Razones para la supresi¨®n del bachillerato de artes esc¨¦nicas
El autor reclama una explicaci¨®n a la eliminaci¨®n en la reforma educativa de la modalidad de m¨²sica y danza, que respond¨ªa hasta ahora "a una necesidad educativa, cultural y social"
Hist¨®ricamente, la m¨²sica, la danza y el arte dram¨¢tico no han tenido en Espa?a la consideraci¨®n que s¨ª tienen en otros pa¨ªses. Si en Alemania, Bach, Beethoven, Brahms o Stockhausen, Pina Bausch forman parte fundamental de la cultura del pa¨ªs; si en Francia, con Couperin, Rameau, Berlioz, Bizet, Debussy, Ravel, Messiaen o Boulez sucede lo mismo; en Espa?a no es usual que el ciudadano medio conozca, o simplemente le suenen, los nombres de Tom¨¢s Luis de Victoria, el Padre Soler o Mar¨ªa de ?vila. Sin embargo, Espa?a goza de un patrimonio en artes pl¨¢sticas inmenso, y ese mismo ciudadano medio s¨ª conoce los nombres de Vel¨¢zquez, El Greco, Goya, Picasso, Mir¨®, Dal¨ª, Barcel¨® o Chillida. Esta situaci¨®n revela que en nuestro pa¨ªs las artes esc¨¦nicas nunca han gozado del mismo reconocimiento que las pl¨¢sticas, y puede que ese sea uno de los motivos por los que estas ¨²ltimas s¨ª encontraran su lugar dentro de la estructura del Bachillerato y de la Universidad.
Por otro lado, no parece sostenible el supuesto perverso de que si Alemania, Austria, Rusia, Finlandia, Hungr¨ªa y otros pa¨ªses de nuestro entorno producen muchos m¨¢s m¨²sicos y bailarines que Espa?a, ello se deba a la falta de talento de los ni?os espa?oles o a su indolencia. Tampoco es algo que pueda ser atribuible a la tradici¨®n ¡ªcomo demuestra la irrupci¨®n de Corea, China o Venezuela¡ª, sino que la responsabilidad ha de recaer en los dise?os de los sistemas educativos, cuya estructura siempre ha dificultado que los aspirantes a artistas desarrollaran sus destrezas de forma conveniente. As¨ª, la incuestionable aportaci¨®n espa?ola al mundo de la m¨²sica y la danza ha sido por lo general debida al talento innato y a la firme voluntad de los artistas y nunca, lamentablemente, al sistema educativo.
Las artes esc¨¦nicas nunca han gozado del mismo reconocimiento que las pl¨¢sticas en Espa?a
Hasta hace muy poco, el problema radicaba en que los estudiantes que simultaneaban las ense?anzas art¨ªsticas con las obligatorias recib¨ªan semanalmente 30 horas de docencia directa del bachillerato m¨¢s las 10 de m¨²sica o las 25 de danza; es decir, una carga lectiva desproporcionada e inasumible a la que habr¨ªa que a?adir las horas de estudio y de pr¨¢ctica instrumental. Un primer paso adelante se produjo cuando la LOGSE dispuso que aquellos estudiantes que superaran las asignaturas comunes del bachillerato junto con las del Grado Medio de Conservatorio (denominadas Ense?anzas Profesionales tras la implantaci¨®n de la LOE) obtendr¨ªan el t¨ªtulo de Bachiller, requisito obviamente indispensable para acceder a cualquier tipo de ense?anza superior. Sin embargo, al no haber cursado las asignaturas espec¨ªficas de alguna de las modalidades del bachillerato, dichos alumnos no pod¨ªan presentarse a las pruebas de acceso a la universidad; es decir: esta opci¨®n se dirig¨ªa ¨²nicamente a aquellos alumnos que tuvieran una vocaci¨®n art¨ªstica muy definida, pero no a aquellos que mantuvieran alguna incertidumbre o soportaran presiones e incomprensi¨®n en su entorno, lo que era, y sigue siendo, harto frecuente.
