Susan Solomon, premio Fundaci¨®n BBVA de Cambio Clim¨¢tico

Todo el que en los a?os noventa tuvo que cambiar su desodorante o su laca en aerosol, o su nevera por sus gases refrigerantes, o muchos otros procesos industriales para no aumentar el peligroso agujero de ozono que cada invierno austral se forma sobre la Ant¨¢rtida se lo debe, en gran parte, a la qu¨ªmica estadounidense (Chicago, 1956) Susan Solomon. Por esta y otras aportaciones al estudio de la relaci¨®n entre actividad humana y cambio clim¨¢tico la Fundaci¨®n BBVA le ha concedido el Premio Fronteras del Conocimiento de Cambio Clim¨¢tico en su quinta edici¨®n, dotado con 400.000 euros. El anuncio lo ha hecho el presidente del jurado, Bjorn Stevens, del Instituto Max Planck de Meteorolog¨ªa.

Solomon no solo estableci¨® en un laboratorio los procesos que hac¨ªa que los compuestos clorofluorocarbonados (CFC) reaccionaran con el ozono atmosf¨¦rico sobre la superficie de los microsc¨®picos cristales de agua de la atm¨®sfera de la Ant¨¢rtida destruy¨¦ndolo. Tambi¨¦n, en el invierno austral de 1986, fue en persona a demostrarlo. Con ello puso las bases del Protocolo de Montreal de 1987 (que entr¨® en vigor en 1989), que supuso el primer cambio a gran escala en la conducta humana para evitar da?os al entorno. Como fruto colateral de aquel viaje, un glaciar y una meseta del continente helado tienen su nombre.

Aquel acuerdo, como ha recordado Solomon en conversaci¨®n telef¨®nica con la sede de la fundaci¨®n, fue, sin embargo, relativamente sencillo. ¡°El efecto de la destrucci¨®n del ozono era visible para la mayor¨ªa con el aumento de los casos de melanoma¡±, ha dicho. Y las acciones a realizar a nivel individual ¡ª¡°cambiar de laca¡±, ejemplific¨®¡ª, f¨¢ciles de hacer.

Pero Solomon, experta en relacionar los cambios en los gases de la atm¨®sfera ¡ªsu inter¨¦s desde peque?a, seg¨²n ha dicho¡ª con otros fen¨®menos, como el r¨¦gimen de temperaturas o lluvias del planeta, no acab¨® su trabajo ah¨ª. Despu¨¦s se ha embarcado en una lucha mucho m¨¢s complicada, y que, de momento, parece que tiene resultados m¨¢s inciertos: la de la reducci¨®n de los gases de efecto invernadero que est¨¢ produciendo el cambio clim¨¢tico. Como parte de este trabajo ha coliderado el grupo sobre evidencias cient¨ªficas del Panel Internacional sobre Cambio Clim¨¢tico (IPCC).

La propia Solomon ha apuntado que los cambios necesarios para ¡°frenar al menos¡± un cambio que, en muchos aspectos, ya considera ¡°irreversible¡± son mucho m¨¢s dif¨ªciles. ¡°La gente no lo percibe como algo tan personal. Hay que cambiar una econom¨ªa basada en la energ¨ªa obtenida de combustibles f¨®siles (carb¨®n, petr¨®leo), y para eso hace falta liderazgo¡±. ¡°En el mundo hay 1.000 millones de personas que se han desarrollado gracias a estos combustibles, pero hay m¨¢s de 5.000 millones que quieren hacerlo¡±, y ese es el obst¨¢culo en las negociaciones, admite. Eso s¨ª, ¡°cualquier aportaci¨®n es ¨²til¡±, dice, para no desanimar las actuaciones personales.

El problema, seg¨²n ella misma lo ve, es que ¡°hace falta un cambio tecnol¨®gico¡±. ¡°Hay muchas opciones, y es pronto para decir cu¨¢les van a ser las exitosas y cu¨¢les van a quedar arrinconadas¡±, dijo en su conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°La energ¨ªa e¨®lica y la solar¡± son grandes apuestas, ¡°pero tambi¨¦n tecnolog¨ªas como la del almacenamiento del carbono en la profundidad de la Tierra¡±.

El premio se entregar¨¢, con presencia de la galardonada y los de las categor¨ªas que faltan por saber (Teconolog¨ªas de Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n, Biomedicina, Ciencias B¨¢sicas, Ecolog¨ªa y Biolog¨ªa de la Conservaci¨®n, M¨²sica Contempor¨¢nea, Econom¨ªa y Cooperaci¨®n al Desarrollo), en junio.