¡°Dimos la receta para hacer el primer ordenador cu¨¢ntico¡±
El investigador espa?ol, director de la divisi¨®n de teor¨ªa del Instituto Max Planck de ?ptica Cu¨¢ntica, en Alemania, se?ala que la ciencia en Espa?a estaba bien, pero que ahora est¨¢ cayendo en picado
![Ignacio Cirac en uno de los laboratorios del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OCDY66LU4HTW5ANPVPQPB5TZCY.jpg?auth=8b9844a132046edc57abe1243d2e2ba039c772cff304f4033cb0e9c3f626df75&width=414)
El f¨ªsico Ignacio Cirac es uno de los m¨¢s sobresalientes cient¨ªficos espa?oles en el panorama mundial. Trabaja en Alemania y se dedica a uno de los grandes retos de la investigaci¨®n contempor¨¢nea: los computadores cu¨¢nticos que, en el futuro, ¡°podr¨¢n hacer cosas ahora imposibles con los ordenadores convencionales¡±, comenta. Este a?o, a sus 47 a?os, por sus importantes descubrimientos en este campo, Cirac recibe el Premio Wolf, el prestigioso galard¨®n que muchos consideran la antesala de los Nobel, ya que uno de cada tres cient¨ªficos que han obtenido esta distinci¨®n han ido despu¨¦s a Estocolmo a recibir la medalla y el diploma del m¨¢ximo reconocimiento en ciencia. Comparte el Wolf 2013, dotado con 100.000 euros, con su colega Peter Zoller, profesor de la Universidad de Innsbruck (Austria), con quien colabora desde hace a?os.
¡°Dimos la receta para hacer un ordenador cu¨¢ntico¡±, resume Cirac, por tel¨¦fono, desde su despacho en el Instituto Max Planck de ?ptica Cu¨¢ntica, en Garching (cerca de Munich), cuya divisi¨®n de Teor¨ªa dirige. ¡°Fue en 1995 y, hasta entonces, no se sab¨ªa como hacer una m¨¢quina as¨ª; aunque se pensaba que ser¨ªa una maravilla, el ordenador cu¨¢ntico era una entelequia¡±, contin¨²a. ¡°Zoller y yo demostramos que era posible hacerlo con iones y l¨¢seres: los iones equivalen a los bites de un ordenador convencional, almacenan la informaci¨®n, y con los l¨¢seres se manipulan los iones, es decir, se procesa la informaci¨®n¡±, resume este investigador, mostrando sus habituales dotes de divulgaci¨®n para explica el complejo mundo cu¨¢ntico en el que trabaja.
Con el premio de la Fundaci¨®n Wolf 2013, de Israel, Cirac y Zoller entran en la muy distinguida lista de galardonados desde 1978, en la que figuran celebridades de la ciencia tan famosas como Peter Higgs o Stephen Hawking y numerosos premios Nobel, como Kenneth Wilson, Gerard ?t Hooft, Leon M. Lederman, Martin Perl, Riccardo Giacconi, Joseph Taylor, Yoichiro Nambu o Anthony J.<EN>Leggett, por citar solo algunos.
Cirac dice que est¨¢ muy orgulloso de recibir este galard¨®n porque es muy valorado entre sus colegas. La distinci¨®n se a?ade a las que ya tiene: el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA, la Medalla Franklin de F¨ªsica, el premio Nacional de Investigaci¨®n Blas Cabrera o el Premio Pr¨ªncipe de Asturias. Pero no piensa en el Nobel. ¡°Si alg¨²n d¨ªa se otorga en mi campo, en computaci¨®n cu¨¢ntica... hay gente que dice que yo podr¨ªa estar entre los 10 ¨® 12 candidatos...¡±, reconoce. Pero rechaza la idea de que ¨¦l sea la mejor oportunidad espa?ola actual para recibir el honor en Estocolmo: ¡°El Nobel a veces se da a un trabajo de hace a?os que a la larga ha resultado ser muy importante y en Espa?a hay cient¨ªficos muy buenos, hay menos cantidad de gente sobresaliente que en otros pa¨ªses, pero s¨ª que hay gente sobresaliente¡±.
¡°Los iones son como bites y con los l¨¢seres se manipula la informaci¨®n¡±
La receta de Cirac y Zoller para el ordenador cu¨¢ntico no necesit¨® tiempo para que se constatara su importancia. Inmediatamente, tras la publicaci¨®n del descubrimiento te¨®rico, los f¨ªsicos experimentales empezaron a ponerlo en pr¨¢ctica y al cabo de cinco a?os ya se hab¨ªa construido un primer prototipo de ordenador cu¨¢ntico, aunque muy simple, con solo dos iones, es decir, dos bites.
