La pobreza se cuela en clase

Por muchas vueltas que da, Carmen Polo no logra cuadrar el rompecabezas. Es el del curso del tupper: lograr que salgan las cuentas en una vuelta con el bolsillo, la mochila y las ayudas menguadas. ¡°Solo entran 900 euros al mes en casa, porque mi marido trabaja tres semanas al mes por el ERE de su empresa. En la hipoteca se van 380. En la guarder¨ªa del beb¨¦, p¨²blica, 140. Esa plaza me permit¨ªa intentar trabajar, pero ahora no hay beca de comedor para mis otros dos hijos y as¨ª es imposible dejarlos a comer en el colegio. Y si no almuerzan ah¨ª, ?c¨®mo voy a poder encontrar empleo?¡±, plantea la mujer.

Las dificultades de Polo son comunes en el arranque de un curso escolar: el creciente deterioro econ¨®mico, con una cuarta parte de la poblaci¨®n activa en paro, ahoga a un n¨²mero creciente de familias y los recortes presupuestarios diezman ayudas como las de libros o comedor. Unas dificultades que, para muchos expertos, conllevan otra pesada factura que se ver¨¢ m¨¢s a largo plazo: el deterioro de la igualdad de oportunidades. Unas dificultades, en fin, que desembocan en el incremento de los ni?os afectados por la pobreza: ya son algo m¨¢s de uno de cada cuatro ¡ª26,5%, casi tres puntos m¨¢s que en 2007 y por encima de la media de la poblaci¨®n general, 21,8%, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica¡ª. Pero la crisis tambi¨¦n pasa factura a la clase media: provoca un trasvase de alumnos de la ense?anza privada a la concertada, y de esta, a la p¨²blica, cuyos medios se recortan.

El 26,5% de los ni?os son pobres, tres puntos m¨¢s que en 2007

Al tiempo que echa n¨²meros, Polo organiza con otras madres los lotes de libros, nuevos y usados, para las familias de la cooperativa escolar. Abarata mucho el precio ¡ª90 euros por los vol¨²menes de primaria¡ª, pero este a?o ha tenido menos demanda: 140 de los 370 alumnos de este colegio p¨²blico han quedado fuera ¡ªcasi 4 de cada 10, frente a un cuarto en el curso anterior¡ª. ¡°Es por no haber podido dar la se?al, de 30 euros. Es mucho dinero en econom¨ªas de 400 y pico euros con dos o tres ni?os¡±, explica Mercedes Arroyo, directora del centro. Es el colegio p¨²blico Asturias, en el barrio vallecano de Palomeras Altas, un lugar donde la crisis se ceba y al azote del paro se suma el de los tijeretazos. Un lugar, entre otros muchos, donde la cadena paro-empobrecimiento-recortes sociales atenaza con fuerza y empina a¨²n m¨¢s el arranque del curso.

La dotaci¨®n de dinero p¨²blico para libros ¡ªrebajada a 8.111 euros¡ª quiz¨¢ permita paliar la falta de vol¨²menes en los pupitres, pero ?y la comida en un colegio donde 3 de cada 10 alumnos ten¨ªa beca el a?o pasado? Esas ayudas se han sustituido por precios m¨ªnimos: 1,20 euros diarios para los alumnos que antes no pagaban, 3,40 para aquellos con renta per c¨¢pita inferior a 2.450 euros al a?o y 4,80 para el resto. ¡°Para muchos ni?os, es la ¨²nica comida decente que toman al d¨ªa¡±, asegura Ruth Fern¨¢ndez, presidenta de la asociaci¨®n de madres y padres del centro. As¨ª las cosas, el tupper no parece una buena soluci¨®n en el Asturias, donde tambi¨¦n echa cuentas Olga Mar¨ªa Alves, viuda con sus tres ni?os en este colegio. ¡°Sin la ayuda del a?o pasado, el comedor me cuesta m¨¢s de lo que gano como limpiadora. Si no me dan beca, dejo el trabajo y viviremos solo con la pensi¨®n¡±, plantea.

Tartera rima con cartera este curso. La comida pendiente de un hilo para muchos y, adem¨¢s, un tercio de las familias ¡°con serias dificultades para tener los libros y el material al completo¡±, calcula Jes¨²s Mar¨ªa S¨¢nchez, presidente de Ceapa, la confederaci¨®n laica de padres de alumnos.

