¡°Fui educada para ser ministra o princesa¡±
La ministra de Turismo libia fue la segunda arquitecta de su pa¨ªs
Llega unos minutos tarde a la cita, se disculpa por la demora: ¡°Estaba haciendo gestiones, llamadas telef¨®nicas¡±. ?Alg¨²n imprevisto en Tr¨ªpoli? ¡°No, para nada, son las llamadas habituales al despacho para dar las instrucciones del d¨ªa¡±. A las 8.45, la ministra de Turismo de Libia, Ikram Basha Imam, todav¨ªa no ha desayunado, aunque est¨¢ levantada desde las 6.30. Nos sentamos cara a cara en la cafeter¨ªa de su hotel de cadena estadounidense.
Es su segunda visita a Espa?a. La vez anterior vino tambi¨¦n como miembro de la delegaci¨®n libia para participar en Fitur, la gran feria del turismo. Pero aquello fue ¡°antes de la revoluci¨®n, hace 11 a?os¡±, durante la dictadura de Gadafi. ¡°Nunca lo conoc¨ª, ni me reun¨ª con ¨¦l¡±, precisar¨¢ m¨¢s adelante para evitar suspicacias. ?Usted pens¨® alguna vez que podr¨ªa llegar a ministra? Escucha la pregunta, sonr¨ªe y dice solemne: ¡°Fui educada para ser ministra o princesa¡±. ?De verdad? Dicho as¨ª, sorprende. Aqu¨ª la explicaci¨®n: ¡°Mi padre era ministro y el n¨²mero tres del palacio del rey¡±. Aquel rey, Idris, fue derrocado en 1969 por un coronel llamado Muamar el Gadafi al que 42 a?os despu¨¦s mataron sus compatriotas tras descubrirlo en una alcantarilla. ¡°La nuestra era una de las familias que estaba en contra de ¨¦l, pero sin violencia. Mi padre nos sugiri¨® que hici¨¦ramos carrera profesional, nada de pol¨ªtica con Gadafi¡±, relata. Le hizo caso.
La ministra viene a promocionar el pa¨ªs magreb¨ª como destino tur¨ªstico tras varias d¨¦cadas cerrado a cal y canto por el s¨¢trapa ¡°porque nos quer¨ªa ignorantes¡±. Potencial tiene, sin duda. Imam desgrana lo que ning¨²n visitante deber¨ªa perderse: las maravillosamente conservadas ruinas de Leptis Magna ¡ª¡°donde se sentir¨¢n como romanos porque hay casas, est¨¢ el mercado¡±¡ª, las de Shabrata, las de Shahat ¡ª¡°en las monta?as verdes, que llegan hasta el mar¡±¡ª, los 2.000 kil¨®metros de playas, la ciudad vieja de Gadam¨¦s, ¡°en medio del desierto, a 2 o 3 horas de viaje en coche desde Tr¨ªpoli¡±, las monta?as bereberes de Jebel Nafusa o el arte rupestre en las monta?as negras.
Advierte de que Libia a¨²n no est¨¢ preparada para recibir miles de visitantes. El objetivo ahora es, explica en un ingl¨¦s aprendido en su Tr¨ªpoli natal, buscar inversores, regularizar el sector y formar personal mientras se reparan los abandonados hoteles.
Imprescindible para que llegue el turismo a este pa¨ªs inmenso, muy poco poblado, y que nada en petr¨®leo, ser¨¢ el restablecimiento de la seguridad. Existen menos armas en las calles pero quedan algunas, admite. La clave es, recalca Imam, activar la econom¨ªa, empleos para la juventud.
Antes de llegar a ministra, en oto?o pasado, ya fue pionera. ¡°Fui la primera arquitecta de la Universidad de Tr¨ªpoli (en 1975) y la segunda de Libia¡±. ¡°La primera se licenci¨® en El Cairo¡±, apostilla. A estas alturas la familia ya no le tiene tan ocupada como anta?o. Es madre de dos hijas y dos hijos. Un ingeniero, ¡°el mayor, que particip¨® en la revoluci¨®n¡±, una arquitecta, una inform¨¢tica y un estudiante de contabilidad.
Cuenta que en los sesenta llegaban cruceros a sus costas y que hasta Sof¨ªa Loren rod¨® en Libia. Antes de salir para Fitur, toma un cruas¨¢n con miel y zumo de naranja, ¡°az¨²car para afrontar el d¨ªa¡±. Tiene una agenda apretada, sin mucho hueco para el turismo, pero el domingo recalar¨¢ en Granada. Y no piensa perderse La Alhambra. La parada prioritaria de muchos ¨¢rabes si est¨¢n de turismo en Espa?a.
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