Barra libre en Sciences Po
El elitista Instituto de Estudios Pol¨ªticos despilfarr¨® dinero p¨²blico sin el menor control estatal, seg¨²n el Tribunal de Cuentas franc¨¦s
¡°Hu¨ªda hacia delante¡±. ¡°Gesti¨®n poco escrupulosa de los dineros p¨²blicos¡±. ¡°Sueldos estratosf¨¦ricos sin contrato¡±. ¡°Alquileres muy caros gratis para algunos profesores¡±. Una docena de ep¨ªgrafes similares a estos salpican el demoledor informe de 210 p¨¢ginas, revelado hoy por ¡®Le Monde¡¯, que el Tribunal de Cuentas ha elaborado sobre Sciences Po, la legendaria facultad de Ciencias Pol¨ªticas de Par¨ªs. Los magistrados afirman que el exc¨¦ntrico y difunto exdirector, Richard Descoings, gestion¨® desde 2005 el centro, dotado con subvenciones que pasaron de 47,7 millones en 2005 a 63,3 millones en 2010, ¡°en total ausencia de control exterior e interior¡±, despilfarrando dinero en sueldos y prebendas, incurriendo en amiguismos frecuentes y despreciando las reglas de la administraci¨®n y la l¨®gica del mercado.
Richard Descoings no conocer¨¢ nunca el veredicto del tribunal porque muri¨® en abril pasado de forma s¨²bita en una habitaci¨®n de hotel de Nueva York, mientras asist¨ªa a un congreso internacional de intelectuales y rectores. Aquella muerte misteriosa, por paro cardiaco, se cerr¨® sin embargo sin investigaci¨®n criminal porque la autopsia revel¨® que fue natural. Descoings era un personaje muy curioso. Inteligente, provocador, medi¨¢tico, pas¨® meses en el ojo de la atenci¨®n p¨²blica por su estrecha relaci¨®n con Nicolas Sarkozy, quien le encarg¨® el informe en el que bas¨® su reforma de la universidad p¨²blica. M¨¢s tarde se descubri¨® que su sueldo superaba el medio mill¨®n de euros, cifra quiz¨¢ demasiado generosa para una instituci¨®n semip¨²blica. Descoings replic¨® que hab¨ªa abierto las cerradas aulas del prestigioso Instituto de Estudios Pol¨ªticos (IEP) a los estudiantes menos favorecidos y los extranjeros, y que se ganaba el sueldo.
Ahora, el Tribunal de Cuentas afirma con algo menos de lirismo que los a?os Descoings fueron una especie de bacanal financiera, y su gesti¨®n una informal reuni¨®n de amigos menos serios que la escuela. El director se subi¨® el sueldo a s¨ª mismo un 60,4%, hasta cobrar 537.246,75 euros en 2010, que cayeron hasta 505.806,29 euros en 2011. El tribunal apunta que el sueldo m¨¢ximo de otros responsables universitarios similares fue ese a?o de 160.095,61 euros, y recuerda que Descoings no ten¨ªa siquiera contrato formal y su salario no fue aprobado en el consejo de administraci¨®n.
Su n¨²mero dos y administrador, Jean-Claude Casanova, presidente de la caja fuerte del instituto, la Fondation Nationale des Sciences Politiques (FNSP) vio c¨®mo sus honorarios pasaban de 16.500 euros en 2007 ¨¤ 36.000 en 2010 y 2011 (contra 9.375,72 que ganaba su predecesor). Casanova ingres¨® 69.000 euros en 2009, y seg¨²n el Tribunal su retribuci¨®n tampoco respetaba ¡°las reglas fijadas por Hacienda¡±.
Las cuentas de resultados de Sciences Po fueron negativas en 2005, 2006 y 2008, pero eso no relaj¨® el tren de vida. Gobernada con ¡°opacidad heterog¨¦nea¡±, y los criterios de empresa privada que Descoingns recomend¨® en su informe sobre la universidad p¨²blica, la facultad hizo contratos de lujo a profesores estrella que apenas trabajaban unas horas y atribuy¨® primas a los funcionarios, mostr¨¢ndose ¡°incapaz de manejar la masa salarial¡±. Todo ello no se tradujo en ventajas para los estudiantes, porque la escolaridad completa (cinco a?os) en el IEP cost¨® de media 51.700 euros en 2010, contra los 35.000 que val¨ªa en la Alta Escuela de Comercio (HEC).
El Tribunal tambi¨¦n valora la promesa de Richard Descoings de abrir la escuela a las clases populares, y sentencia que, aunque es verdad que en 2010 hubo m¨¢s becarios que en 2005, no alcanz¨® ¡°el porcentaje del 30% esperado en 2012¡±. Al mismo tiempo, los estudiantes hijos de padres con trabajo y estudios superiores aumentaron en cinco puntos, pasando en un lustro del 58,5% al 63,3%.
Bien relacionado con los bancos, Descoings pidi¨® incluso cuatro pr¨¦stamos en su lustro de champ¨¢n y reformas. Uno de ellos es definido por la Corte como ¡°especulativo y peligroso¡±. Pero la culpa, concluye el informe, es del Estado, que pese a ser el primer financiero de la fundaci¨®n, nunca la control¨®.
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