Con la promulgaci¨®n de la LOE en el a?o 2006, se fue m¨¢s all¨¢ y se cre¨® una nueva v¨ªa dentro de la modalidad del Bachillerato Art¨ªstico, destinada por fin a integrar las artes esc¨¦nicas, la m¨²sica y la danza en las ense?anzas de r¨¦gimen general. Como veremos, esto proporciona varias ventajas:
Esta v¨ªa permit¨ªa a los alumnos de conservatorios sacarse el bachiller y hacer Selectividad
La primera es que al crearse esta nueva v¨ªa, sus materias han de ser incluidas en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), lo cual tiene como consecuencia que aquellos estudiantes que optan por cursar solo las comunes no renuncian al mundo universitario, ya que una vez superada la PAU se encontrar¨¢n con un abanico de unas 27 carreras, todas lo suficientemente atractivas y todas a su alcance. Para algunas de las mismas -Magisterio, Periodismo, Historia del Arte, etc¨¦tera- es conveniente la formaci¨®n que proporciona esta v¨ªa y para otras no es necesario una preparaci¨®n espec¨ªfica en el bachillerato.
La segunda radica en que aquellos estudiantes que no cursen ambas ense?anzas con una exacta correspondencia entre los cursos, si optan por la v¨ªa de bachillerato se podr¨¢n beneficiar de las convalidaciones existentes entre ellas, y dedicarse as¨ª al estudio de su especialidad art¨ªstica con mayor intensidad. Luego, con su t¨ªtulo de bachillerato ¡ªy habiendo terminado o no las ense?anzas de m¨²sica o danza¡ª, podr¨¢n optar por presentarse a las pruebas de ingreso de los Conservatorios Superiores o a la PAU.
Por ¨²ltimo, convendr¨ªa se?alar que una de las mayores ventajas de este dise?o no ha sido suficientemente explotada por las Administraciones educativas de las comunidades aut¨®nomas, especialmente aquellas que cuentan con un territorio extenso y con ¨²nico un conservatorio en cada provincia. Espa?a se ha dotado de una extensa red de escuelas municipales de M¨²sica y Danza y en las mismas se pueden encontrar estudiantes talentosos, con vocaci¨®n y voluntad para dedicarse a estas disciplinas. Sin embargo, estos alumnos no siempre encuentran en su entorno cercano un conservatorio profesional. Si la Administraci¨®n correspondiente ubicara en su entorno un instituto con esta v¨ªa de artes esc¨¦nicas, m¨²sica y danza, este estudiante tendr¨ªa a su disposici¨®n una formaci¨®n completa (recordemos que las materias de Bachillerato tienen sus an¨¢logas en los Conservatorios) para poder presentarse a las pruebas de ingreso de los conservatorios superiores o la PAU.
El sistema actual permite al estudiante cambiar de trayectoria si cambia de opini¨®n respecto a su futuro
Como hemos visto, el dise?o de la LOE proporciona flexibilidad a la estructura del sistema educativo y las pasarelas que permiten al estudiante cambiar de trayectoria si cambiara de opini¨®n respecto a su futuro. En todos los casos, el apostar por cursar una especialidad art¨ªstica no supone cerrar de manera irreversible el acceso a la Universidad. Por otro lado, la supresi¨®n de la v¨ªa, si se produjera, no solo afectar¨ªa a aquellos alumnos que desean cursarla, sino que afecta directamente a los miles de alumnos que est¨¢n estudiando en los conservatorios profesionales, escuelas municipales y academias privadas.
Por si fuera poco la implantaci¨®n que se ha hecho hasta ahora de la misma debe calificarse de exitosa y muy por encima de las expectativas de los propios centros que la ofertan. Como ejemplo, baste decir que la Comunidad de Madrid oferta esta v¨ªa en siete institutos p¨²blicos, algunos de ellos cuentan con tres aulas por curso y con una demanda que supera el n¨²mero de plazas ofertadas.
Concluyendo, esperamos que la c¨²pula del Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte reflexione sobre este asunto y esta medida sea retirada del anteproyecto porque nos retrotrae a la situaci¨®n de la LOGSE, porque en nada perjudica a la estructura del sistema educativo, porque nos homologa a los pa¨ªses con sistemas que incluyen esta v¨ªa y, sobre todo, porque atiende a una necesidad educativa, cultural y social.
?Razones para la supresi¨®n de la V¨ªa de Artes Esc¨¦nicas, M¨²sica y Danza? ?Cu¨¢les?
Xabier Sukia es profesor de piano en el Conservatorio Federico Moreno Torroba de Madrid
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