¡°Las c¨¦lulas madre hab¨ªan generado demasiadas expectativas¡±
El m¨¦dico dirige un ensayo para medir si la regeneraci¨®n de corazones infartados prolonga la vida
Ha llegado el momento de que las c¨¦lulas madre se reivindiquen. ¡°Hab¨ªan generado demasiadas expectativas¡±, admite el cardi¨®logo de Friburgo (Alemania) Andreas Zeiher. Con 57 a?os, Zeiher dirige el proyecto que debe ser el espaldarazo para la medicina regenerativa: ¡°Demostrar que el autotrasplante de c¨¦lulas madre despu¨¦s de un infarto aumenta la supervivencia¡±. Solo con esa prueba ¡°se podr¨¢ aprobar su uso¡±, explica. ¡°Es lo mismo que se le exige a los medicamentos¡±.
En el ensayo van a participar 3.000 personas, de las que 550 ser¨¢n espa?olas. ¡°Tendremos los resultados dentro de cuatro a?os y medio¡±, aclara. ¡°Hasta ahora los resultados estaban dispersos y eran de grupos peque?os¡±. Los resultados en animales han sido prometedores, ¡°pero hay que verificarlos en personas¡±, insiste Zeiher, quien no duda de que ¡°llevar¨¢ mucho tiempo, pero la medicina regenerativa es el futuro¡±.
En este sentido, Zeiher, quien ha visitado Madrid para impartir un seminario en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), cree que haber empezado por algo tan complicado y vital a la vez como alargar la vida tras un infarto es una oportunidad de oro para demostrar la utilidad de las c¨¦lulas madre de una vez para siempre. ¡°Pod¨ªamos haber empezado por algo menor. Pero yo soy cardi¨®logo, y s¨¦ que, hasta ahora, despu¨¦s de un infarto no podemos hacer nada para que el coraz¨®n se regenere. Podemos dar medicaci¨®n, pero solo sirve para aliviar su carga de trabajo y que lata mejor, no para crear un m¨²sculo nuevo¡±, a?ade.
La historia de colaboraci¨®n entre las c¨¦lulas madre y las enfermedades cardiovasculares ha sido zigzagueante. Hace ya una d¨¦cada que empezaron los ensayos ¡ª¡°con una importante participaci¨®n espa?ola, como los trabajos de Francisco Fern¨¢ndez-Avil¨¦s¡±¡ª que parec¨ªa que demostraban que las c¨¦lulas madre del propio paciente se integran en el coraz¨®n infartado, pero falta esa prueba definitiva. ¡°Desde entonces hemos aprendido mucho¡±, dice el cardi¨®logo de la Universidad de Fr¨¢ncfort. Por ejemplo, las c¨¦lulas madre del m¨²sculo, que fueron las primeras que se ensayaron, se han descartado. ¡°Ya no se usan, porque aunque se integraban en el coraz¨®n, no consegu¨ªan adaptarse al ritmo de los latidos y causaban arritmias¡±. Por eso, despu¨¦s se pens¨® en usar c¨¦lulas ¡°m¨¢s cercanas a las pluripotentes, a las embrionarias¡±, como las c¨¦lulas madre de la m¨¦dula ¨®sea.
Entre el 1,5% y el 2% de las c¨¦lulas del coraz¨®n se renuevan cada a?o"
Pero la sorpresa al hacer los ensayos es que se ha visto que estas ¡°no se transforman directamente en m¨²sculo cardiaco¡±. ¡°Lo que hacen es estimular los factores de crecimiento que hacen que las c¨¦lulas madre del coraz¨®n se activen. Este cambio en nuestro conocimiento ha sido muy importante¡±, explica.
Porque la clave est¨¢ en que ¡°al contrario de lo que se pensaba, el coraz¨®n tambi¨¦n se regenera¡±. ¡°En una persona sana, entre el 1,5% y el 2% de las c¨¦lulas de su coraz¨®n cambian cada a?o¡±, dice Zeiher. Y de lo que se trata es de ¡°activar ese proceso¡±, que es lo que se consigue con la infusi¨®n de c¨¦lulas madre. Es todo un cambio en el paradigma del ensayo, pero lo que importa son los resultados. ¡°Hasta ahora no hemos conseguido ning¨²n f¨¢rmaco que estimule esa regeneraci¨®n¡±, dice Zeiher. ¡°Si lo tuvi¨¦ramos, ser¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil el tratamiento¡±.
En cualquier caso, si el ensayo demuestra lo que los investigadores pretenden, eso servir¨¢ para tratar a las personas que tengan un infarto a partir de ahora. ¡°Con las lesiones antiguas no podemos hacer nada. La terapia hay que aplicarla lo antes posible para que se cree otra vez el m¨²sculo que muere cuando se pierde el riego. Si no se produce el proceso de fibrosis: se crea como una cicatriz que ya no late, y eso es m¨¢s dif¨ªcil de revertir¡±, explica.
?Y si el ensayo no funciona? ¡°No aceptaremos resultados intermedios. La prueba del algod¨®n es la prolongaci¨®n de la supervivencia. Si no, nos quedar¨¢ al menos lo que hemos aprendido, pero no se pedir¨¢ que el tratamiento se apruebe¡±, zanja.
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