¡°Poco a poco se ha ido avanzando y ahora ya hay equipos de 15 bites¡±, a?ade Cirac. ¡°La idea es llegar a 1.000 o 2.000 iones, con los que se podr¨ªan hacer c¨¢lculos que son imposibles con los ordenadores actuales; por ejemplo, se podr¨ªan caracterizar algunas reacciones qu¨ªmicas en las que participen 10 ¨® 20 ¨¢tomos, y ver como optimizar los productos a los que dan lugar¡±.
Los ordenadores cu¨¢nticos deben superar estas limitaciones, se?ala el f¨ªsico espa?ol: ¡°Es que los ordenadores actuales no est¨¢n hechos para computar la mec¨¢nica cu¨¢ntica¡±. Se refiere, dice a esos aspectos profundos de la mec¨¢nica cu¨¢ntica que en los a?os treinta y cuarenta del siglo pasado eran m¨¢s filosof¨ªa que f¨ªsica, esas extra?as propiedades del mundo natural que ahora, sin embargo, son objeto de sutiles experimentos y que se asoman ya hacia las aplicaciones. ¡°S¨ª, estoy seguro de que se construir¨¢n ordenadores cu¨¢nticos porque ahora no hay un obst¨¢culo te¨®rico crucial, sino problemas tecnol¨®gicos que se podr¨¢n solucionar¡±, afirma Cirac. Lo que no quiere de ninguna manera es dar una fecha, concretar cu¨¢ndo funcionar¨¢n esas m¨¢quinas fabulosas.
Poco despu¨¦s de la famosa receta de 1995, Cirac y Zoller dieron otra no menos importante, con las instrucciones para hacer ordenadores cu¨¢nticos espec¨ªficos, los llamados simuladores dise?ados para resolver problemas muy concretos. Ahora es un tema de moda en el que ahora trabajan unos 150 equipos en el mundo.
Cirac naci¨® en Manresa (Barcelona), en 1965, y estudi¨® en la Universidad Complutense de Madrid. Tras obtener el doctorado fue profesor de f¨ªsica en la Universidad de Castilla-La Mancha y comenz¨® su colaboraci¨®n con Zoller (que ahora tiene 60 a?os) con quien trabaj¨® dos a?os en la Universidad de Colorado en Boulder (EE UU). De all¨ª se trasladaron los dos a la Universidad de Innsbruck. En el 2000 se plante¨® la posibilidad de que Cirac regresara a investigar en Espa?a, pero la oferta que recibi¨® del Instituto Max Planck era insuperable. All¨ª trabaja con una treintena de f¨ªsicos en la divisi¨®n de teor¨ªa que, junto a otras cuatro de perfil experimental, integran el instituto, con unos 200 cient¨ªficos en total y un presupuesto anual de casi 20 millones de euros. Es uno de los centros m¨¢s importantes del mundo en la materia.
Cirac no cuenta con establecerse en Espa?a para trabajar abandonando las condiciones ¡°¨®ptimas¡± que tiene en Alemania, ¡°con apoyo y una financiaci¨®n estable y suficiente¡±. Recalca que, hasta 2010, el pacto de Estado alem¨¢n para la financiaci¨®n de la I+D garantiz¨® un incremento anual del 3% que se ha convertido en un 5% desde entonces.
Pero este investigador est¨¢ en contacto permanente con la ciencia y los cient¨ªficos espa?oles y conoce muy bien su situaci¨®n. ¡°Me preocupa mucho¡±, afirma. ¡°La ciencia en Espa?a estaba bien hasta hace tres a?os y ahora cae en picado. Entiendo que hay una crisis y no digo que la ciencia deba ser favorecida por delante la sanidad o la educaci¨®n, pero tampoco se puede abandonar porque tres a?os perdidos en ciencia no se recuperan en otros tantos, sino que har¨¢n falta varias generaciones para remontar¡±.
Premios Wolf 2013
F¨ªsica: Ignacio Cirac (Espa?a) y Peter Zoller (Austria)
Qu¨ªmica: Robert S. Langer (EE UU)
Matem¨¢ticas: George Mostow y Michael Artin (EE UU)
Agricultura: Joachim Messing y Jared Diamond (EE UU)
Arquitectura: Eduardo Souto de Mouro (Portugal)
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