¡°Me aterra ver a amigos en paro¡±

Pregunta. Otra vez es noticia, como cuando le apresaron los gadafistas en Libia. ?C¨®mo se lleva?

Respuesta. Mal, pero la diferencia es que de Libia vienes tocado y te da igual la gente, lo que importa eres t¨² y tu salud mental. Ahora no te puedes librar. No vas a ser el antip¨¢tico que manda por ah¨ª a todo el mundo, aunque te apetezca. Es agobiante, hay que volver al anonimato cuanto antes.

P. ?Siente en ocasiones que le ven como a un temerario?

R . Cuando regres¨¦ a Libia, la agencia en la que trabajaba me pregunt¨® si estaba seguro de que hac¨ªa lo correcto. Y les respond¨ª: "Si quieres las fotos las coges y si no, ya me busco otro sitio". Me tuve que buscar otro sitio.

P. Pero, ?es un temerario?

R. No lo soy. Un temerario no es un t¨ªo que va a hacer su trabajo, pero s¨ª un japon¨¦s que va all¨ª [a Siria] de vacaciones o un chaval que va a hacer pr¨¢cticas. Puede haber acciones temerarias puntuales. El camino a la noticia no es f¨¢cil: hay que pasar calles con francotiradores, checkpoints, vadear r¨ªos, atravesar alambradas, cruzar fronteras ilegalmente. La profesi¨®n es as¨ª, la historia implica ciertos sacrificios. Nadie te garantiza al 100% que vayas a pasar el obst¨¢culo.

P. Alguna vez s¨ª habr¨¢ pensado: "Joder, Manu...".

R. A veces pienso: "?Si me viera mi madre hacer esto!". El minero que se tiene que meter en una veta, que no cabe casi, con el martillo neum¨¢tico, ?es un temerario? No, tiene que meterse a sacar carb¨®n. Pues lo mismo.

P. ?Es otro tras ver la guerra?

R. A ra¨ªz de lo de Libia, sobre todo, aprendes a valorar cosas como dar un paseo con tu viejo y tener una conversaci¨®n de esas que hace tiempo no tienes, o irte al monte con tu hermana o a Berl¨ªn a ver a tu hermano, y que le den al mundo, porque te apetece. Se te clarifican las prioridades, porque el tiempo que tengo con la gente que quiero es m¨¢s breve. No tengo tiempo para ser gilipollas con la pe?a, aunque lo sea, ni para que la pe?a lo sea conmigo, no tengo tiempo para rodeos.

P. Y el miedo, ?es otro?

R. Normalmente, te has levantado con el ca?onazo de las seis, te has lavado la cara con agua fr¨ªa, has pasado horas con un t¨¦ y cigarros porque no ha ocurrido nada o has ido a no s¨¦ d¨®nde porque hab¨ªa un bombardeo y, en lugar de eso, era una bombona de butano. Pasas de eso a tener aqu¨ª que ir al mercado, que te pille la vecina... A veces pienso que es como si tuviera un trastorno bipolar: la persona que eres all¨ª y la que eres aqu¨ª. A m¨ª me resulta m¨¢s complicado el aterrizaje de all¨ª a aqu¨ª que de aqu¨ª a all¨ª.

P. ?Por qu¨¦?

R. All¨ª es progresivo y aqu¨ª es repentino. Me resulta m¨¢s f¨¢cil acostumbrarme a que las cosas vayan mal que a que vayan bien.

P. Pero el miedo cambia...

R. No te voy a decir que all¨ª no tenga miedo, porque lo tengo, pero me adapto bien. Aqu¨ª siempre me he adaptado fatal, no s¨¦ qu¨¦ hacer. Nunca me ha dado miedo que venga un pelamangos y me robe. Si pasa, pasa. Pero entre las cosas que me aterran est¨¢ que mi hermana est¨¢ en paro y se le va a acabar y a ver d¨®nde se mete; ver a colegas que llevan un a?o y pico igual, eso me mina la cabeza porque pienso: "Voy a caer yo tambi¨¦n". Da igual el Pulitzer, haber estado en esta guerra o en esta otra. Entonces me cojo la maleta y me piro. Me aterra la gente triste, apagada y resignada. Al otro lado la gente sufre, pero, joder, con la cabeza bien alta.

P. ?Quer¨ªa el Pulitzer?

R. Hombre, si me preguntan, digo: "Venga, va". Pero no quiero que me lo regalen, quiero merecerlo. Te lo planteas, lo sue?as...

P. ?Le asusta que le cambie?

R. Lo ¨²nico que quiero es que toda esta marea que se ha montado se pase. Es una sobrada. Quiero irme de vacaciones con mi se?ora y luego a El Cairo a currar. El trabajo por el que nos han dado el Pulitzer ya lo hice.

P. Trabaja para un medio extranjero. ?Opci¨®n u obligaci¨®n?

R. Obligaci¨®n. Opciones, pocas. Tuve la suerte de conocer al jefe de AP en El Cairo.

P. ?Le cabrea Espa?a?

R. No merece la pena, pero s¨ª te pone triste porque hay profesionales con muchas ganas. El nivel en fotoperiodismo que tenemos es de lo m¨¢s alto del mundo. Pero se decide que es mejor invertir en tonter¨ªas, como en el estallido de una olla en Barakaldo.

P. ?Qu¨¦ ve cuando mira Gij¨®n tras semanas de guerra?

R. Paz, calma. Es la seguridad de que vas a poner una pierna delante sin pisar una mina; no me voy a meter en ning¨²n terreno pantanoso, a no ser que haga el cabra y acabe subido por los coches, que no ser¨ªa la primera vez. S¨¦ que son las ocho y media y me voy con los colegas. Volver aqu¨ª es como volver al ¨²tero. Nada te asusta, nada te saca de tu rutina.