"Para muchos, la ¨²nica comida decente que toman es la del colegio"

¡°Acabo de recibir a una madre que ven¨ªa con una nota del profesor: ¡®Su hijo no trae los libros y no hace las tareas¡¯. ¡®Pero es que yo no puedo compr¨¢rselos¡¯, me ha dicho¡±, relataba este viernes la pedagoga Mar¨ªa Paz Pardillos, coordinadora del programa de infancia de C¨¢ritas Segovia. En las ¨²ltimas dos semanas ha recibido 52 peticiones de ayuda para la vuelta al cole. ¡°En situaciones de crisis, los ni?os son los m¨¢s vulnerables y a veces sus necesidades quedan en segundo plano. Primero hay que pagar el alquiler, la comida. Los libros tienen que esperar¡±.

¡°Est¨¢ claro que una situaci¨®n as¨ª merma la igualdad de oportunidades¡±, reflexiona esta experta.

El responsable de Ceapa le da la raz¨®n: el descalabro econ¨®mico y su repercusi¨®n en la escuela van en detrimento de la igualdad de oportunidades, que tiene en las aulas una de sus principales herramientas. Y la directora Arroyo describe: ¡°Cuando los ni?os sufren el deterioro en sus familias, a veces incluso los desahucios, sufren un estr¨¦s emocional que deriva en d¨¦ficit de atenci¨®n y de rendimiento¡±. Y no es lo mismo tener habitaci¨®n propia y ordenador en casa que carecer de ello, recuerda.

¡°La escolarizaci¨®n gratuita est¨¢ garantizada y la escuela mantiene su papel de igualar las posibilidades¡±, discrepa el responsable de Concapa, la confederaci¨®n cat¨®lica de padres, Luis Carbonel. ¡°Su papel de ascensor social no est¨¢ comprometido. En los estudios universitarios y los m¨¢steres tengo mis dudas¡±, a?ade. Con todo, s¨ª ha detectado bajas en los comedores escolares y aumento de fiambreras ¡ª¡°es un disparate que se cobre un precio abusivo por llevarlas¡±¡ª. Aunque cree que el deterioro econ¨®mico puede suponer ¡°un acicate¡± para el estudio, Carbonel observa sus consecuencias en la escolarizaci¨®n de los chavales: ¡°Hay un trasvase de alumnos de los centros privados a los concertados, y de los concertados a los p¨²blicos¡±. ¡°Eso dificulta la libertad de elecci¨®n de los padres¡±, apostilla.

La pobreza infantil es el espejo de la desigualdad de oportunidades

Los representantes de los centros concertados ¡ªsostenidos con fondos p¨²blicos pero donde los padres suelen hacer contribuciones extras¡ª, agrupados en Escuelas Cat¨®licas, reconocen ese trasvase y una ca¨ªda del uso del comedor y de la matr¨ªcula en actividades extraescolares. Esto ¨²ltimo, junto al recorte o la congelaci¨®n de las aportaciones p¨²blicas, ha puesto a los concertados en una situaci¨®n de ¡°dificultades muy serias¡±, seg¨²n Emilio D¨ªaz, secretario de la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de Ense?anza (FERE) en la Comunidad de Madrid. ¡°El trasvase de alumnos de la privada al conjunto de la concertada es un fen¨®meno claro. En el caso del bachillerato [nivel apenas subvencionado], nosotros cedemos alumnos a los institutos p¨²blicos, sobre todo porque son gratuitos. Esto se ha agravado con la crisis¡±, explica.

Una crisis que dispara el empobrecimiento, especialmente el de los ni?os.

"Iremos a una sociedad con menor movilidad social"

¡°Las familias con hijos est¨¢n en una situaci¨®n relativa cada vez peor. Tienen m¨¢s dificultades que el resto para conseguir ingresos, se recortan las becas de libros y comedor, aumentan los copagos sanitarios, el IVA... Todo eso les afecta m¨¢s y estrangula sus cuentas¡±, explica Olga Cant¨®, profesora de Fundamentos de Econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢.

¡°Las repercusiones de la pobreza infantil no se ver¨¢n hoy, sino ma?ana¡±, advierte esta experta que ha participado en estudios de Unicef y C¨¢ritas. ¡°Los ni?os quiz¨¢ no perciben lo que les falta, pero no son capaces de medir los efectos que tendr¨¢, por ejemplo, carecer de clases extras de ingl¨¦s o m¨²sica. La pobreza infantil erosiona el capital humano y quien la sufre tiene menos posibilidades de desarrollar sus potencialidades. Eso da?a la igualdad de oportunidades en el futuro¡±, a?ade. Adem¨¢s, ¡°la pobreza de los ni?os refleja hasta qu¨¦ punto hay igualdad de oportunidades en un pa¨ªs¡±.

Un term¨®metro cuando ¡°la cuna determina las oportunidades futuras¡±. Si no hay una equiparaci¨®n en las condiciones de partida, ¡°iremos a una sociedad con menor movilidad social, m¨¢s desigual y con menor igualdad de oportunidades¡±, concluye Cant¨®.