Marruecos cierra las adopciones internacionales
La decisi¨®n de Rabat supone un drama para 44 familias espa?olas que ya ten¨ªan ni?os asignados por los orfanatos marroqu¨ªes
Mar y Jauma, un matrimonio catal¨¢n, acuden a diario desde marzo al orfanato de Laila Meryam, en pleno centro de Rabat, a ver al peque?o Omar. Le dan de comer, le lavan, le visten y salen al jard¨ªn con ¨¦l. Estaban convencidos de que iba a ser su hijo, cumpl¨ªan los requisitos de la legislaci¨®n marroqu¨ª, pero esa perspectiva se retrasa y no est¨¢ claro que alg¨²n d¨ªa lo consigan. Marruecos se ha cerrado a la adopci¨®n internacional.
Como Mar y Jauma, cuyos nombres son supuestos porque as¨ª lo han pedido, hay otras 43 familias espa?olas en Rabat, T¨¢nger, Agadir etc¨¦tera a la espera desde hace meses de poder hacer una adopci¨®n con las caracter¨ªsticas legales de Marruecos. Los pa¨ªses musulmanes no contemplan exactamente esa figura jur¨ªdica, pero s¨ª la de la tutela dativa (kafala en ¨¢rabe) otorgada a un matrimonio.
En Marruecos se abandonan decenas de ni?os todos los d¨ªas, la mayor¨ªa reci¨¦n nacidos hijos de chicas solteras que en una sociedad conservadora como la marroqu¨ª no se atreven a ejercer de madre. Los beb¨¦s ingresan en orfanatos de asociaciones de beneficencia o en la amplia red de centros de la Liga Marroqu¨ª de Protecci¨®n de la Infancia. Son casi todos ni?os sanos a diferencia de los de los orfanatos de Europa del Este.
Antes la?kafala se tramitaba en los juzgados en algo m¨¢s de un mes y el a?o pasado 254 familias espa?olas, algunas monoparentales, lograron hijos marroqu¨ªes. La mayor¨ªa eran de Catalu?a desde donde, a mediados de los noventa, viajaron a Marruecos los primeros matrimonios con la intenci¨®n de adoptar. Han creado incluso una asociaci¨®n de ayuda a la infancia marroqu¨ª. Hay tambi¨¦n parejas extranjeras, franceses, belgas, y hasta ha aparecido alguna estadounidense y australiana.
254 familias espa?olas lograron el a?o pasado tutelar a ni?os marroqu¨ªes
¡°Sufrimos de esta espera interminable cuyo desenlace es incierto¡±, afirma Mar angustiada en una cafeter¨ªa de Rabat. ¡°Hemos creado lazos afectivos con nuestros peque?os, les queremos, vivimos para ellos, pero ahora ya no estamos seguros de que podremos educarles, criarles, formar un hogar con ellos¡±, a?ade con los ojos enrojecidos. Mar puede ver a diario al que considera ya su hijo, pero en Agadir, por ejemplo, el orfanato solo permite ahora tres visitas semanales.
Poco despu¨¦s de la llegada al Gobierno del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD, islamista moderado) las?kafalas se atascaron, sobre todo en Rabat a causa de las reticencias de algunos magistrados. El mes pasado el ministro de Justicia, Mustaf¨¢ Ramid, envi¨® una circular a los fiscales inst¨¢ndoles a oponerse a la entrega de beb¨¦s a extranjeros ¡°si estos no residen habitualmente en el territorio nacional¡±.
En los proccedimientos de adopci¨®n los informes de los fiscales son preceptivos, pero no vinculantes. Aun as¨ª es improbable que los jueces no los acaten. Por eso la circular supone en la pr¨¢ctica acabar con la adopci¨®n internacional.
El ministro Ramid, un hombre de profundas convicciones religiosas, quiere as¨ª que los jueces de menores puedan ¡°seguir y controlar¡± lo que sucede con el ni?o adoptado. Sospecha que una vez en Europa los tutelado no cumplan las condiciones de la kafala que obliga a mantener la filiaci¨®n del ni?o, su religi¨®n musulmana y su nacionalidad. Si los ni?os permanecen en Marruecos si se puede comprobar.
Una instrucci¨®n del ministro islamista de Justicia solo permite otorgar adopciones a residentes en el pa¨ªs
Algunas familias espa?olas han respetado la kafala, pero otras han solicitado en los juzgados de Espa?a la plena adopci¨®n para que el ni?o que convive con ellos goce de los mismos derechos que los espa?oles. Atendiendo al inter¨¦s superior del menor los jueces espa?oles la suelen conceder.
Las 44 familias espa?olas que tienen ni?os asignados por los orfanatos marroqu¨ªes y que empezaron a tramitar sus kafalas antes de que se distribuyese la circular han escrito cartas a los titulares de Exteriores y de Justicia de Espa?a y Marruecos rog¨¢ndoles que se les deje terminar, que la instrucci¨®n del ministro Ramid no se les aplique retroactivamente. Han contado con el apoyo de Itran, una asociaci¨®n marroqu¨ª de Barcelona, que preside Alami Susi.
Sus gestiones lograron que el ministro de Justicia, Alberto Ru¨ªz Gallard¨®n, se incorporase el mi¨¦rcoles a la cumbre hispano-marroqu¨ª para tratar de este asunto con su hom¨®logo Ramid. A la salida de la reuni¨®n Gallard¨®n pronunci¨® unas palabras optimistas, pero fuentes conocedores del encuentro aseguran que su interlocutor marroqu¨ª no fue muy conciliador.
Ramid record¨® a Gallard¨®n que son los jueces los que conceden las ¡°kafalas¡± y que para controlar su buen desarrollo era necesario que los tutores residiesen en Marruecos. Dej¨® caer que una vez aqu¨ª asentados podr¨ªan salir de viaje al extranjero con los ni?os que tutelan. Algunas familias espa?olas sopesan ahora instalarse en Marruecos y solicitar la residencia, pero es un tr¨¢mite largo y complicado. ¡°Acaso no nos quede otra por el bien de nuestros hijos¡±, afirma Mar.
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