Las mariposas monarca pierden terreno en M¨¦xico
La tasa de ocupaci¨®n de superficie forestal disminuye un 59%, el nivel m¨¢s bajo en dos d¨¦cadas
Las mariposas monarca que llegan a M¨¦xico cada mes de noviembre para hibernar son tantas que no hay forma de contarlas. Millones, decenas de millones o cientos de millones. La ¨²nica manera que tienen los expertos de medir la poblaci¨®n es calcular la superficie que ocupan en los bosques del Estado de M¨¦xico y de Michoac¨¢n. Esta temporada esa superficie ha disminuido un 59%: 1,9 hect¨¢reas frente a las 2,89 del ciclo de hibernaci¨®n 2011-2012, lo que supone el nivel m¨¢s bajo en 20 a?os, desde que hay datos. El uso de pesticidas y la reducci¨®n del suelo agr¨ªcola en EE UU son algunos de los factores que amenazan a las caracter¨ªsticas mariposas naranjas y negras.
Las monarca (Danaus plexippus) protagonizan todos los a?os una de las migraciones animales m¨¢s impresionantes. Viajan m¨¢s de 4.000 kil¨®metros al sur y atraviesan tres pa¨ªses: Canad¨¢, de donde proceden, Estados Unidos, que supone la mayor parte del recorrido, y M¨¦xico. En los casi cinco meses que pasan en los bosques de pino y oyamel mexicanos, las mariposas protagonizan un espect¨¢culo que atrae a muchos turistas. En el mes de marzo inician su regreso a la zona de los Grandes Lagos, pero ninguna de las que parte de M¨¦xico llegar¨¢ hasta all¨ª, sino que durante el viaje se suceder¨¢n hasta cuatro generaciones, como en una carrera de relevos.
Es durante ese viaje de vuelta al norte cuando surgen los problemas que est¨¢n afectando a su poblaci¨®n. ¡°El cambio del uso del suelo de agr¨ªcola a industrial en EE UU y la utilizaci¨®n de agroqu¨ªmicos ha llevado a que se reduzca la presencia de plantas de algodoncillo (Asclepias), el ¨²nico alimento de estos insectos¡±, explica Gloria Tavera, directora de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca. ¡°Si estas plantas siguen desapareciendo, las mariposas no podr¨¢n reproducirse adecuadamente y ser¨¢n menos las que regresen a M¨¦xico el a?o pr¨®ximo¡±, explica Tavera.
La reducci¨®n de la superficie ocupada en M¨¦xico ha ido en descenso en los ¨²ltimos a?os. Hace una d¨¦cada, en el ciclo 2002-2003, las mariposas que llegaron desde Canad¨¢ ocuparon 7,54 hect¨¢reas. La directora de la Reserva de la Biosfera, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2008, asegura que si se cuida la presencia de algodoncillo las mariposas volver¨¢n a reproducirse de la manera habitual. "La especie no se va a extinguir, pero hay que tomar medidas", afirma.
El director de WWF M¨¦xico, Omar Vidal, tambi¨¦n est¨¢ preocupado por los datos de este ¨²ltimo a?o. ¡°Si la poblaci¨®n que llega es menor, las mariposas se vuelven m¨¢s vulnerables. Por ejemplo, si las monarca se concentran en un ¨¢rea muy peque?a y esta sufre una gran helada, habr¨¢ menos supervivientes que si ocupan m¨¢s superficie en los bosques¡± explica Vidal.
Cuando duermen, las monarca se amontonan por miles en los ¨¢rboles sin dejar que se vea ni un cent¨ªmetro de la corteza. ¡°Se aplastan unas con otras para darse calor¡±, explica el gu¨ªa del santuario de Sierra Chincua, en el Estado de Michoac¨¢n. Solo cuando los rayos del sol empiezan a apuntar a los ¨¢rboles, las mariposas se despiertan y se echan a volar. Entonces comienza el espect¨¢culo de color naranja que en una ma?ana cualquiera atrae a visitantes estadounidenses, franceses y espa?oles.
Los tres pa¨ªses por los que pasan estos insectos est¨¢n comprometidos en su conservaci¨®n y las autoridades mexicanas han asegurado que llevar¨¢n el tema al pr¨®ximo encuentro a tres bandas de la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n Ambiental. Justamente, el logotipo de esta comisi¨®n es una mariposa monarca. "Estados Unidos tiene que cumplir su parte como lo ha estado haciendo M¨¦xico. Hay que limitar el uso de los herbicidas en los campos de soja y ma¨ªz si afectan al algodoncillo. Tambi¨¦n hay que replantar esta especie para que las mariposas puedan alimentarse durante su camino¡±, defiende Gloria Tavera.
Ya hay iniciativas ciudadanas que se ocupan de ello como la del profesor de la Universidad de Kansas, Chip Taylor. El proyecto que lidera, Monarch Watch, coordina a voluntarios que replantan algodoncillo en sus jardines o en zonas que est¨¢n en la ruta que siguen estos insectos.
A estas alturas del a?o la mayor parte de las mariposas han salido ya hacia el norte y en breve comenzar¨¢n a llegar a Texas, donde se produce el primer relevo generacional. Sus tataranietas regresar¨¢n el pr¨®ximo oto?o a los mismos ¨¢rboles mexicanos a los que viajaron sus antepasados, siempre los mismos, completando as¨ª un ciclo migratorio sobre el que los expertos a¨²n tienen muchas inc¨®gnitas.
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