Uganda condena a una multinacional a devolver sus tierras a 2.000 campesinos
El Gobierno ech¨® a las familias por la fuerza en 2001 para d¨¢rselas a la compa?¨ªa
Tras 10 largos a?os de pelea, un juez ugand¨¦s finalmente se ha pronunciado dando la raz¨®n a 400 familias campesinas a quienes echaron, pegaron y arrebataron sus tierras para cederlas a una multinacional alemana de caf¨¦, Neuman Kaffee Gruppe. La empresa deber¨¢ devolver el terreno (2.500 hect¨¢reas) e indemnizarles con 12 millones de euros. Peter Baleke Kayiira, profesor en la zona y uno de los denunciantes, se r¨ªe al tel¨¦fono: ¡°Estamos muy contentos, aunque todav¨ªa pueden recurrir¡±, dice Bakele, que viaj¨® a Europa invitado por Veterinarios Sin Fronteras para denunciar y exponer el caso. ¡°Tienen un mes, hasta finales de abril, para depositar el dinero en el tribunal. Aunque recurran, ahora s¨ª estamos bastante seguros de que vamos a ganar¡±.
El ej¨¦rcito intervino, quemando casas, cultivos y golpeando a los vecinos
El caso se remonta al verano de 2001. El 18 de junio de ese a?o, un representante del Gobierno ugand¨¦s reuni¨® a las familias (unas 2.000 personas de tres poblados) residentes en la regi¨®n de Madudu (en Mubende, Uganda central) para anunciarles que el Gobierno hab¨ªa cedido sus tierras a una multinacional y deb¨ªan abandonarlas. Sin compensaci¨®n econ¨®mica ni un sitio alternativo al que ir. Las familias se resistieron y el 18 de agosto el ej¨¦rcito intervino, quemando casas, cultivos y golpeando a los vecinos. Las familias huyeron al bosque, donde varios ni?os y ancianos fallecieron por las condiciones de vida que se vieron obligados a vivir. D¨ªas despu¨¦s del asalto, la multinacional se instal¨® en la zona y empez¨® a plantar caf¨¦. Al a?o, los campesinos denunciaron el caso.
Tras dos lustros, la causa parec¨ªa abandonada. Hasta siete jueces llevaron el caso sin dictar justicia. Hasta que finalmente, hace dos semanas, el ¨²ltimo magistrado ha dicho que la multinacional es culpable. El propio juez, en su resoluci¨®n, habla del retraso: ¡°Ha sido motivo de celebraci¨®n que el juicio llegue a su fin tras 10 a?os, un r¨¦cord que tendr¨ªa que haber entrado en El Guinness¡±, escribe con cierta sorna. ¡°Retrasar la justicia supone negarla y si los tribunales est¨¢n para reducir el trabajo que se acumula tendr¨ªan que prepararse para resolver en poco tiempo. Este tema merece una buena reflexi¨®n¡±.
Hasta siete jueces llevaron
Respecto al Gobierno ugand¨¦s, el juez concluye que no hay pruebas que demuestren que enviara al ej¨¦rcito a golpear y echar a los campesinos y llega a la conclusi¨®n de que fueron por su cuenta. S¨ª condena a los responsables del Gobierno que gestionaron el caso, pues ten¨ªan que haber pagado y dado una tierra alternativa en la que vivir a los campesinos. ¡°En esto estoy bastante de acuerdo con el juez¡±, dice Bakele.
La multinacional, que adem¨¢s vende el caf¨¦ en las redes de comercio justo, estaba disgustada con Bakele y con VSF Justicia Alimentaria Global, que trasladaron al ugand¨¦s a Espa?a el pasado mes de mayo, cuando lanzaron la campa?a Paren, aqu¨ª vive gente, que denuncia el expolio de la soberan¨ªa alimentaria del ?frica subsahariana. En menos de un a?o, se?alan, diversos inversionistas han adquirido 42 millones de hect¨¢reas de tierras f¨¦rtiles en el mundo, el 75% en esta parte del continente, arrebat¨¢ndoles los recursos naturales de los que obtienen su comida.
El caso ugand¨¦s es un buen ejemplo del problema que denuncian. Como dice Bakele: ¡°En mi pa¨ªs, si no produces tu propio alimento, no tienes qu¨¦ comer. El 80% es agricultura de subsistencia. ?A qui¨¦n beneficia que vengan las multinacionales a producir alimentos a precios que no podemos pagar? Desde luego, no a nosotros; nos roban la comida¡±, se indignaba durante una entrevista con EL PA?S. Bakele est¨¢ muy orgulloso de haber animado a sus vecinos a denunciar. ¡°No soy el m¨¢s ilustrado, pero s¨ª el m¨¢s audaz y conozco las leyes¡±, dec¨ªa en la entrevista.
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