¡°Jam¨¢s he viajado en primera clase, por principios¡±
La dirigente critic¨®, en una reuni¨®n de la Internacional, a los l¨ªderes socialistas
Beatriz Taleg¨®n (Madrid, 1983) se enorgullece de ser socialista. La semana pasada, en Portugal, se plant¨® frente a los l¨ªderes mundiales de la Internacional, critic¨® que pretendieran promover la revoluci¨®n desde hoteles de lujo, y su discurso ha corrido como la p¨®lvora por las redes sociales. Ya en Madrid, reconoce que el PSOE se ha equivocado en los ¨²ltimos tiempos y que sus decisiones han decepcionado a muchos. Lo hace, precisamente, en Casa Labra, la tasca donde Pablo Iglesias cre¨® el partido, hace m¨¢s de 130 a?os. Defiende que es el momento de olvidar miedos, complejos y verg¨¹enzas: ¡°Si hay algo constante en la izquierda, es que vivimos en una continua refundaci¨®n, siempre pensando en el cambio y la autocr¨ªtica¡±.
Taleg¨®n insiste en que no pretende quitarle el puesto a nadie. Cuando subi¨® a aquella tribuna, solo cumpl¨ªa con su deber como secretaria general de la Uni¨®n Internacional de J¨®venes Socialistas (IUSY, en sus siglas en ingl¨¦s). Durante la cena, casi no prueba las croquetas. Diez d¨ªas despu¨¦s de pronunciar aquellas palabras, sigue con el est¨®mago cerrado. No se pod¨ªa imaginar tantas muestras de cari?o. Su tel¨¦fono no para de sonar. Pero ella est¨¢ tranquila porque sabe que el domingo, cuando regrese a Viena ¡ªdonde vive y se encuentra la IUSY¡ª, la an¨¦cdota dejar¨¢ paso a la rutina.
Mientras, resta importancia a las cr¨ªticas de algunos miembros de las Juventudes Socialistas: falta de preparaci¨®n y de coherencia, le achacan. A sus 29 a?os, habla tres idiomas, es licenciada en Derecho, ha ejercido la abogac¨ªa, ha impartido clases de m¨²sica, ha sido voluntaria e incluso ha estado empleada en un McDonald¡¯s. Detr¨¢s de los 13 a?os que ha cotizado a la Seguridad Social se esconden much¨ªsimas entrevistas de trabajo. ¡°Cualquiera puede comprobar mi trayectoria. Cobro 2.500 euros y pago 1.000 de impuestos en Viena. Jam¨¢s he viajado en primera clase, por principios¡±, se defiende.
Es hiperactiva e idealista. ¡°S¨ª, de verdad creo que se puede cambiar el mundo¡±, confiesa mientras sonr¨ªe. Solo ha tenido un cargo p¨²blico, como concejal en Cabanillas del Campo (Guadalajara), y fue el ¨²nico momento en que se plante¨® dejarlo todo. No pod¨ªa entender las zancadillas de algunas personas de la formaci¨®n. Taleg¨®n separa, sin embargo, esas malas pr¨¢cticas del resto de la pol¨ªtica. Por eso, a pesar de haber dimitido en 2008, continu¨® afiliada al partido.
La joven apela a la valent¨ªa para defender la ideolog¨ªa
Fue en esa ¨¦poca cuando, seg¨²n ella, algunas decisiones socialistas decepcionaron a los espa?oles. ¡°No entend¨ª la supresi¨®n del impuesto de patrimonio, por ejemplo¡±, explica. De ah¨ª que apele a la valent¨ªa para volver a defender los ideales. Le gustar¨ªa que hubiera listas abiertas y que las primarias no se conviertan en una batalla interna. Est¨¢ convencida de que la pol¨ªtica es susceptible de mejorar, de ganar en transparencia, y de que el PSOE puede levantar la cabeza otra vez. ¡°De tanto hablar de la crisis del partido, al final uno se va desmoralizando¡±.
Taleg¨®n sabe que la calle ha dejado de sentir que el socialismo est¨¢ a su lado. Y cree que la soluci¨®n pasa por lanzar un mensaje optimista, ¡°para que la gente vuelva a creer¡±, y no defraudar. Recalca que en Espa?a hay muchos buenos pol¨ªticos, aunque quiz¨¢ no reciban ¡°toda la atenci¨®n que merecen¡±. Por eso, si le proponen un proyecto que le interese y que tenga un buen equipo detr¨¢s, se plantear¨ªa aceptar un cargo p¨²blico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.