Un dudoso privilegio para la ¨²ltima isla balear sin ladrillo
La familia Ca?ellas, beneficiada por la excepci¨®n de Formentera y en la costa de Ibiza
Ciento diez propietarios de Formentera celebraban ayer el trato ¡°excepcional¡± que les da el proyecto de Ley de Costas. El Gobierno del PP excluir¨¢ sus fincas e inmuebles, afectados por la anterior norma, con lo que los liberar¨¢ y la titularidad de las propiedades bloqueadas por los actuales deslindes e hitos retornar¨¢ a sus manos. Las zonas de dominio p¨²blico, servidumbre y protecci¨®n de las playas y bordes marinos quedaron establecidas por la Ley de Costas del PSOE de 1988 y fueron rubricadas por el PP en 1997.
Con 10.000 pobladores, la famosa y peque?a Formentera pasa en verano a tener hasta 40.000 residentes. La atracci¨®n y el negocio radican en los arenales de los 69 kil¨®metros de la costa insular, en gran parte protegida y no alterada por las murallas de cemento.
Los afectados por la ley vieja pugnaban por cambiar el deslinde de l¨ªneas moradas de 1988 y las rojas de 1968. Formentera cuenta con un parque natural en sus salinas, estanques y dunas playeras, conexo al ¨¢mbito vecino de las salinas y playas de Ibiza. Ambos latifundios son propiedad de Salinera Espa?ola e Ibifor, de la familia del expresidente balear Gabriel Ca?ellas, del PP, que recuperar¨¢n la posesi¨®n y la capacidad de libre disposici¨®n y explotaci¨®n de los enclaves afectados por la ley que ahora se modifica. Decenas de viviendas antiguas y negocios de restauraci¨®n est¨¢n en estos ¨¢mbitos salineros.
El exministro de Exteriores con el PP, Abel Matutes, se atribuy¨® parte de la paternidad del cambio legal en El Diario de Ibiza. ¡°Es una ley en la que yo mismo he trabajado mucho¡±, asegur¨®. El grupo Matutes tiene intereses hoteleros y proyectos de golf cerca de las salinas y planes de puertos deportivos en Ibiza.
Los ecologistas del Gen-Gob de Ibiza afirman que ¡°se vuelve a robar la propiedad p¨²blica de las salinas¡±, mientras que Salinera Espa?ola festeja que vaya a ¡°restituirse la propiedad privada, la original, tras una expropiaci¨®n sin indemnizaci¨®n¡±.
Los hitos de protecci¨®n costeros eran ¡°desmesurados¡±, seg¨²n Jaume Ferrer, presidente del Consell de Formentera, ¨²nica autoridad de izquierdas de Baleares. ¡°Hubo unanimidad siempre de todos en reclamar un nuevo deslinde¡±, dice.
El establecimiento de un estado de excepci¨®n legal para Formentera se considera ¡°perfecto¡± por parte de las decenas de hosteleros con negocios al borde del mar que no ten¨ªan una concesi¨®n formal. El cambio reduce y elimina vetos en la zona de dominio p¨²blico, la franja de tr¨¢nsito y el ¨¢mbito posterior de protecci¨®n. Tambi¨¦n libera concesiones sobre las que pend¨ªa la amenaza de la p¨¦rdida de control por sus due?os y, en algunos casos, la piqueta.
¡°Hemos tenido miedo a ser demolidos y nos dec¨ªan que se retornar¨ªa al estado natural el terreno que ocupa el bar restaurante¡±, indica Mar¨ªa Jos¨¦ Mayans, presidenta de la Plataforma de Afectados por el deslinde de Costas de Formentera. Mayans es la propietaria del restaurante Real Playa en el arenal de Mitjorn. El establecimiento ¡ªun t¨ªpico negocio de temporada¡ª tiene adem¨¢s siete viviendas tur¨ªsticas, y emplea a 11 trabajadores.
¡°En Formentera exist¨ªa un statu quo y negociamos con los afectados que nunca pidieron una concesi¨®n despu¨¦s de los deslindes de 1997. No pod¨ªan tenerla. Pero no ha habido derribos en la isla. Formalmente no pod¨ªan hacer obras en sus propiedades afectadas¡±, dice Celest¨ª Alomar, ex delegado de Costas de Baleares, ge¨®grafo y ex consejero socialista.
¡°En dos d¨¦cadas no se han dado nuevas ocupaciones de la costa¡±, advierte Alomar, que reconoce que a¨²n durante la Transici¨®n m¨¢s de un hotel y hostal se alzaron en puntos inaceptables por las distintas leyes. Varios de esos inmuebles de Formentera quedaron, finalmente, excluidos en el ¨²ltimo deslinde.
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