Pise el freno
Espa?a estudia sumarse a la tendencia europea de limitar la velocidad a 30 km/hora en las ciudades para que sean m¨¢s habitables. El peat¨®n sobrevivir¨ªa al 95% de atropellos

Que nadie muera en las ciudades por culpa de un atropello. El deseo no es una utop¨ªa. O al menos no se aleja tanto de la realidad, porque en ciudades como Pontevedra ya lo han logrado. ?C¨®mo? Reduciendo la velocidad m¨¢xima en toda la urbe a 30 kil¨®metros por hora. En un arrollamiento provocado por un veh¨ªculo que circula a esta velocidad, el peat¨®n tiene un 95% de posibilidades de sobrevivir. Si es a 50 por hora, sus opciones de vida se reducen a un 55%. Por encima de 70, las estad¨ªsticas apuntan inevitablemente hacia la muerte. Todos los estudios al respecto certifican estos datos. ?Ser¨ªa entonces una idea descabellada imponer este l¨ªmite en las ciudades? ?O choca con otros intereses irrenunciables?
Un comit¨¦ ciudadano europeo, liderado por la alemana Heike Aghte y del que forma parte una treintena de organizaciones, present¨® en septiembre una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) para lograr que el l¨ªmite m¨¢ximo en todas las zonas urbanas residenciales de la UE sea 30 kil¨®metros por hora, una velocidad que ya han implantado varias ciudades y que otras estudian hacer. La Comisi¨®n Europea acaba de aceptar su registro. Si logran un mill¨®n de firmas en un a?o procedentes de al menos siete pa¨ªses europeos, la Comisi¨®n podr¨ªa convertir la iniciativa en una ley de aplicaci¨®n en todo el territorio comunitario.
Dos tercios de los siniestros mortales de tr¨¢fico, 20.000, ocurren en urbes
La campa?a de recogida de r¨²bricas, que en Espa?a abanderan cuatro organizaciones ¡ªEcologistas en Acci¨®n, Stop Accidentes, Andando y Conbici¡ª comenz¨® el 4 de diciembre. Su leitmotiv no tiene posibilidad de r¨¦plica: ¡°Vivir en ciudades m¨¢s habitables, seguras y menos contaminadas¡±.
En efecto, las ciudades son susceptibles de ser menos peligrosas y m¨¢s respirables. Dos tercios de los siniestros de tr¨¢fico mortales en Europa, alrededor de 20.000, ocurren en calles urbanas y el 48% de las v¨ªctimas son peatones y ciclistas, seg¨²n la base de datos de accidentes de tr¨¢fico de la Comisi¨®n Europea. En cuanto a la contaminaci¨®n, en Espa?a, por ejemplo, el 94% de la poblaci¨®n respira un aire que supera el ¨ªndice de contaminaci¨®n recomendado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, seg¨²n un informe de Ecologistas en Acci¨®n del pasado octubre. Teniendo en cuenta el l¨ªmite marcado por la legislaci¨®n, el porcentaje se reduce al 22%, pero siguen siendo 10,4 millones de personas. Y, seg¨²n la asociaci¨®n, ¡°el principal agente contaminador del aire es el tr¨¢fico¡±.
En Pontevedra, con pol¨ªticas a favor del peat¨®n, no ha muerto nadie en cuatro a?os
¡°El tema central es que al circular a 30 por hora se reduce el peligro que suponen los coches, ya que la posibilidad de que una persona muera en un atropello es del 5% y las lesiones siempre ser¨¢n menos graves¡±, estima Mariano Gonz¨¢lez, coordinador estatal de Transporte y Movilidad de Ecologistas en Acci¨®n. Seg¨²n Gonz¨¢lez, al conducir m¨¢s despacio ¡°se promueven los desplazamientos a pie o en bicicleta¡±, porque uno de los principales miedos de los ciclistas en ciudad son los atropellos. Por eso, disminuir la velocidad, ¡°animar¨ªa a m¨¢s gente a desplazarse en bici¡±, considera.
