los chinos dijeron que la supernova se vio durante tres a?os

Pero hay otro tipo de supernovas, explica Jonay Gonz¨¢lez Hern¨¢ndez, investigador del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC) y l¨ªder de la investigaci¨®n sobre la explosi¨®n vista en 1006, que se presenta hoy en la revista Nature. Las supernovas de tipo Ia, se originan en sistemas de dos estrellas: una puede ser una enana blanca y la otra una estrella normal o una gigante roja que va cediendo materia a la primera hasta que esta alcanza una masa cr¨ªtica (1,4 veces la solar) y explota. Otra posibilidad, como parece ser el caso de la supernova (SN) de 1006, es que se fusionen dos enanas blancas, se alcance esa masa cr¨ªtica y se genere el colosal estallido. En el primer caso queda en el cielo la estrella donante, que sobrevive a la explosi¨®n de su compa?era; en el segundo, no queda m¨¢s que el remanente, la burbuja gaseosa.

Gonz¨¢lez Hern¨¢ndez y Pilar Ruiz-Lapuente, con colegas de la Universidad de Barcelona y del CSIC, han buscado la estrella compa?era en el entorno del remanente de la SN 1006. No han encontrado ning¨²n astro que re¨²na las caracter¨ªsticas apropiadas, y concluyen que debi¨® ser una colisi¨®n y fusi¨®n estelar lo que produjo aquel evento luminoso que se apreci¨® aqu¨ª hace m¨¢s de un milenio. Los estudios los han hecho estos astr¨®nomos con uno de los cuatro telescopios VLT, del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile.

No es la primera supernova hist¨®rica que se investiga siglos despu¨¦s. En 2004, Ruiz-Lapuente y sus colaboradores s¨ª que encontraron en el cielo la que debi¨® ser la estrella compa?era de la supernova Tycho, de 1572. ¡°Ahora estamos buscando la compa?era de la supernova Kepler, de 1604¡±, avanza Gonz¨¢lez Hern¨¢ndez.