¡°A algunos les da miedo o verg¨¹enza decir que les est¨¢n pegando¡±
Cerca del 60% de las mujeres y el 25% de los hombres con discapacidad intelectual han sufrido alg¨²n tipo de abuso a lo largo de su vida Una p¨¢gina web trata de ayudar a las v¨ªctimas a identificar el maltrato
¡°No somos bichos raros. Somos personas con un peque?o problema¡±. As¨ª habla Juan Carlos Talavera, de 33 a?os y ebanista de profesi¨®n, de su discapacidad intelectual. Independiente econ¨®mica y socialmente, este joven es una de las 139.000 personas con discapacidad intelectual en Espa?a. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el colectivo es el abuso tanto f¨ªsico como sexual y emocional, sobre los que existe poca informaci¨®n porque muchos no se dan cuenta de que est¨¢n siendo maltratados y porque a veces se pone en duda la credibilidad, a la hora de denunciar, de una persona con discapacidad intelectual.
A veces no saben lo que les est¨¢ ocurriendo, c¨®mo expresarlo o se otorga poca credibilidad a su testimonio"
¡°Me gustar¨ªa que no hubiera violencia, ni tanto acoso, ni tantas violaciones. Sandra Palo era una compa?era nuestra del taller. Y me doli¨® mucho lo que le pas¨®. No quer¨ªa comer ni hacer nada¡±, comenta Jos¨¦ G¨®mez, de 43 a?os y que trabaja en los talleres de lavado de sacas y cajas de Correos. Tanto Talavera como G¨®mez pertenecen al grupo de personas con discapacidad intelectual que, junto a expertos, psic¨®logos y miembros de la Guardia Civil, han colaborado en la redacci¨®n de los contenidos de la web nomasabusos.com. La p¨¢gina parte de una campa?a de atenci¨®n y prevenci¨®n de las fundaciones Carmen Pardo-Valcarce y Mapfre, con la colaboraci¨®n de la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, y busca sensibilizar, informar y prevenir las violaciones y el maltrato a personas con discapacidad intelectual. Los textos est¨¢n escritos de forma comprensible para quienes tienen esa discapacidad, de modo que puedan entender en qu¨¦ consisten esos abusos y qu¨¦ hacer si los sufren.
Los integrantes de este colectivo son hasta diez veces m¨¢s vulnerables a la hora de sufrir abusos sexuales o maltratos a lo largo de su vida, seg¨²n afirma la directora de la Fundaci¨®n Carmen Pardo-Valcarce, Almudena Martorell.?Aunque no existe un perfil claro del agresor por la escasez de datos, muchos abusos tienen lugar, seg¨²n la Unidad de Atenci¨®n a las V¨ªctimas con Discapacidad Intelectual (UAVDI) de la fundaci¨®n Carmen Pardo-Valcarce, dentro del propio n¨²cleo familiar o en los centros ocupacionales a los que acuden. ¡°Las personas con discapacidad intelectual son muy afables, enseguida conf¨ªan y lo que t¨² digas va a misa, y de eso hay quien se aprovecha¡±, se?ala la directora de la UAVDI, Mar¨ªa Recio Zapata.
Martorell explica que existen dificultades para denunciar los casos de abusos, porque en ocasiones las v¨ªctimas ¡°no saben lo que les est¨¢ ocurriendo, c¨®mo expresarlo o se le otorga poca credibilidad a su declaraci¨®n¡±.
¡°Sus testimonios no son cre¨ªbles porque en la actual legislaci¨®n se interpreta que si las victimas no son consistentes en sus declaraciones, no son fidedignas, y tampoco si no aportan muchos detalles¡±, detalla Recio, que denuncia que no tienen un acceso igualitario a la justicia ya que la discapacidad intelectual afecta la memoria y a la atenci¨®n por lo que, quien sufre abusos, especialmente en temas sexuales, puede narrar los hechos pero no siempre detallar con precisi¨®n lo ocurrido. Por ello se trabaja para que se permitan los testimonios como "prueba preconstituida", en la que un experto sobre esta discapacidad puede reformular las preguntas judiciales a un nivel que los que tienen una discapacidad intelectual puedan entender.
En los ¨²ltimos dos a?os, la UAVDI ha atendido 70 casos de abusos a personas con discapacidad intelectual. De ellos, el 45% eran menores y 6 de cada 10, mujeres. Se estima que cerca del 60% de las mujeres y el 25% de los hombres con discapacidad intelectual han sufrido alg¨²n tipo de abuso a lo largo de su vida, seg¨²n datos del informe de 2011 del Comit¨¦ Espa?ol de Representantes de Personas con Discapacidad.
Recio lamenta que hasta hace poco las bases de datos de la Guardia Civil no especificaban si la v¨ªctima de un abuso padec¨ªa una discapacidad o no, por lo que resulta complicado elaborar un censo fiable.
Aunque Espa?a ratific¨® la Convenci¨®n sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que entr¨® en vigor el 3 de mayo de 2008, todav¨ªa no se ha adaptado la legislaci¨®n, lo que, seg¨²n Recio, facilita que las denuncias por abusos a personas con discapacidad intelectual no prosperen debido a la poca credibilidad que tienen. ¡°Ahora mismo depende del tipo de juez que te toque. Si el magistrado considera que la Convenci¨®n est¨¢ por encima del C¨®digo Penal, admite la prueba preconstituida. Si por el contrario cree que prevalece el C¨®digo por encima del acuerdo, no la acepta. Lo que queremos es que esto no dependa de la mentalidad del juez, sino que est¨¦ reglado por ley¡±, manifiesta Recio.
¡°Tengo la suerte de tener una gran familia. Hace falta que esto salga a la luz, que desaparezca el maltrato¡±, subraya Talavera. Para G¨®mez lo importante es que las personas con discapacidad intelectual no permitan los abusos: ¡°Hay gente a la que le da miedo o verg¨¹enza decir que le est¨¢n pegando. Ten¨ªa un compa?ero al que empujaban, tiraban al suelo y pegaban, pero si lo contabas al monitor luego dec¨ªa que no era cierto, que no le hac¨ªan da?o. Quiero que esto ya no suceda¡±.
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