Manuel Mart¨ªn, director t¨¦cnico de Conbici, est¨¢ de acuerdo en parte. ¡°Las calles 30 dan m¨¢s confianza¡±, estima, pero ¡°no terminan de ser un reclamo para los nuevos usuarios de bicicletas¡±. Para Mart¨ªn, la construcci¨®n de carriles bici ser¨ªa el impulso definitivo, aunque, seg¨²n admite, ¡°hasta que se adopten estas pol¨ªticas, que requieren m¨¢s inversi¨®n, las zonas 30 son una soluci¨®n econ¨®mica¡±.
217 muertos por atropellos urbanos en Espa?a
En 2011, murieron en Europa en accidente de tr¨¢fico 30.108 personas, 940 menos que en 2010, lo que supone una reducci¨®n de un 3%, seg¨²n cifras del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte. Aproximadamente el 14% de las muertes por tr¨¢fico en Europa corresponden a un atropello.
En las ciudades europeas se producen unos 20.000 accidentes mortales al a?o.
En Espa?a, murieron el a?o pasado 2.060 personas en siniestros de tr¨¢fico. De ellas, 457 perdieron la vida en un accidente en ciudad (217, por atropello).
La reducci¨®n en el n¨²mero de muertos por siniestro de tr¨¢fico en Europa ha disminuido en 2011 en comparaci¨®n con la tendencia de los ¨²ltimos tres a?os. En los pa¨ªses que se incorporaron a la UE antes de 2004, las v¨ªctimas mortales han ca¨ªdo un 2%. En el resto, se ha producido un aumento de un 1%.
Los pa¨ªses europeos que lograron un mayor descenso el a?o pasado son Noruega (20%), Letonia (18%), Espa?a (17%), Bulgaria (15%) y Ruman¨ªa (15%).
M¨¢s de 324.000 personas resultaron heridas de gravedad en 2011 en un siniestro al volante. "Los muertos son solo la punta del iceberg del n¨²mero total de colisiones de tr¨¢fico", aseguran fuentes de Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte.
La disminuci¨®n de la velocidad implicar¨ªa, a su vez, una reducci¨®n de la contaminaci¨®n ac¨²stica y del aire. Seg¨²n el Consejo Medioambiental de Alemania, conducir a 30 kil¨®metros por hora en lugar de a 50 supone un descenso inmediato en el nivel de ruido de tres decibelios. La menor contaminaci¨®n del aire ser¨ªa, en cambio, una ¡°consecuencia indirecta y a medio plazo¡± derivada del aumento de los desplazamientos a pie y en bicicleta, seg¨²n Ecologistas en Acci¨®n.
La iniciativa no ha encontrado oposici¨®n de los clubes de automovilistas. El Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE) apuesta por fomentar el n¨²mero de zonas 30 en barrios con alta densidad de peatones y ciclistas. Tampoco el Comisariado Europeo del Autom¨®vil (CEA) ha puesto ninguna resistencia, siempre y cuando, ¡°la iniciativa se lleve a cabo en zonas residenciales¡±, matiza un portavoz. ¡°Nos manifestamos en contra si la medida afecta a cualquier tramo de la ciudad, por ejemplo, a arterias de conexi¨®n como el paseo de la Castellana de Madrid¡±, a?ade.
Las mayores reticencias, seg¨²n los impulsores de la ICE, proceden de los propios ciudadanos. ¡°La gente asume autom¨¢ticamente que estar¨¢ obligada a conducir a una velocidad inadecuadamente lenta, porque suelen circular al doble de velocidad, pero una vez que se aplican los 30 por hora, experimentan que pueden conducir incluso m¨¢s r¨¢pido porque los atascos se reducen y el tr¨¢fico es m¨¢s fluido¡±, argumenta un portavoz.
