Un fallo docente desde la base

¡°Hay una especie de foco de sospecha sobre los profesores. Pero d¨ªgame, ?cu¨¢ntos de nuestros pol¨ªticos, m¨¦dicos o abogados pasar¨ªan una prueba de cultura general si se les hiciera hoy mismo?¡±. Juan Manuel Escudero, catedr¨¢tico de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar de la Universidad de Murcia, reflexiona un segundo y pone el dedo en la llaga. La reciente publicaci¨®n de unos resultados parciales de las oposiciones a maestro que Madrid hizo en 2011, deja a los pies de los caballos a parte del colectivo.

El 86% de los examinados suspendi¨® una prueba que inclu¨ªa preguntas sobre los conocimientos que debe tener un alumno de sexto de primaria, con 12 a?os. Muchos de ellos, seg¨²n la informaci¨®n facilitada por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n madrile?a, no supieron responder qu¨¦ tipo de animal es una serpiente, cu¨¢l es la longitud de una circunferencia con un cent¨ªmetro de radio, cu¨¢l es el significado de escr¨²pulo... Desde los sindicatos les acusan de intentar ¡°hacer escarnio p¨²blico¡± con los docentes al dar solo datos parciales de la prueba. La actuaci¨®n de Madrid, inmersa en un cambio de los criterios para baremar a sus interinos, reabre un debate antiguo.

?Reciben nuestros profesores la mejor preparaci¨®n? ?Se elige bien y a los mejores? ?Reciben el respaldo necesario de las Administraciones? Espa?a tiene una asignatura pendiente en la formaci¨®n de sus docentes igual que con otro tipo de profesionales, esos a los que alude el profesor Escudero, seguro de que previsiblemente no pasar¨ªan un examen de primaria. Distintos expertos tambi¨¦n alertan de que, durante a?os, la entrada a las facultades de Magisterio era m¨¢s una cuesti¨®n de supervivencia que de vocaci¨®n (a la b¨²squeda de un puesto fijo tras tres a?os de carrera), los procesos de selecci¨®n posteriores var¨ªan entre comunidades y casi de un a?o a otro y, adem¨¢s, el colectivo no goza del reconocimiento social y econ¨®mico que merece.

¡°El nivel educativo de cualquier pa¨ªs depende de su capacidad para formar y motivar adecuadamente a sus profesores¡±, dice una de las m¨¢ximas del informe de la consultora estadounidense McKinsey and Company, que analiza las cuestiones comunes entre los sistemas mejor parados en el informe PISA.

Espa?a tiene una asignatura pendiente en la formaci¨®n de sus docentes?

El catedr¨¢tico Juan Manuel Escudero cree que el primer gran problema para evaluar con profundidad la calidad de la docencia es que no hay datos suficientes en Espa?a. ¡°No existen informes fiables, uno de los agujeros negros en nuestro sistema educativo es que no conocemos qu¨¦ pasa por dentro¡±, se?ala el experto en Did¨¢ctica. ¡°No hay datos ni evidencias contrastadas, seguramente tanto por desidia de la Administraci¨®n como de los propios investigadores¡±, a?ade entonando el mea culpa.

La preparaci¨®n de los maestros comienza en las facultades, pero la de los ciudadanos arranca mucho antes. ¡°Es f¨¢cil echar la culpa al ¨²ltimo, pero arrastramos d¨¦ficits previos. Esto no se arregla con muchos ex¨¢menes porque estamos en un momento en el que, en general, ni se lee ni se escribe¡±, reflexiona Rosal¨ªa Aranda, decana de la Facultad de Formaci¨®n del Profesorado y Educaci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM). Uno de los temas en discusi¨®n sobre la formaci¨®n de docentes es la necesidad de buscar a los mejores haciendo que entren en las facultades solo aquellos con expedientes brillantes y notas muy altas. ¡°Antiguamente quiz¨¢ hab¨ªa alumnos que acababan en Magisterio porque no ten¨ªan nota para otra cosa, pero eso ya no es as¨ª¡±, indica la decana. Durante los dos ¨²ltimos cursos, la nota de corte en su facultad ha rondado un siete. ¡°Ahora vienen los que de verdad quieren¡±. Otra cuesti¨®n es que, aunque tengan buenos expedientes lleguen bien preparados. ¡°Hay alumnos, aunque no se puede generalizar, que vienen sin conocimientos b¨¢sicos que tendr¨ªan que haber adquirido en primaria y secundaria. Es un lastre que traen y que aqu¨ª no se trata, porque en una facultad en lo que hay que profundizar es en did¨¢ctica¡±.

