Los platos m¨¢s reba?ados, los lunes
Portugal percibe una pobre alimentaci¨®n en un n¨²mero creciente de ni?os
Ya hace tiempo que, en determinados municipios portugueses y en vacaciones, las escuelas abren los comedores de los centros para que los padres que carecen de recursos env¨ªen a sus hijos a alimentarse. En Navidad, seg¨²n datos de la Associa??o Nacional de Munic¨ªpios de Portugal, fueron cerca de 80. En Semana Santa, casi un centenar, incluidas varias escuelas de Lisboa y Oporto. El vicepresidente de esta asociaci¨®n y alcalde de Boticas, Fernando Campos, asegura que el problema crece parejo a la crisis que estraga el pa¨ªs. ¡°Es una pobreza con verg¨¹enza, que por lo general afecta a familias hasta hace poco pertenecientes a clases medias o clases medias bajas. Por eso, porque sabemos que muchos padres tienen apuro en enviar a sus hijos a comer en vacaciones, muchas veces, se organizan tambi¨¦n actividades l¨²dicas o culturales. As¨ª se disfraza lo que en realidad pasa: que los ni?os van a comer¡±.
Campos asegura que en julio, incluso habr¨¢ m¨¢s. Y pide al Gobierno que se haga cargo de la situaci¨®n porque, hasta hoy, son los propios Ayuntamientos los que sufragan todo, ¡°dejando otras ¨¢reas por atender¡±. En Portugal, este a?o, el PIB retroceder¨¢ m¨¢s de un 2%, encadenando casi dos a?os seguidos de recesi¨®n y el paro escalar¨¢ hasta un 18%, seg¨²n el Ministerio de Finanzas, una cifra jam¨¢s alcanzada en un pa¨ªs cuyo salario medio roza los 800 euros y el m¨ªnimo no llega a los 500.
En noviembre, el secretario de Estado de Ense?anza, Jo?o Casanova, asegur¨® en la Asamblea Nacional que en el pa¨ªs se contaban 10.000 ni?os a los que era necesario alimentar en la escuela. En otras palabras: que pasaban hambre. Los educadores cuentan que los lunes, los platos de las comidas escolares acaban mucho m¨¢s vac¨ªos que el resto de los d¨ªas laborables, lo que demuestra que durante el fin de semana no se han alimentado convenientemente.
Y en Elvas, una ciudad de 10.000 habitantes (180 kil¨®metros al este de Lisboa y a un paso de la frontera espa?ola), el Ayuntamiento distribuye, desde enero, cenas a los alumnos de familias m¨¢s desfavorecidas. Es decir: no solo comen en el comedor escolar, sino que se llevan la cena puesta, elaborada esa tarde por una empresa de catering. Una asistente social de esta localidad, Sof¨ªa Santana, explic¨® recientemente a este peri¨®dico la raz¨®n por la que se hab¨ªa tomado esta decisi¨®n: ¡°Nos dimos cuenta de que lo que tomaban en la escuela era la ¨²nica comida importante que hac¨ªan a lo largo del d¨ªa¡±. El programa comenz¨® con 500 ni?os de la zona, que inclu¨ªa pueblos de los alrededores. Tambi¨¦n en este caso hay familias en las que todos sus miembros se han quedado en paro que sienten verg¨¹enza de la situaci¨®n y que jam¨¢s se han visto en otra igual.
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