¡°Vine a trabajar, no a hacer turismo sanitario¡±
150.000 sin papeles llevan seis meses sin asistencia sanitaria normalizada. El PSOE presenta una proposici¨®n no de ley para que se les restituya el derecho
Younes lleva seis meses sin asistencia sanitaria. Al igual que otras 150.000 personas que viven en Espa?a en situaci¨®n irregular, solo tiene derecho a la atenci¨®n de urgencias ¨Ctambi¨¦n parto, posparto y pediatr¨ªa--, un mal sistema para tratar y controlar la diabetes que padece. Este marroqu¨ª de 32 a?os es solo uno de los rostros de la exclusi¨®n sanitaria que decret¨® el Gobierno de Mariano Rajoy en abril y que hoy cumple medio a?o en vigor. Desde entonces, Younes, que vive en Madrid, no puede ir al m¨¦dico ni hacerse pruebas. Tampoco acceder a las tiras con las que se controla el nivel de insulina ni comprar los f¨¢rmacos que necesita.
El decreto que impone la exclusi¨®n sanitaria ha creado, adem¨¢s, un verdadero embrollo administrativo en las comunidades aut¨®nomas. Algunas, como Andaluc¨ªa, Asturias o Catalu?a han decidido incumplirla. Otras, como Pa¨ªs Vasco, Galicia o Navarra han legislado o creado herramientas normativas para dar cobertura sanitaria a los sin papeles. En el resto de autonom¨ªas el panorama es desigual: algunas ¨Ccomo Madrid- acatan la exclusi¨®n a rajatabla y otras lo hacen en parte. Pero en aquellas que son estrictas la falta de informaci¨®n clara hace que la atenci¨®n dependa del hospital, del servicio e incluso del profesional que atiende en cada momento. Tanto, que al no tener ya tarjeta sanitaria ni ning¨²n otro documento que acredite que tienen derecho, a algunos sin papeles ¨Cincluso menores-- se les ha enviado la factura de su atenci¨®n de urgencias.
¡°Se est¨¢ vulnerando el derecho a la salud de estas personas. No solo con esta ley injusta, sino adem¨¢s no respetando el escaso paraguas de atenci¨®n que permite¡±, critica Rafael Sotoca, facultativo y portavoz de M¨¦dicos del Mundo; una ONG que tiene varios programas de asistencia a personas en situaci¨®n irregular y que ha documentado multitud de casos de exclusi¨®n que han hecho llegar a las autoridades sanitarias. A pesar de ello, las administraciones y el Ministerio de Sanidad aseguran que no existen casos de desatenci¨®n grave. Indican que las facturas son meramente informativas, que ninguna se ha cobrado y que son la f¨®rmula que se emplea para todo aquel que llega al sistema sin tarjeta sanitaria y al que se le da un plazo para que d¨¦ cuenta de su situaci¨®n.
Younes tiene diabetes y dificultades para adquirir las medicaci¨®n que necesita
Hoy, el PSOE ha presentado una proposici¨®n no de ley en la que define la nueva regulaci¨®n como ¡°inhumana e injusta¡± y exige al Gobierno que restituya el derecho a la asistencia normalizada a estos ciudadanos. Adem¨¢s, pide al Ejecutivo de Mariano Rajoy que, mientras lo hace, establezca un procedimiento com¨²n que asegure su acceso a la atenci¨®n urgente sin barreras y evite casos de facturaci¨®n como los que las organizaciones han denunciado. ¡°No puede darse lugar a que estas cosas pasen en Espa?a. La ministra de sanidad niega que est¨¦ habiendo casos de desatenci¨®n, pero los hay; y eso la sit¨²a fuera de la realidad¡±, afirma Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE. ¡°Puede correr peligro la salud y la vida de estas personas, y ah¨ª la ministra puede llegar a tener responsabilidades penales¡±, indica.
La propuesta del PSOE se suma a los recursos de inconstitucionalidad que han presentado contra la reforma sanitaria --incluido el peaje sanitario para los sin papeles-- seis autonom¨ªas: Pa¨ªs Vasco, Asturias, Andaluc¨ªa, Navarra, Catalu?a y Canarias; y tambi¨¦n al recurso que Izquierda Unida ¨Cque tambi¨¦n intent¨® su derogaci¨®n en el Congreso-- present¨® a la Defensora del Pueblo.
La ley vulnera los derechos fundamentales de estas personas", dice Llamazares
¡°La confusi¨®n en cuanto a la atenci¨®n a estas personas es generalizada. Esta ley, que vulnera los derechos fundamentales de los inmigrantes, ha creado un desbarajuste tremendo. Cada comunidad, cada centro hacen una cosa¡±, critica Gaspar Llamazares. El portavoz de Sanidad de Izquierda Unida pregunt¨® dura e insistentemente a la ministra de Sanidad, Ana Mato, durante su intervenci¨®n en el Congreso el pasado mi¨¦rcoles, por las situaciones de desatenci¨®n que la exclusi¨®n est¨¢ generando. ¡°Por m¨¢s que quisi¨¦ramos no podemos pagar la sanidad a todos los ciudadanos que llegan a Espa?a¡±, dijo Mato en la Comisi¨®n de Sanidad, a la que llevaba un a?o sin ir y en la que apenas contest¨® a las decenas de cuestiones que, durante ese tiempo, se le hab¨ªan acumulado. Mato, adem¨¢s, habl¨® de ¡°turismo sanitario¡±.
Silvia V. se indigna cuando escucha esa expresi¨®n. Esta uruguaya de 52 a?os tiene enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica (Epoc) y, como no tiene papeles, tambi¨¦n es una de las excluidas. Cuenta que desde que lleg¨® a Espa?a hace casi diez a?os, siempre ha trabajado; eso s¨ª, sin contrato, lo que siempre le impidi¨® regularizar su situaci¨®n. ¡°Tengo una enfermedad cr¨®nica que me sobrevino aqu¨ª, en Espa?a. Y vine a trabajar no a hacer turismo sanitario, como se insin¨²a. Es incre¨ªble que digan que los inmigrantes creamos desequilibrio, ahora parece que la crisis la hemos creado nosotros¡±, critica por tel¨¦fono.
Baleares, la comunidad en la que vive, es una de las que acatan pr¨¢cticamente a rajatabla el decreto del Gobierno. ¡°Se han hecho dos excepciones con dos tipolog¨ªas de casos: aquellos que tienen patolog¨ªas que ponen en riesgo la salud p¨²blica y aquellas con trastorno mental grave¡±, dice un portavoz del Servicio de Salud de Islas Baleares que explica que se ha creado un canal para recibir las quejas y una comisi¨®n para estudiar los casos m¨¢s graves, muchos de enfermos cr¨®nicos, como la de la mujer uruguaya. Silvia V. a¨²n no ha recibido contestaci¨®n sobre su situaci¨®n como enferma cr¨®nica grave. De momento est¨¢ pagando m¨¢s de 250 euros al mes en f¨¢rmacos. ¡°Necesito traes clases de inhaladores, comprimidos¡ Antes de que me retiraran la tarjeta pagaba el 40% de las medicinas. Ahora las pago enteras y no s¨¦ hasta cuando me lo voy a poder permitir. Cuando salgo de la farmacia con la bolsa de medicinas intento hacerme bromas. Me digo a m¨ª misma ¡®aqu¨ª tengo mis pulmones¡¯, porque han costado como eso, como un pulm¨®n¡±, cuenta por tel¨¦fono.
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