¡°Los m¨¢s regulados fueron los peores en la crisis financiera¡±
El multimillonario tiene una legi¨®n de seguidores de sus consejos para invertir
Aguarda en un sal¨®n del lujoso hotel Ritz, en la ¨²nica mesa dispuesta para el desayuno. En la vecina Bolsa de Madrid se preparan para dar cabida a unos 200 empresarios y financieros, ¨¢vidos de escuchar, un par de horas m¨¢s tarde, sus preciados consejos. Es lo que uno esperar¨ªa de un inversor exitoso, habitual en las listas de multimillonarios de Forbes, de un tibur¨®n de las finanzas. Hasta que Howard Marks empieza a hablar.
¡°En los mercados, despu¨¦s de largos periodos en los que todo va bien, se empieza a creer que no hay riesgo, que las inversiones son seguras, que la regulaci¨®n es un obst¨¢culo. Y muchos se toman las finanzas como un juego. Luego, descubren que no lo es¡±. El presidente de Oaktree Capital, el fondo de inversiones californiano que gestiona 55.000 millones de euros, habla pausado, con modos de profesor, y cita con cierta frecuencia al economista John Kenneth Galbraith: ¡°Los mercados tienen la memoria muy corta¡±.
¡°Las burbujas y los desplomes son inevitables, pero las autoridades s¨ª pueden ejercer liderazgo para limitar el impacto de esas fluctuaciones¡±, se?ala. Rellena sin ceremonia su taza de t¨¦, mordisquea una pasta, lanza su aviso: ¡°La industria financiera est¨¢ teniendo bastante ¨¦xito en evitar que se aplique una regulaci¨®n estricta¡±.
La crisis deja, a ojos de Marks, una paradoja inquietante sobre la calidad de esa supervisi¨®n, en particular sobre la banca: ¡°Los m¨¢s regulados fueron los que peor lo hicieron, los hedge funds crearon muchos menos problemas¡±, a?ade en referencia a los fondos especulativos, que viv¨ªan a la sombra de las reglas internacionales.
¡°Cuando la tolerancia al riesgo se mezcla con altos niveles de deuda entramos en terreno peligroso¡±. Lo que para muchos fue una debacle en 2008, para Marks fue oportunidad. Porque el modelo de negocio que ha hecho c¨¦lebre a Oaktree es comprar cuando todo el mundo quiere vender, sobre todo compa?¨ªas ahogadas por la deuda a precio de saldo. Lo que le diferencia de un fondo buitre al uso es que no compra cualquier firma quebrada por muy bajo que sea el precio, que apuesta por empresas a las que ve perspectivas de volver a ser rentables.
Wall Street, subido en la ola de liquidez de la Reserva Federal, acaba de dejar atr¨¢s el r¨¦cord de 2007. ?Otra burbuja, otro batacazo? El fundador de Oaktree cree que cuando se retiren los est¨ªmulos p¨²blicos ser¨¢ porque la econom¨ªa habr¨¢ cogido velocidad de crucero, que eso justifica el alza. Pero aconseja cautela, ir caso a caso: ¡°Hay beneficios artificiales, veremos qu¨¦ queda cuando se retiren los intereses bajos¡±.
Sus memorandos a clientes son casi tan seguidos como las cartas anuales de Warren Buffett, el Or¨¢culo de Omaha. Buffett, habitual en el podio de los m¨¢s ricos de Forbes, fue el que le anim¨® a compilar esos pensamientos en Lo m¨¢s importante, libro que acaba de editar en castellano la Fundaci¨®n Numa. Se puede leer como el reverso del aforismo de Antonio Machado ¡ª¡°todo necio confunde valor y precio¡±¡ª. Tambi¨¦n, con la econom¨ªa espa?ola en la cabeza: llena de empresas baratas, con perspectivas de negocio cuando la recesi¨®n amaine sin el peso muerto de la deuda. ?Una oportunidad para invertir? ¡°No solo es importante que el precio sea bajo, que sean empresas que tengan valor. Muchos inversores no se sienten c¨®modos con altos niveles de incertidumbre¡±, diagnostica Marks, ¡°y en Espa?a hay demasiada¡±.
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