La loter¨ªa que venci¨® al c¨¢ncer

A pesar de que fue una chica de portada, ahora prefiere rehuir los focos. Lo expresa algo molesto Paco, su marido. Porque la imagen de Mar¨ªa Isabel Guerrero asom¨¢ndose a la terraza de su domicilio en Valencia con un turbante en la cabeza debido al c¨¢ncer dio la vuelta al territorio nacional. Y eso que el cup¨®n que agitaba entonces, premiado con un quinto, se qued¨® en 6.000 euros. ¡°Simplemente fue la ilusi¨®n del momento. La sensaci¨®n de ganar algo despu¨¦s de tanta tristeza¡±, accede a decir casi un a?o despu¨¦s, con una melena considerable y gran actividad f¨ªsica tras la barra del bar que regenta.

La cantidad, reconoce, fue lo de menos. Porque en 2011 hab¨ªa tenido que vender dos negocios y quedarse solo con el que administra ahora junto a su marido, situado en una avenida del Grau, frente al puerto de Valencia. En la administraci¨®n de este barrio fue donde seleccion¨® el 22418, la combinaci¨®n ganadora. ¡°Es el n¨²mero del restaurante, el que fijamos todos los a?os¡±, advierte. En la venta de loter¨ªa recuerdan perfectamente el momento, a pesar de contar con una decena de galardones incluidos 38 millones de euros en otro quinto en 2003: ¡°Se reparti¨® por toda la calle, pero la verdad es que cuando vimos a Maribel en la tele nos alegramos mucho¡±, dice el encargado.

Con un nuevo manojo de d¨¦cimos y vencido el c¨¢ncer, no quiere volver a salir en la tele

Y no es de extra?ar: dos d¨ªas antes, esta madrile?a de Carabanchel se hab¨ªa sometido a una de las sesiones de quimioterapia que soportaba desde el 7 de septiembre de 2011, cuando le diagnosticaron c¨¢ncer de mama. Fueron tres meses largos. Aquella ma?ana, en la que la administradora Mariluz Sancho escanciaba botellas y balbuceaba palabras, Mar¨ªa Isabel Guerrero a¨²n ten¨ªa las secuelas del tratamiento. ¡°Estaba muy d¨¦bil y solo sal¨ª porque me llamaron al timbre¡±, responde justificando su aparici¨®n en los medios.

Desde entonces, el proceso de cura le llev¨® seis meses m¨¢s, hasta julio de este a?o. Finaliz¨® la radioterapia y el pasado 31 de octubre le dieron el alta m¨¦dica. ¡°Ahora solo tengo revisiones rutinarias, pero est¨¢ superado¡±, comenta esta mujer ¡°fuerte y positiva¡±. Pero en el camino contin¨²an los ¡°estragos¡± de la crisis que hicieron que esta pareja mantuviera un solo local y el cuidado de dos hijas, una de ellas con una discapacidad que la tiene postrada en una silla de ruedas.

¡°Era una ¨¦poca de mucha pena, un c¨²mulo de desesperaci¨®n y tristeza¡±, explica jovial, ¡°y fue solo el sentimiento de conseguir algo¡±. ¡°Lo que siente la gente cuando gana algo¡±, resume. Para este a?o sigue su apuesta al n¨²mero del bar. Esta vez estar¨¢ pendiente mientras sirve almuerzos como los que prepara cada ma?ana. Aunque no le apetece volver a salir en la tele: ¡°ni me incomoda ni me alegra, pero quiero estar tranquila¡±, sonr¨ªe antes de concluir que ¡°todo puede ir a peor¡±. De momento, tal y como muestra satisfecha, est¨¢ aqu¨ª. Con un manojo nuevo de d¨¦cimos y un c¨¢ncer vencido, eso s¨ª, m¨¢s por su voluntad que por el dinero.