Un gran dinosaurio con pocas luces
La reconstrucci¨®n tridimensional del cerebro de solo ocho cent¨ªmetros de un saur¨®podo de 15 metros de largo descubierto en Cuenca indica que ser¨ªa un animal lento y poco ¨¢gil
Con unos15 metros de largo, el ampelosaurio de hace unos 70 millones de a?os ser¨ªa un animal impresionante¡ pero torpe. Su cerebro med¨ªa solo ocho cent¨ªmetros. Un equipo de cient¨ªficos de Espa?a y de Estados Unidos ha logrado hacer la reconstrucci¨®n tridimensional del (proporcionalmente) peque?¨ªsimo cerebro del saur¨®podo cuyos restos fosilizados se descubrieron, en 2007, en el yacimiento de Lo Hueco, en Cuenca. Adem¨¢s del cerebro poco desarrollado, a los investigadores les ha sorprendido tambi¨¦n el peque?o tama?o del o¨ªdo interno del animal, lo que indicar¨ªa ¡°que el ampelosaurio no estar¨ªa adaptado para mover r¨¢pidamente ni los ojos, ni la cabeza ni el cuello¡±, se?ala Fabien koll, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), que ha dirigido la investigaci¨®n.
¡°El antiguo paradigma de que los dinosaurios eran unos animales tontos cambi¨® en los a?os setenta, pero ahora vemos, por su anatom¨ªa, que este saur¨®podo, efectivamente, parece algo tontorr¨®n¡±, destaca Jos¨¦ Luis Sanz, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, experto internacional en dinosaurios y uno de los autores de la investigaci¨®n de ampelosaurio de Cuenca. ¡°Hay saur¨®podos m¨¢s primitivos con una dotaci¨®n neurosensorial m¨¢s avanzada, pero este, pese a ser uno de los ¨²ltimos, ser¨ªa relativamente lento de movimientos y poco ¨¢gil¡±, a?ade.
Los saur¨®podos dominaron grandes extensiones del planeta hace entre unos 220 y 66 millones de a?os. Por eso dice Sanz que el ampelosaurio, con 70 millones de a?os, ser¨ªa ¡°uno de los ¨²ltimos¡± y es sorprendente que tuviera un cerebro tan poco desarrollado. Otros dinosaurios estaban mucho m¨¢s avanzados neurol¨®gicamente, como los velociraptores y g¨¦neros afines, estrechamente emparentados con las aves. ¡°Pero en este momento todav¨ªa estamos comenzando a explorar el mundo de la paleoneurolog¨ªa de dinosaurios¡±, advierte Sanz.
Hasta ahora solo se conoce una especie de ampelosaurio, A.atacis, que fue descubierta en Francia. Pero las diferencias entre el f¨®sil espa?ol y el franc¨¦s no excluyen la posibilidad de que pudiera tratarse de dos especies diferentes, comentan los investigadores del CSIC. Para estar seguros necesitan m¨¢s f¨®siles. De momento, est¨¢ claro que el ejemplar de Lo Hueco pertenece a los titanosaurios, que fueron los ¨²ltimos saur¨®podos que habitaron el planeta.
El territorio ahora conquense ser¨ªa hace 70 millones de a?os una llanura de inundaci¨®n de un sistema fluvial y con el mar relativamente cerca, deducen los cient¨ªficos por los vestigios que van encontrando en Lo Hueco, un rico yacimiento de f¨®siles de dinosaurios que sali¨® a la luz con las obras del tren de alta velocidad de Levante, en 2007. Los paleont¨®logos han encontrado tambi¨¦n restos de tortugas marinas y terrestres, muchos cocodrilos., y otras formas de dinosaurios.
El ampelosaurio, del que se han rescatado ya muchos huesos fosilizados que se est¨¢n estudiando, era un herb¨ªvoro mientras que los carn¨ªvoros est¨¢n mejor dotados neurol¨®gica y sensorialmente, explica Sanz, porque no es lo mismo comer hojas de helechos que tener que alimentarse de otros animales.
Para ver c¨®mo era el cerebro del dinosaurio, los investigadores han aplicado t¨¦cnicas de tomograf¨ªa computerizada y reconstrucci¨®n tridimensional al neurocr¨¢neo, el estuche ¨®seo del cerebro, que se ha recuperado casi completo. Publican su trabajo en la revista PlosOne. El esc¨¢ner diferencia perfectamente entre el hueso fosilizado y el sedimento que tiene el f¨®sil del cr¨¢neo en su interior, lo que permite hacer la reconstrucci¨®n virtual del cerebro con una resoluci¨®n de dos d¨¦cimas de mil¨ªmetro, explica Sanz. La misma t¨¦cnica, que Knoll ya aplic¨® antes para explorar el cerebro de otro saur¨®podo, se va a utilizar ahora con la cabeza el cr¨¢neo de Pepito, el famoso dinosaurio jorobado conquense de hace 125 millones de a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.