La ¨²ltima barrera de los antibi¨®ticos
La descripci¨®n de c¨®mo se hace resistente el 'Estafilococo a¨²reo' abre la puerta para frenar al proceso
En 20 a?os, el optimismo en la lucha contra las infecciones bacterianas ha desaparecido. La aparici¨®n de resistencias ha hecho que el uso de los medicamentos se complique y encarezca. La ¨²ltima frontera est¨¢ en el caso del llamado VRSA: Estafilococo ¨¢ureo con resistencia a la vancomicina. Su importancia radica en que este medicamento es el ¨²ltimo disponible para frenar a la bacteria probablemente m¨¢s frecuente en las infecciones comunes. Es un paso m¨¢s a la llamada MRSA (Estafilococo ¨¢ureo resistente a la meticilina) que tantos quebraderos causa ya en quir¨®fanos y UCI de todo el mundo.
La explicaci¨®n de c¨®mo se produce el proceso por el que la bacteria se vuelve resistente abre una puerta a que se pueda combatir el proceso. Al menos hasta que haya una nueva generaci¨®n de f¨¢rmacos. Lo ha publicado un equipo de la Universidad de Carolina del Norte en PNAS.
El mecanismo consistir¨ªa en detener una prote¨ªna, que es la encargada de facilitar que los genes de la resistencia entren en el material gen¨¦tico de la bacteria. La clave de este proceso est¨¢ en que las bacterias tienen una gran facilidad para incorporar fragmentos de ADN de unas estructuras llamadas pl¨¢smidos, que son cadenas de ADN. Es en estos en los que est¨¢n las instrucciones para que la bacteria eluda el efecto del f¨¢rmaco.
La prote¨ªna, en concreto, se llama Enzima Nicking del Estafiloco (NES por sus siglas en ingl¨¦s), y su forma de actuar consiste en abrir el pl¨¢smido y cortar su ADN para producir fragmentos que, arrastrados por la propia enzima, pueden llegar a integrarse en el ADN de la bacteria.
El proceso es aleatorio, pero sucede tan a menudo que a veces lo que se incorpora es informaci¨®n ¨²til, como la capacidad de resistir a un f¨¢rmaco. A partir de ah¨ª la selecci¨®n natural act¨²a, y son las cepas con esa capacidad de sobrevivir las que se perpet¨²an.
Saber el proceso es la primera parte para combatirlo. Como siempre, a largo plazo, claro. Y si la bacteria nos da tiempo.
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