La extra?a dieta de Tom

Tom Watkins, un adolescente holand¨¦s de 15 a?os, lleva una d¨¦cada comiendo solo alimentos crudos. Con cinco a?os, su madre, Francis Kenter, suprimi¨® todos los alimentos que precisan cocci¨®n, o han sido preparados de antemano: carne, pescado, cereales, pan, arroz, legumbres y az¨²cares. En 2009, dej¨® adem¨¢s el colegio porque sus compa?eros se burlaban de su dieta. ¡°?Eh, chico! ?Llevas tambi¨¦n hoy tu manzana?¡±, le dec¨ªan, al ver que su almuerzo consist¨ªa en fruta, hortalizas y nueces. Tom dice que la situaci¨®n era molesta, sin llegar al acoso, pero su madre decidi¨® escolarizarle en casa. Ahora, los servicios sociales han pedido que retome su educaci¨®n o sea trasladado a un hogar de acogida. Alegan que no pidi¨® permiso a Educaci¨®n para estudiar desde casa y que su dieta es impropia de un pa¨ªs desarrollado.

Seg¨²n la madre, los ni?os y adolescentes actuales consumen ¡°ingredientes basura¡±. ¡°En la escuela, por culpa de la presi¨®n del entorno, mi hijo no puede mantener la pureza de sus men¨²s¡±, ha dicho. La situaci¨®n ha generado un debate nacional sobre los l¨ªmites del derecho de los progenitores a alimentar ¡ªy educar¡ª a sus hijos como mejor les parezca. Sobre todo porque Francis Kenter tiene otro v¨¢stago que rechaz¨® su estilo culinario, y vive hoy en Inglaterra con su exmarido, el padre de ambos chicos.

Escolarizado en casa

Al problema de los estudios de Tom, que debe seguir la ense?anza obligatoria hasta los 16 a?os, se ha sumado su salud. Seg¨²n los pediatras que le han revisado, tiene un retraso del crecimiento por falta de nutrientes. Un especialista que denunci¨® el caso al servicio de abusos del menor ha llegado a decir que ser¨¢ 12 cent¨ªmetros menos alto de lo que le corresponder¨ªa (de media, los holandeses est¨¢n entre los m¨¢s altos del mundo). Lo ha comparado incluso con el grado de desnutrici¨®n de un menor africano en zonas deprimidas.

El chico dice que si lo sacan de casa se escapar¨¢ y volver¨¢ con su madre: ¡°Es simple: si me llevan, regresar¨¦. Si Protecci¨®n del Menor piensa en mi bienestar, ?por qu¨¦ quiere arrancarme de mi casa?¡±. La madre subraya que las autoridades no cuestionan su dieta: ¡°Al juez le preocupa que un ni?o no vaya a clase, no lo que come. Tom y yo pensamos igual sobre los alimentos. La gente opina mucho de lo que ignora. En cuanto a los servicios sociales, son espantosos¡±.