En el examen de Madrid, seg¨²n la informaci¨®n facilitada por la Consejer¨ªa regional, hubo tambi¨¦n graves faltas de ortograf¨ªa (¨¢nbito, adsequible, Nabarra...) que, seg¨²n la decana de la Aut¨®noma, se ven a diario en las aulas. ¡°La cadena se tendr¨ªa que romper aqu¨ª: que no les permiti¨¦ramos aprobar sin una falta de ortograf¨ªa, pero eso lo regula cada profesor¡±, a?ade. No cree que se arregle con pruebas sino con un cambio de costumbres: ¡°Nuestros alumnos no leen, nuestros ciudadanos no leen¡±.

¡°La formaci¨®n de los docentes es francamente mejorable¡±, admite Francesc Imbern¨®n, catedr¨¢tico de Pedagog¨ªa de la Universidad de Barcelona. Critica en primer lugar que los planes de estudio difieran de forma considerable de una facultad a otra y tambi¨¦n que se d¨¦ ¡°una formaci¨®n muy te¨®rica y muy general¡± en lugar de primar la pr¨¢ctica.

La preparaci¨®n de los maestros comienza en las facultades, pero la de los ciudadanos arranca mucho antes

Imbern¨®n reclama una ¡°especie de MIR del profesorado¡± posterior a las oposiciones para que los docentes culminen mejor su formaci¨®n. Tambi¨¦n pide un reconocimiento social y econ¨®mico para los profesores, aunque al m¨¢s de medio mill¨®n de docentes de las aulas p¨²blicas espa?oles (entre maestros y profesores de secundaria) les ha ocurrido justo lo contrario en los ¨²ltimos a?os: cada vez trabajan m¨¢s horas, con m¨¢s alumnos en las aulas y cobrando menos sueldo. El catedr¨¢tico de Pedagog¨ªa solicita por ¨²ltimo una mejora en la selecci¨®n de los candidatos. Lo recomienda tambi¨¦n el informe McKinsey en su edici¨®n de 2010: para mejorar en sistema hay que asegurar que la docencia se equipare con otras profesiones como la medicina, en la que participen profesionales altamente especializados. ¡°Pero la formaci¨®n inicial que adquieran en las facultades nunca ser¨¢ completa¡±, a?ade Imbern¨®n.

¡°El examen que ha sacado a la luz Madrid no tiene nada que ver con ser pedagogo. A m¨ª no me tendr¨ªan que preguntar los r¨ªos de Espa?a, es mucho m¨¢s importante que eval¨²en mi capacidad para ense?¨¢rselos a un ni?o ciego¡±. El argumento es de Nieves D¨ªaz, de 33 a?os, maestra interina de educaci¨®n especial en Madrid. Se present¨® a las oposiciones de Madrid de 2011. No obtuvo plaza. La oferta era de 489 vacantes para 14.110 aspirantes, con 23 en su especialidad, Pedagog¨ªa Terape¨²tica. Pero recuerda que s¨ª aprob¨® el pol¨¦mico examen sobre el curr¨ªculo de primaria. Ver los resultados en la prensa le ha indignado: ¡°Me parece demag¨®gico y descarado que faciliten esos datos¡±. El agujero, se?ala, est¨¢ en otro lado. Para aprender el lenguaje de signos que necesitaba manejar en sus clases, pag¨® de su bolsillo tres cursos de 500 euros cada uno, porque el curr¨ªculo reglado no lo inclu¨ªa. ¡°Mi formaci¨®n me la he trabajado yo y, como la mayor¨ªa de mis compa?eros, la pago de mi bolsillo¡±, denuncia.

