Google pagar¨¢ 60 millones de euros a los editores franceses para evitar el canon
La multinacional abrir¨¢ un fondo de ayuda a la transici¨®n digital que supervisar¨¢n sus propios ingenieros
La empresa californiana Google y los editores de prensa franceses han llegado a un armisticio en el conflicto que les enfrentaba por la difusi¨®n de contenidos. El acuerdo fue presentado el viernes en el El¨ªseo por el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y por el m¨¢ximo dirigente de la compa?¨ªa, Eric Schmidt. Google pagar¨¢ a los editores de prensa generalista 60 millones de euros, seg¨²n anunci¨® el El¨ªseo, pero no por enlazar sus contenidos, como quer¨ªan los editores, sino a trav¨¦s de un "fondo de ayuda a la transici¨®n digital". A ese fondo solo podr¨¢n acceder, seg¨²n una fuente implicada en la negociaci¨®n consultada por Le Monde, las empresas de prensa de informaci¨®n general.
Desde diciembre, Google se hab¨ªa reunido varias veces por semana con un mediador del Gobierno franc¨¦s, Marc Schwartz. Las asociaciones de editores de prensa reclamaban a Google el pago de un nuevo "derecho" similar a los derechos de autor al considerar que el motor b¨²squeda en Internet canibaliza sus contenidos y se lucra con ellos. Ese mismo mes, Google lleg¨® a un acuerdo en B¨¦lgica, seg¨²n el cual el buscador proporcionar¨¢ a los editores de ese pa¨ªs sus sistemas publicitarios para que obtengan m¨¢s ingresos en Internet.
En la ra¨ªz de la disputa se encuentra la remuneraci¨®n por la difusi¨®n de los contenidos incluidos en los diferentes productos de Google, cuyo buscador es una valiosa e imprescindible fuente de tr¨¢fico de lectores para la prensa. Ese tr¨¢fico en sus p¨¢ginas web se traduce en audiencia ¨Cla principal variable que determina las tarifas de publicidad¨C y en visibilidad para sus anuncios, terreno en el que Google ha arrebatado el protagonismo a la prensa.
El acuerdo, calificado de hist¨®rico por Schmidt, prev¨¦ que la compa?¨ªa abone un fondo de ayuda a la transici¨®n digital de la prensa para financiar proyectos de "cambios estructurales", bajo la supervisi¨®n de una comisi¨®n. Google "ha propuesto acompa?ar este cambio con sus ingenieros y sus conocimientos t¨¦cnicos", seg¨²n precis¨® el intermediario de las negociaciones.
La entente cordial alcanzada en Francia abre la puerta a acuerdos similares en otros pa¨ªses, y revela que cuando la presi¨®n se canaliza a trav¨¦s de los Gobiernos funciona mejor que si no hay apoyo oficial. Los editores galos no han hecho sino replicar las iniciativas de sus pares en otros pa¨ªses europeos, que reclaman desde hace tiempo, en una estrategia que algunas voces cr¨ªticas han calificado de suicida, el pago por la difusi¨®n de sus contenidos en las diferentes plataformas de Google, ya se trate de Google News u otros productos similares.
Hollande, que se hab¨ªa reunido con Schmidt a finales de octubre, hab¨ªa presionado a la compa?¨ªa con sede en Mountain View (California) al anunciar que si sus negociaciones con los editores fracasaban, el Gobierno aprobar¨ªa una ley para obligar a Google a pagar una tasa.
El acuerdo pone tambi¨¦n de manifiesto que la mayor compa?¨ªa de Internet se ha convertido en un actor ineludible para los editores, puesto que si cumpliera sus amenazas de no indexar los contenidos de los medios, el tr¨¢fico e influencia de ¨¦stos se ver¨ªan gravemente afectados.
