¡°Amanat, la joven violada, no ha muerto en vano¡±
La viuda de Vicente Ferrer preside una obra que ayuda a dos millones de indios
Anna Ferrer nunca come en los restaurantes de Anantapur. Ser la viuda de un dios se lo dificulta. ¡°Algo de eso hay¡±, reconoce. ¡°La gente no espera vernos comiendo en la ciudad, as¨ª que Vicente y yo nunca tuvimos el h¨¢bito de hacerlo¡±, explica, sentada en la cabecera de la mesa del comedor de su casa, un antiguo centro de salud situado dentro del impresionante complejo central que la Fundaci¨®n Vicente Ferrer tiene en esta localidad.
All¨ª, en casi medio siglo de trabajo, han creado una sociedad m¨¢s justa. ¡°Al principio, los dalit [la casta de los intocables] viv¨ªan en chabolas, eran analfabetos, com¨ªan una vez al d¨ªa y estaban a merced de los terratenientes. Ni siquiera pod¨ªan mirar a los ojos cuando hablaban. Ahora, su voz la escuchan los pol¨ªticos, su salud ha mejorado y todos los ni?os est¨¢n escolarizados¡±, explica. La organizaci¨®n que preside mantiene hospitales, colegios y centros para discapacitados. 2,6 millones de personas en 3.110 pueblos se benefician de unos proyectos que son referente en el pa¨ªs.
As¨ª, no es de extra?ar que cualquier reuni¨®n en las zonas rurales vaya precedida de una ofrenda religiosa frente a la fotograf¨ªa de Vicente Ferrer. ¡°Yo nunca lo trat¨¦ como a un dios, aunque respeto que los indios lo consideren un dios m¨¢s, el protector de los dalit. Si la gente lo ve, no me importa, pero creo que en Espa?a podr¨ªa malinterpretarse, nosotros no incentivamos ese culto¡±.
De hecho, la religi¨®n brilla por su ausencia en los programas de la Fundaci¨®n, que ahora busca involucrar a los propios indios en su desarrollo ¡ªhan colocado 30.000 huchas que se abrir¨¢n una vez al a?o, coincidiendo con el cumplea?os de Vicente Ferrer, para financiar proyectos¡ª y lanzar un proceso de internacionalizaci¨®n que les permita expandirse. ¡°Abrir oficinas en otros pa¨ªses era algo que pensamos hace tiempo, pero es cierto que la crisis s¨ª nos afecta¡±. Desde que empez¨® han perdido 7.000 socios en Espa?a, as¨ª que pronto abrir¨¢n oficina en Miami.
Ferrer admite que han perdido 7.000 socios en Espa?a por la crisis
Porque no van a parar. Ahora Ferrer tiene en mente evitar la desaparici¨®n de una tribu que ha vivido aislada del mundo. ¡°Vicente siempre pens¨® en superlativo, su filosof¨ªa nos gu¨ªa, y todav¨ªa queda mucho trabajo por hacer. El desarrollo es un proceso sin fin, y si el Gobierno indio nos admira es tambi¨¦n porque en los momentos dif¨ªciles siempre hemos resistido. Los cambios se ven solo a largo plazo¡±. Ferrer come con las manos, viste un sari, habla telugu y, si le preguntan, aunque naci¨® en Reino Unido, ella dice que es india. Por eso, uno de los asuntos que m¨¢s le preocupa es la situaci¨®n de la mujer en esta potencia emergente cuyo reluciente desarrollo econ¨®mico se queda en las ciudades.
¡°El caso de la joven violada y asesinada brutalmente en Delhi ha provocado un cambio importante. Amanat no ha muerto en vano, porque ha provocado que la gente haga presi¨®n. Y el Gobierno ha actuado. Ya se ha propuesto cambiar la legislaci¨®n para endurecerla y ampliar la definici¨®n de violaci¨®n, y ese es un primer paso en la concienciaci¨®n de la sociedad. Pero los cambios tardar¨¢n en llegar. Quiz¨¢ 50 a?os¡±. Claro que, para entonces, el mundo puede que ya no tenga nada que ver. ¡°Vicente siempre dec¨ªa que en 100 a?os ser¨¢n los indios quienes nos ayuden a nosotros¡±.
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