Imbern¨®n reclama una ¡°especie de MIR del profesorado¡± posterior a las oposiciones

La docente, integrante de una plataforma de defensa de los interinos, respalda que se mejore la preparaci¨®n de su colectivo ¡°antes de empezar a trabajar y cuando ya se est¨¢ en las aulas¡±. El dinero p¨²blico para la formaci¨®n continua de los maestros y profesores es otra de las partidas que ha sufrido un recorte considerable durante la crisis. El Ministerio de Educaci¨®n dio un tajo de 2.000 millones en 2010 en sueldos, las actividades extraescolares, las becas y formaci¨®n. Madrid, avanzadilla en las cuestiones educativas m¨¢s pol¨¦micas, desmantel¨® ya en 2008, dos a?os antes, la red de formaci¨®n del profesorado. Solo dej¨® cinco de los 28 existentes.

La mayor¨ªa de los cambios en un colectivo tan sensible para el futuro de un pa¨ªs como el de los docentes se hace m¨¢s a golpe de decisiones pol¨ªticas, sin abrir un debate sosegado y amplio en el que participe el mayor n¨²mero de implicados posible. Los futuros maestros y profesores llevan m¨¢s de un a?o castigados con los vaivenes de unas oposiciones menguantes. Casi todas las comunidades, por imposici¨®n nacional, rebajaron la oferta a cantidades 10 veces inferiores y, en casos como el de Madrid, las ¨²ltimas de 2011 fueron anunciadas y desconvocadas en varias ocasiones.

Donde tambi¨¦n hay vaivenes es en los criterios que deben primar a la hora de seleccionar a esos docentes y de ordenarlos en las listas de interinos. En principio, prima la antig¨¹edad y la experiencia sobre la nota, aunque cada regi¨®n va por libre. Andaluc¨ªa intent¨® darle un vuelco a ese criterio en 2010. Lleg¨® a aprobar una normativa, el decreto 302, que echaron atr¨¢s los tribunales y las movilizaciones de los sindicatos y los interinos. La Consejer¨ªa de Educaci¨®n de Madrid present¨® ayer en el Consejo de Gobierno un acuerdo en el que dinamitan los a?os de experiencia para dar m¨¢s peso a la nota pura y dura. La Comunidad de Madrid desde?a la antig¨¹edad, con un aumento del peso de la nota hasta un 80% (alrededor del triple que ahora) y restando casi a la mitad el peso de la experiencia docente (14%). Adem¨¢s es necesario aprobar el examen para entrar en la lista de interinos. Los sindicatos han plantado cara durante m¨¢s de un a?o porque consideran que los a?os de dedicaci¨®n deben pesar. La consejera Luc¨ªa Figar pidi¨® ayer adem¨¢s en una comparecencia p¨²blica al Ministerio de Educaci¨®n que revise los planes de estudio y los temarios de las oposiciones a maestro porque existen ¡°lagunas tremendas¡± en su formaci¨®n. Desde el Ministerio guardan silencio. El asunto ser¨¢ abordado en un pr¨®ximo asalto, se?ala un portavoz. Cuando terminen la tramitaci¨®n de la Ley Org¨¢nica para la Mejora de la Calidad Educativa (la LOMCE, com¨²nmente conocida como Ley Wert), se pondr¨¢n manos a la obra con el estatuto docente. Y en ese documento de l¨ªneas rojas para el profesorado tratar¨¢n, entre otros asuntos, la formaci¨®n y selecci¨®n de los profesores aunque no ha trascendido mucho m¨¢s.

?Cu¨¢ndo y por d¨®nde empezamos el cambio? El informe McKinsey se?ala que la mayor¨ªa de los pa¨ªses se pusieron en marcha por dos de estos tres factores: una crisis econ¨®mica o pol¨ªtica, malos resultados del sistema en alg¨²n informe nacional e internacional o una iniciativa pol¨ªtica fuerte de un alto responsable pol¨ªtico. Espa?a cumple ya los dos primeros criterios.