?Investigaci¨®n? No, gracias

La ciencia me entusiasma. Obtener con experimentos respuestas a lo que nos preguntamos produce gran satisfacci¨®n. Adem¨¢s de conocimiento generamos valor. En Espa?a investigar es adem¨¢s excitante. Cada d¨ªa, cuando el investigador espa?ol se despierta nunca sabe con qu¨¦ reforma se va a encontrar, o con qu¨¦ regla burocr¨¢tica le van a sorprender, al menos a m¨ª me pasa. Puede ser que reduzcan el presupuesto, o el sueldo, que vaya a desaparecer el laboratorio o el puesto de trabajo, todo m¨¢s excitante que un reality.Adem¨¢s, a diario nos desaf¨ªan para que siendo pobres seamos ¡°excelentes¡±, para competir en programas internacionales, y nos piden cada a?o identificar los grandes hitos logrados, esos que la ciencia bien financiada suministra cada medio siglo.

?Uno esperar¨ªa que si el ministro del ramo dice que hay que buscar nuevos recursos econ¨®micos, los expertos como ¨¦l o su ministerio estar¨¢n desvivi¨¦ndose para financiar m¨¢s proyectos, m¨¢s contratos para doctorandos, mejor funcionamiento de los centros de investigaci¨®n. Pero si lo hiciesen nos dejar¨ªan muy poca emoci¨®n a los investigadores. Y si los fondos asignados no bastan, el investigador ver¨ªa bien que los gestores de la investigaci¨®n hicieran notar que no se puede seguir, que dimitiesen en su conjunto. Algo que en Francia ocurri¨® hace una d¨¦cada. El p¨²blico opina que la investigaci¨®n es buena y provechosa, e incluso conf¨ªa en los cient¨ªficos. Queda bien decir que la ciencia es muy interesante, nadie lo va a negar, pero llegado el momento de un compromiso tangible el apoyo no pasa de ser flojito. Pas¨¢ndose de ingenuo, el cient¨ªfico pensar¨ªa que llegado un punto y, al menos de manera testimonial, los investigadores nos sublevar¨ªamos. Pero no lo hacemos.

La investigaci¨®n en Espa?a ya digo que es excitante, y me produce frecuentes subidas de adrenalina. Empez¨® tras incorporarme al CSIC cuando estuve cuatro a?os sin poder pedir un proyecto, y contin¨²a hasta leer las noticias de estos mismos d¨ªas en las que el ministro nos dice que nos busquemos la vida, y el presidente de mi instituci¨®n aconseja a los doctorandos que vayan preparando las maletas. Ha sido muy excitante vivir c¨®mo la Comunidad de Madrid dej¨® de patrocinar la feria Madrid es Ciencia, en teor¨ªa para mejorar su impacto convirti¨¦ndola en una feria virtual, tan virtual que ha desaparecido. Y notar que varios Gobiernos han reducido los fondos de investigaci¨®n, tanto que el CSIC, seg¨²n su presidente, puede dudar entre pagar las n¨®minas o los recibos de la luz.

?Y los fondos privados? Alguna que otra emoci¨®n me proporcion¨® la Fundaci¨®n March cuando hace una d¨¦cada suspendi¨® su excelente programa de simposios internacionales, y tambi¨¦n La Caixa cuando hace un mes anunci¨® el cierre del Museo de la Ciencia de Alcobendas; es un buen sitio para motivar a los j¨®venes. Es todo como volver, tras 40 a?os, a mis tiempos de becario, avanzando hacia el siglo XX para acercarse al XIX. ?Ahora no me digan que la ciencia en Espa?a no es excitante!

Miguel Vicente es profesor de investigaci¨®n del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa. Ha coordinado cuatro proyectos cient¨ªficos de la Comisi¨®n Europea.