¡°Si no investigas, ?volvemos otra vez al ladrillo?¡±

Cuando ya se iba, Ana Crespo de las Casas, catedr¨¢tica de Bot¨¢nica, la tercera cient¨ªfica que ocupa un puesto en la Academia de Ciencias (tras la bi¨®loga Margarita Salas y la matem¨¢tica Pilar Bayer), mostr¨® tal felicidad ante la perspectiva de que iba a encontrarse con sus estudiantes en la Complutense, que daban ganas de dejar atr¨¢s el cuaderno con lo que dijo en el desayuno e ir a escucharle c¨®mo explica los l¨ªquenes o el origen de la papa bonita de Tenerife.

Naci¨® en 1948 en la isla en la que la papa m¨¢s chica de las que vienen de Per¨² es un monumento. Javier Solana y su subsecretario Juan Rojo la hicieron directora de Universidades. Su tarea investigadora la llev¨® a la Academia. Ingres¨® hace una semana, con un discurso que titul¨® honrando a Rousseau, que consideraba la Bot¨¢nica ¡°una ciencia amable¡±. El t¨ªtulo de su lecci¨®n: El discurrir de una ciencia amable y la vigencia de sus objetivos: de Linneo al c¨®digo de barras se pasa por Darwin.

La investigaci¨®n es su obsesi¨®n y los recortes que la impiden son su melancol¨ªa. ¡°Reducir becas o movilidad deja en paro a la mejor savia de un pa¨ªs. Si no investigas, ?volvemos otra vez al ladrillo?¡±. Sobre la mesa reposa ¡ªya no tiene apetito, se lo lleva para la media ma?ana¡ª un suculento pa amb tom¨¤quet cubierto de un jam¨®n que te entra por los ojos, y por ah¨ª quedan restos de un cruas¨¢n y las tazas ya fr¨ªas de sendos t¨¦s verdes. Ella se ha lanzado al relato de su vocaci¨®n, y solo al final alude a sus gustos, la cocina vasca y la cocina catalana; aprovecha para poner en valor ¡°la inteligencia con la que en un sitio y en otro se han ocupado de la ciencia y de la educaci¨®n para hacer una pol¨ªtica exigente y de calidad¡±. En este pa¨ªs se gobern¨® la ciencia para que sirviera a la comunidad, ¡°y se consigui¨® que la productividad cient¨ªfica fuera alt¨ªsima¡±, dice. Ahora no se gobierna la ciencia, o al menos ¡°se espera que sea de utilidad inmediata, y eso es limitarla¡±, lamenta.

La investigadora reivindica "el placer de encontrarse con los alumnos"

Uno de los problemas que tiene la ciencia, contin¨²a, es que este pa¨ªs abandone a los j¨®venes ¡°que tienen que ir por esos mundos, pero lo grave es no recuperarlos¡±. El sector p¨²blico financia de manera sensata la ciencia, ¡°insensato es lo que el sector privado dedica a I+D... La fertilizaci¨®n del sector privado no se est¨¢ haciendo y eso requiere gobernar. Se ha de gobernar y eso no se hace sino corrigiendo disfunciones. El funcionariado espa?ol es muy bueno, r¨ªete t¨² del Civil Service brit¨¢nico; pero se tienen que dictar leyes que optimicen su gesti¨®n¡±. Ana Crespo cree en la tecnolog¨ªa, y en el desarrollo de la ciencia, de modo que el malhumor que padece este pa¨ªs le parece (¡°soy optimista por naturaleza¡±) que se puede resolver tambi¨¦n gracias a la ciencia, ¡°que arregla la vida de una manera fant¨¢stica¡±. Pero, ?y el paro? ¡°Los que aumentan el paro son los que no contemplan el empleo como primera prioridad de sus acciones¡±.

Cuando habla de la papa bonita (¡°la negra yema de huevo¡±, tambi¨¦n llamada Andigenum, de los Andes) a la catedr¨¢tica se le ilumina el rostro (¡°es puro reflejo de la diversidad¡±), como cuando dice, al despedirse, que le espera hasta la noche ¡°el hermoso placer de encontrarse con alumnos¡±. En medio de ese placer Ana Crespo se comer¨¢ el pa amb tomaquet que le han envuelto en papel de aluminio.