¡°La defensa de los derechos gay es mi religi¨®n¡±

Pese al fr¨ªo de una ma?ana madrile?a de invierno, el activista gay israel¨ª Adir Steiner extiende los brazos en plena calle. Duda antes de envolverse con la bandera que muestra los colores LGTB mezclados con la ense?a israel¨ª. El gesto le recuerda al rabino que se cubre con el tallit. ¡°?No se ve muy religioso?¡±, pregunta. Segundos despu¨¦s ya ha tomado una decisi¨®n. ¡°Da igual. Defender los derechos humanos es mi religi¨®n. Ser un activista gay es mi religi¨®n. Finalmente, de eso va la religi¨®n, ?no? De defender a los dem¨¢s¡±.

La historia de Steiner es una historia de amor. Comienza su relato en la cafeter¨ªa del Hotel Best Western Mayorazgo, en el centro de Madrid. Conoci¨® a Doron Maisel hace 20 a?os. ?l ten¨ªa 18, ¡°Doron¡± [como le llama con un cari?o que todav¨ªa conmueve] ten¨ªa 39. Fue amor a primera vista. Comenzaron a vivir juntos en 1984 y nunca se ocultaron. ¡°Yo nunca estuve en el armario¡±, subraya. En la pr¨¢ctica eran reconocidos como una pareja. Maisel, un destacado coronel en las Fuerzas Armadas israel¨ªes, escal¨® puestos a lo largo de su carrera y toda la ¨¦lite militar les aceptaban ¡°como a cualquier otra pareja¡±, recuerda. Eran invitados frecuentes a la casa del entonces ministro de Defensa y posteriormente primer ministro Yitzhak Rabin, quien apreciaba ¡°profundamente¡± a Maisel. Su temprana muerte en noviembre de 1991, v¨ªctima de c¨¢ncer de piel, revel¨® que la realidad era mucho m¨¢s complicada. Muchos de los que hab¨ªan abierto las puertas a Steiner como la pareja del apreciado militar le dieron la espalda. Y ah¨ª comenz¨® su lucha (o su primera lucha): que el Ej¨¦rcito y la sociedad israel¨ª le reconocieran como viudo.

Los viudos y las viudas de las Fuerzas Armadas ocupan un sitio muy importante en la sociedad israel¨ª. El Ej¨¦rcito trata con especial cari?o a quienes, como explica Steiner, ¡°han dado lo que m¨¢s aprecian al servicio del Estado¡±. Se les invita a eventos oficiales, a escribir un paneg¨ªrico en el libro oficial de los muertos y, adem¨¢s, tienen derecho a recibir una pensi¨®n. A la muerte de Maisel, Steiner no tuvo ninguno de estos privilegios. Sus primeras demandas fueron rechazadas, pero la justicia termin¨® d¨¢ndole la raz¨®n en 1997. El tribunal estableci¨® que la pol¨ªtica del Ej¨¦rcito, conforme a la cual solo las parejas heterosexuales pueden obtener beneficios, era discriminatoria. Steiner fue reconocido como viudo y recibi¨® una pensi¨®n hasta los 35 a?os (ahora tiene 47).

Es uno de los principales promotores del Orgullo Gay en Tel Aviv, un oasis de tolerancia para los homosexuales enclavado en una de las zonas m¨¢s duras del mundo para sus derechos, Oriente Pr¨®ximo, y ahora trabaja en el Ayuntamiento de la ciudad. Sus campa?as consiguieron que Tel Aviv fuera nombrada ¡°la mejor ciudad gay del mundo¡± en 2011.

Pero no ignora al elefante en la sala. No es insensible hacia la situaci¨®n palestina. ¡°Lo que m¨¢s falta es tratar de entender al otro. Muchos ni lo intentan¡±, explica. Cuenta que conoce a una pareja homosexual formada por un israel¨ª y un ¨¢rabe. Evita decir sus nombres: ¡°Al chico ¨¢rabe lo matar¨ªan¡±, explica. Recuerda que en una fiesta los dos subieron al escenario con sus respectivas banderas. ¡°No se trata de defender los derechos de un colectivo. La defensa de los derechos humanos es para todos¡±.

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