Adem¨¢s de querer cobrar por el uso de las cabeceras nacionales en su buscador de noticias, muchos Gobiernos europeos est¨¢n tratando de aumentar la presi¨®n internacional contra Google y otras multinacionales similares por sus pr¨¢cticas de ingenier¨ªa fiscal. De momento, esa presi¨®n no ha hecho la menor mella en Google, que en 2012 destin¨® solo 430 millones de d¨®lares (unos 320 millones de euros) a impuestos por los beneficios de 8.075 millones de d¨®lares (unos 5.980 millones de euros) que logr¨® fuera de Estados Unidos, seg¨²n las cuentas anuales depositadas esta semana ante la Comisi¨®n del Mercado de Valores de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en ingl¨¦s).
Eso supone una tributaci¨®n de solo el 5,3%, en contraste con el 41% que tribut¨® por las ganancias de 5.311 millones de d¨®lares logradas en Estados Unidos. As¨ª y todo, la tasa fiscal en el exterior ha aumentado desde el 3,2% de impuestos que Google pag¨® el a?o anterior por su beneficio fuera de Estados Unidos. Google logra rebajar su factura fiscal con maniobras que considera legales, pero que est¨¢n sujetas a investigaci¨®n de las autoridades en Reino Unido, Francia, Australia, Italia, Suiza y Espa?a. La compa?¨ªa se?ala que no espera que esas investigaciones tengan un efecto relevante sobre sus cuentas.
La ingenier¨ªa fiscal es una pr¨¢ctica generalizada entre las grandes multinacionales tecnol¨®gicas como Apple, Facebook, Microsoft, Amazon o Yahoo! El G-20 y la OCDE han puesto en marcha grupos de trabajo para combatir esas pr¨¢cticas fiscales abusivas. En realidad, Google ni siquiera paga en Irlanda el 12,5% que es el tipo del impuesto de sociedades. Una investigaci¨®n realizada por Bloomberg en 2010 demostr¨® que traslada su beneficio desde Irlanda a para¨ªsos fiscales pasando por una firma de Holanda que no tiene empleados y sin apenas tributar. Los pagos de la filial irlandesa a la firma de las Bermudas, domiciliada en un despacho de abogados, alcanzaron en 2011 los 9.800 millones de d¨®lares (cerca de 7.300 millones de euros al cambio actual). En las Bermudas no hay impuesto sobre beneficios.
Perjuicio para los editores
Los editores espa?oles han plantado tambi¨¦n batalla ante el gigante de Internet. A finales de 2011 se adhirieron a las denuncias interpuestas por la Comisi¨®n Europea a Google por abuso de posici¨®n dominante. La Asociaci¨®n de Editores de Diarios Espa?oles (AEDE) pon¨ªa en el punto de mira a Google News, un servicio cuestionado por utilizar los contenidos digitales de los diarios sin disponer de autorizaci¨®n ni ofrecerles a cambio ning¨²n tipo de remuneraci¨®n.
Adem¨¢s, los editores se consideraban doblemente perjudicados, ya que el servicio de Google News impide que los usuarios pasen por las p¨¢ginas principales de los diarios. Esta limitaci¨®n acarreaba una merma muy sustancial de sus eventuales ingresos publicitarios.
Los editores tambi¨¦n criticaban la opci¨®n de Google de eliminar de su motor de b¨²squeda las p¨¢ginas web que as¨ª lo soliciten, el denominado opt-out. Seg¨²n la AEDE, esta solicitud implicaba a la hora de la verdad desaparecer de Internet y por lo tanto supon¨ªa igualmente un abuso de posici¨®n dominante.
La AEDE propon¨ªa como soluci¨®n a esta situaci¨®n que el buscador mantuviera a los diarios en su servicio y ¡°asumiera una contraprestaci¨®n por los contenidos ajenos de los que se nutre y beneficia¡±.
La UE hab¨ªa amenazado a Google el pasado mayo con una multa millonaria si no modificaba su pol¨ªtica de b¨²squedas y su estrategia publicitaria. Google siempre ha considerado que los peri¨®dicos se beneficiaban del buscador porque proporcionaba ¡°visibilidad¡± a sus contenidos digitales. Con esto, los editores deb¨ªan darse por satisfechos.
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