S¨¦neca y la justicia tributaria tard¨ªa
El 88% de los espa?oles piensa que los impuestos no se cobran de manera justa
La ¨²ltima encuesta del CIS refleja que el 88% de los espa?oles piensa que los impuestos no se cobran con justicia y que no paga m¨¢s el que m¨¢s tiene. Ello nos obliga a plantear si las leyes tributarias son justas.
Defend¨ªa S¨¦neca que la norma promulgada es siempre justa por el hecho de ser norma. Y el propio fil¨®sofo lo secund¨® con su vida, cuando rehus¨® convertirse en pr¨®fugo para escaparse de la condena a muerte que el emperador Ner¨®n dict¨® de una manera caprichosa e injusta.
Si todos nuestros conciudadanos pensaran como el romano podr¨ªan dormir tranquilos, porque las grandes multinacionales suelen situarse dentro de las pautas de la norma fiscal. Sin embargo, ?por qu¨¦ sentimos que no es justo que un ordenador vendido en Espa?a a un espa?ol tribute por ello en Irlanda, donde paga menos de la mitad del impuesto sobre sociedades, al amparo de un convenio bilateral con este pa¨ªs? ?O cuando compramos un abrigo en la tienda de la esquina, y solo por el hecho de haberlo pagado por Internet, esa venta tributa en el pa¨ªs donde la multinacional ha querido montar la p¨¢gina web?
El problema de fondo es que las empresas multinacionales escudri?an las normas nacionales para encontrar aquellos resquicios que les permiten aprovecharse de la falta de coordinaci¨®n de las normas tributarias de los distintos pa¨ªses, y no pagar impuestos en ning¨²n sitio o pagar all¨ª donde los impuestos son m¨¢s bajos. En el sector tecnol¨®gico y, sobre todo, en el de los servicios por Internet, el problema es m¨¢s grave, ya que en estos casos las empresas tributan donde quieren, ante la inconcreci¨®n que supone la Red y la falta de regulaci¨®n de estos servicios en materia fiscal. Y es que muchos de los convenios de doble imposici¨®n fueron redactados hace a?os, cuando Internet era algo desconocido.
Por otra parte, hay pa¨ªses que hacen competencia fiscal y han bajado los tipos impositivos hasta extremos impensables, con el fin de atraer a las multinacionales. Esto ha provocado una huida de los beneficios hacia estos pa¨ªses, no siempre de forma legal.
Para terminar el cuadro, hay pa¨ªses que no colaboran en el intercambio de informaci¨®n fiscal con nuestro pa¨ªs, por lo que las operaciones all¨ª radicadas son impermeables al conocimiento del fisco espa?ol.
Con este panorama, muchas multinacionales apenas tributan en Espa?a y no es de extra?ar que el ciudadano considere que no hay justicia, y no est¨¦ dispuesto a dejarse morir, como S¨¦neca, al arbitrio de estas normas ¡°justas¡±.
Nosotros, los inspectores de Hacienda, tratamos que tributen estas operaciones, pero poco podemos hacer cuando las normas no nos dan amparo, salvo denunciarlo p¨²blicamente.
La soluci¨®n tiene que venir por una regulaci¨®n completa de estas actividades transfronterizas, para que se pague all¨ª donde se obtiene el beneficio, con independencia de donde tenga su establecimiento la sociedad. Tambi¨¦n se deben modificar los convenios bilaterales en materia de impuestos suscritos por Espa?a para regular estas cuestiones, e introducir cl¨¢usulas antifraude, para que nada escape a tributaci¨®n.
S¨¦neca dec¨ªa que ¡°nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tard¨ªa¡±, por lo que es de esperar que nuestro pa¨ªs reaccione a tiempo para evitar esta sangr¨ªa a las cuentas p¨²blicas.
Julio Rans¨¦s P¨¦rez Boga es presidente de Inspectores de Hacienda del Estado.
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