"Hay clases en las que estamos hasta 40 alumnos, cuando antes ¨¦ramos 20 o 25"
El sindicato del ramo cifra la adhesi¨®n a la convocatoria en un 85%
El eco resuena dentro del Instituto de Educaci¨®n Secundaria Juan de la Cierva, en Madrid. Esta ma?ana ha sido el primer d¨ªa de la huelga de estudiantes de secundaria y Formaci¨®n Profesional, que el Sindicato de Estudiantes ha convocado hasta el pr¨®ximo jueves, y por los pasillos de este centro ¡ªsituado en el distrito de Arganzuela¡ª solo se ha escuchado el lejano rumor de profesores y personal de servicio. La actividad de este instituto, con 1.800 alumnos, ha quedado pr¨¢cticamente suspendida en bachillerato, donde seg¨²n datos provisionales no han acudido el 90% de los alumnos de primero; aunque el seguimiento ha sido muy desigual en otros cursos de secundaria y FP. V¨ªctor y Jos¨¦ ?ngel, por ejemplo, se apresuraban esta ma?ana para no llegar tarde. Tienen 28 y 19 a?os y estudian electricidad. Seg¨²n dicen, est¨¢n de acuerdo con la huelga, pero les conviene venir por los ex¨¢menes, que est¨¢n a la vuelta de la esquina.
Chema Salguero, el jefe de estudios de este centro, calcula que han faltado alrededor del 30% de los alumnos de secundaria. A todos ellos, confirma, se les ha puesto falta; el equivalente, dice, a perder un d¨ªa de trabajo: "A nosotros cuando hacemos huelga nos descuenta el sueldo, as¨ª tambi¨¦n aprenden que esto es algo serio".
Jorge Castro, de 18 a?os, est¨¢ en el curso donde m¨¢s alumnos no han venido. ?l, eso s¨ª, se las ha ingeniado para llegar a primera hora a Inform¨¢tica y Filosof¨ªa: acumula ya varias faltas y se juega la evaluaci¨®n. Pero una vez fuera, en torno a las once de la ma?ana, no pon¨ªa peros al par¨®n. "Apoyo esta huelga porque es un derecho de los estudiantes y tenemos que recuperar el poder de decisi¨®n", dec¨ªa en la puerta del IES Juan de la Cierva entre calada y calada. "Nos est¨¢n recortando por todos lados y las clases est¨¢n saturadas; los profesores no pueden desdoblarse", exhalaba. Un extremo, el de la masificaci¨®n, que Salguero confirma y al que a?ade m¨¢s escollos: "En primero de bachillerato, la ratio es de 38 alumnos por clase y en ESO de unos 30. Hace cuatro a?os ¨¦ramos 168 profesores y hoy somos 136. Adem¨¢s, van a suprimir las medidas de atenci¨®n a la diversificaci¨®n y muchos alumnos perder¨¢n la posibilidad de acabar con una titulaci¨®n en secundaria".
Carlos, Juan y Ra¨²l a¨²n no sufren esa masificaci¨®n en las aulas, pero apoyan la huelga porque su futuro est¨¢ en juego, seg¨²n dicen estos tres estudiantes de tercero de ESO, que han venido a segunda hora a realizar un examen de Lengua. Al ser menores de 14 a?os, necesitan una autorizaci¨®n familiar para justificar su ausencia. En cualquier caso, deber¨¢n quedarse una vez acabado el control, lo que les causa cierta desaz¨®n. Su centro est¨¢ empapelado de carteles que llaman a la rebeli¨®n y la huelga. Pero ellos, de momento, solo estudian su significado sem¨¢ntico.
El caso del Juan de la Cierva ilustra los datos de seguimiento que el Sindicato de Estudiantes ha recogido en esta primera jornada: en torno al 82 u 85% de seguimiento. Seg¨²n su portavoz, Tohill Delgado, esta cifra es superior a la anterior convocatoria de huelga del pasado mes de octubre, donde en la primera jornada la secund¨® el 70% de los estudiantes.
El ministerio de Educaci¨®n asegura, por su parte, que el seguimiento ha sido "muy disperso" y que no ha llegado al 20%.
En el instituto Fortuny el d¨ªa ha transcurrido con normalidad. Los alumnos han decidido, como cuenta Javier, estudiante de primero de bachillerato, apoyar la huelga en masa ma?ana, el d¨ªa en que est¨¢ prevista la concentraci¨®n en Madrid. Javier, como Manuel y Marcos, otros compa?eros, apoyan la huelga sin fisuras:"Tenemos menos profesores y eso se nota a la hora de las tutor¨ªas y de la atenci¨®n en clase, adem¨¢s ahora hay clases en las que estamos hasta 40 alumnos, cuando antes ¨¦ramos 20 o 25. Los recortes est¨¢n afectando a la educaci¨®n", clama.
Su compa?era Irene considera, sin embargo, que el par¨®n est¨¢ fuera de lugar. Cree que su obligaci¨®n es venir a sus clases porque tal y como est¨¢n las cosas, lo primero es la formaci¨®n. Cree que hay motivos pero la huelga "no va a servir para nada". Aunque ma?ana, seg¨²n matiza, no vendr¨¢ porque no lo har¨¢ casi nadie y no quiere perder el tiempo.
En el Instituto de Formaci¨®n Profesional Santa Engracia los datos hablan por si solos: de 532 alumnos han faltado 127. Ni rastro de protestas o carteles en contra de la reforma educativa. Su directora, Almudena Marcos, dice que es solo el primer d¨ªa y es pronto para valorar, pero explica que para los alumnos de segundo curso los ex¨¢menes est¨¢n a la vuelta de la esquina y eso podr¨ªa echarles para atr¨¢s. "Adem¨¢s, en los grados superiores tenemos alumnos de m¨¢s edad, que no son tan f¨¢ciles de convencer".
Ma?ana ser¨¢ el d¨ªa clave para medir el seguimiento de esta huelga de tres d¨ªas, que comienza con un claro comp¨¢s de espera.
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