¡°Para preservar la artesan¨ªa hay que vender y comprar¡±

C¨¢ndida Fern¨¢ndez (Ciudad de M¨¦xico, 1954) mira el caf¨¦ pero no lo prueba. La sonrisa no se le va de la cara, una cara amable, pero llena de determinaci¨®n. ¡°Nunca acepto un no por respuesta¡±, asegura. Por eso consigui¨® convencer al banco Banamex de la necesidad de viajar durante cinco a?os por toda Iberoam¨¦rica para recopilar miles de piezas de artesan¨ªa para una exposici¨®n que ahora recala en Madrid. No era un viaje de placer, pero le ha reportado tantas satisfacciones ¡ªconfiesa¡ª como si lo fuera.

Fern¨¢ndez se form¨® como historiadora en la Universidad Iberoamericana de M¨¦xico, dirigida por los jesu¨ªtas. Por eso la elecci¨®n del papa Francisco le toca doblemente. ¡°Es una orden muy fracturada por crisis internas, pero su peso es esencial en la educaci¨®n de las clases altas de toda Latinoam¨¦rica¡±. De sus estudios le queda sobre todo una visi¨®n de la historia ¡°que comprende y no rega?a, que asume los hechos sin buscar culpables¡±.

Pero desde 1995, el estudio de la historia pura dej¨® paso a muestras m¨¢s materiales y empez¨® a trabajar en el fomento del arte popular en la fundaci¨®n cultural de Banamex. Casi 20 a?os despu¨¦s confiesa que el arte gan¨® por la mano la batalla al inter¨¦s por los estudios del siglo XVIII.

¡°Una pieza contempor¨¢nea de arte es arte porque pretende serlo. El arte popular no reclama esa distinci¨®n, pero s¨ª tiene una pretensi¨®n clara de belleza¡±, explica. ¡°Tratar con artesanos tiene muchas menos dificultades que con artistas, y adem¨¢s te permite crear relaciones personales impagables¡±. Pero ?c¨®mo llegar hasta ellos?, a personas escondidas en la Pampa o en los conf¨ªnes de Honduras. ¡°Se sorprend¨ªan de que alguien se interesara por algo a lo que ellos no le dan importancia y claro, se volcaban en ayudarme¡±.

De hecho, Fern¨¢ndez ha conocido en persona a la mayor¨ªa de los m¨¢s de 500 artesanos de 22 pa¨ªses que participan en la exposici¨®n Grandes maestros del arte popular de Iberoam¨¦rica, que puede visitarse desde hoy en el teatro Fernando Fern¨¢n G¨®mez. Fern¨¢ndez ocupa la mayor parte de su tiempo dirigiendo la Fundaci¨®n Fomento Cultural Banamex, que preside, pero de vez en cuando se hace un regalo, como comisariar esta muestra.

Guarda grandes recuerdos de sus viajes. ¡°Me alojaba en hoteles de grandes ejecutivos, los que me proporcionaba la empresa, pero a los pocos d¨ªas empezaba a amontonar en el hotel canastas, textiles, figuras y todo tipo de artilugios y ve¨ªan que no era una directiva al uso¡±.

El objetivo de Fern¨¢ndez y de esta exposici¨®n es poner nombre y apellidos a cada t¨¦cnica. Ayer iba vestida con un hermoso poncho peruano que acariciaba entre sus manos ¡°est¨¢ hecho en Chahuaitire, cerca de Cuzco, del maestro Benigno Huam¨¢n¡±, puntualiza.

Sus viajes crearon una aut¨¦ntica tela de ara?a de contactos para llegar a su objetivo final: dar valor y conservar la artesan¨ªa , ¡°y la mejor forma de conseguirlo es vender y comprar ese arte¡±, recuerda Fern¨¢ndez.

Adem¨¢s de la exposici¨®n y de la creaci¨®n de cat¨¢logos su fundaci¨®n apoya a los artesanos directamente, con ayudas formativas y materiales. ¡°Ojal¨¢ esta exposici¨®n tenga un buen lugar cuando termine su gira. En M¨¦xico no hay un sitio que concentre la actividad iberoamericana¡±, dice. Solo lo deja caer, pero es su nuevo reto.