Un ejemplo claro es Reino Unido, donde en 34 ciudades hay limitaci¨®n a 30 kil¨®metros por hora. Seg¨²n una encuesta encargada por el Gobierno brit¨¢nico, el 75% de los ciudadanos est¨¢n de acuerdo con este l¨ªmite. Entre los conductores, el 72% tambi¨¦n se manifiesta a favor.
La medida servir¨ªa para reducir la contaminaci¨®n ac¨²stica y del aire
Los efectos reales de limitar la velocidad son incontestables. En Pontevedra, la ciudad pionera en Espa?a en implantar el l¨ªmite m¨¢ximo de 30 por hora en toda la urbe, la siniestralidad vial se ha reducido de manera dr¨¢stica: cuatro a?os seguidos, entre 2007 y 2010, sin ning¨²n muerto por accidente de tr¨¢fico o atropello.
Desde 1999 el Ayuntamiento de Pontevedra ¡°promovi¨® un modelo de ciudad que prioriza a los peatones sobre los veh¨ªculos¡±, explican fuentes del Consistorio. Para ello se crearon grandes ¨¢reas peatonales y semipeatonales, se ampliaron las aceras y se modificaron las v¨ªas m¨¢s c¨¦ntricas para convertirlas en calles de sentido ¨²nico con el objetivo de dificultar la circulaci¨®n de los veh¨ªculos. La medida m¨¢s medi¨¢tica, la reducci¨®n de la velocidad a 30 por hora, rige desde septiembre de 2010. ¡°No solo es necesaria la norma, tambi¨¦n hay que poner obst¨¢culos reales como guardias de tr¨¢fico en las esquinas y pasos sobreelevados¡±, aseguran desde el Ayuntamiento pontevedr¨¦s. De hecho, la ¨²nica v¨ªctima mortal de 2011 perdi¨® la vida en una ¡°zona no tratada¡±.
Los automovilistas piden limitarla a barrios con mucho peat¨®n y ciclista
Aunque muchas localidades espa?olas han ampliado el n¨²mero de calles 30, son todav¨ªa pocas las que han implantado la limitaci¨®n en todo el municipio. Valencia ha restringido el casco hist¨®rico a 30 por hora y M¨¢laga a 20. En Santiago de Compostela, el centro hist¨®rico es peatonal. Otras ciudades europeas, como Par¨ªs, ya han anunciado que incrementar¨¢n el n¨²mero de calles limitadas a 30 por hora.
En Espa?a, la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) pretende extender el l¨ªmite m¨¢ximo de 30 kil¨®metros por hora en ciudades con la aprobaci¨®n del nuevo Reglamento General de Circulaci¨®n, cuyo borrador, seg¨²n la instituci¨®n, estar¨¢ listo en las pr¨®ximas semanas. Aunque todav¨ªa no se ha especificado cu¨¢les ser¨¢n las zonas con la velocidad limitada, la directora de Tr¨¢fico, Mar¨ªa Segu¨ª, ya ha anunciado su intenci¨®n de ¡°terminar con los privilegios hist¨®ricos del coche¡± para dar mayor protagonismo a peatones y ciclistas.
No obstante, los automovilistas no son los ¨²nicos responsables de los siniestros. Seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n Mapfre de enero de 2012, las distracciones de los peatones figuran entre las tres principales causas de atropello, junto a las infracciones y la velocidad inadecuada. ¡°Los conductores no somos los ¨²nicos culpables¡±, defiende CEA, que apuesta porque cualquier soluci¨®n pase por lograr ¡°una convivencia lo m¨¢s amigable posible¡± entre los distintos tipos de veh¨ªculos y los peatones.
Pero el reto, seg¨²n Mariano Gonz¨¢lez de Ecologistas en Acci¨®n, va m¨¢s all¨¢ de la convivencia amigable: ¡°Transformar el modelo de ciudad y la forma de moverse¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
